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Cirugía o gangrena

Fuentes: Rebelión

El Consejo de Estado, supremo órgano asesor del Gobierno, ha dictaminado, trece años después del accidente aéreo en el que murieron 62 militares españoles y 13 tripulantes de otras nacionalidades, que el Ministerio de Defensa es el responsable de aquella tragedia Sobre la conducta indigna de la cúpula política y militar del Ministerio hubo más […]

El Consejo de Estado, supremo órgano asesor del Gobierno, ha dictaminado, trece años después del accidente aéreo en el que murieron 62 militares españoles y 13 tripulantes de otras nacionalidades, que el Ministerio de Defensa es el responsable de aquella tragedia Sobre la conducta indigna de la cúpula política y militar del Ministerio hubo más que suposiciones, hubo evidencias. Tras una sentencia «de aliño» coronada con los consiguientes indultos, el drama quedó reducido al dolor de los familiares y su lucha en pro de la verdad, plagada de dificultades y muros mafiosos de silencio.

El caso es que tras el Informe y los datos aportados por el exministro de Defensa José Bono, el Estado de Derecho (o lo que queda de él) tiene la obligación inexcusable de aplicar una cirugía de urgencia sin contemplaciones ni otros considerandos. ¿Puede quedar sin investigación y sanción que se pierdan u oculten parcialmente, los contratos del Ministerio de Defensa? ¿Cómo es posible que todo un Ministro se vea obligado a forzar un armario porque el responsable de la documentación esté de vacaciones? ¿Cómo se puede afirmar que los pagos de las cantidades debidas por los servicios de transporte para militares no llegaron en su totalidad a sus destinatarios y todavía, desde entonces, no se haya abierto una investigación exhaustiva? ¿A qué extremo de abyección se ha llegado que los responsables políticos y militares de entonces acá no hayan sido consecuentes ante los hechos que conocían?

Si los hechos que se están conociendo no conducen a una depuración drástica de responsabilidades de toda índole, y si, además, la opinión pública y la publicada no lo demandan, este país deberá cambiar de nombre y pasar a denominarse Patio de Monipodio. Dicho sea lo anterior con todo respeto a los ilustres hampones de la Sevilla cervantina.

Las loas al ejército, los desfiles «patrióticos» -cabra incluida- no es lo que necesitamos. España demanda honestidad, justicia, ejemplaridad, dignidad, honradez y condiciones de trabajo dignas para sus servidores civiles y militares. El dilema es cirugía o gangrena.

Julio Anguita. Colectivo Prometeo FCSM

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.