Traducido del inglés para Rebelión por Carlos Riba García
Un informe de California dice que son 440 millones de dólares. Otro de Nueva Jersey habla de 600 millones. En Pennsylvania, la suma es de 700 millones. Estos honorarios a Wall Street pagados por sistemas públicos de pensiones han disparado un debate cada día más intenso sobre la necesidad de semejantes gastos. Ahora, un informe de una fuente cercana al sector dice que esas astronómicas cargas solo representan una fracción de las verdaderas sumas que los estados y administraciones locales entregan a empresas de Wall Street.
«Normalmente, se revelan menos de la mitad de los importantes costos [pagos en forma de honorarios a fondos privados de inversión] en que incurren los fondos de pensiones de Estados Unidos», indica el informe del CEM, cuyo sitio web dice que la empresa de análisis económico «sirve a más de 350 clientes corporativos de primer orden y gubernamentales del mundo entero.»
Generalmente, alrededor del 9 por ciento de los tres billones de dólares que manejan los fondos públicos de pensiones de Estados Unidos -es decir, unos 270.000 millones de dólares- van a parar a firmas privadas de inversión. Con los honorarios estándar de gestión en el sector financiero del 2 por ciento esos 270.000 millones generan aproximadamente unos 5.400 millones de dólares por año en honorarios de gestión para las firmas de capital privado -sin incluir los horarios adicionales de «desempeño» pagados en rendimientos de inversión-. Si los cálculos del CEM se aplican con uniformidad, esto significaría que los contribuyentes y jubilados podrían estar pagando el doble de lo que piensan; más de 10.000 millones de dólares por año.
Funcionarios del sector público están supervisando este gigantesco pago a Wall Street en el mismo momento en que muchos de estos mismos funcionarios están pidiendo importantes recortes en las pensiones prometidas a los jubilados.
«Con miles de millones de dólares de los trabajadores públicos y del contribuyente puestos en situación de riesgo en los esquemas más opacos de inversión concebidos por Wall Street en la última década, las investigaciones que realiza Wall Street entre los responsables de especulación llevan demasiado, demasiado, tiempo», dijo el antiguo abogado de la Comisión de Seguridad e Intercambio Ted Siedle.
El argumento de las empresas privadas de inversión es que vale la pena abonar sus honorarios porque supuestamente ellos entregan devoluciones a los inversores que superan el bajo índice de honorarios de los fondos, que están en línea con los del mercado de valores. Pero lo típico de esas devoluciones de los fondos privados de inversión es que las firmas informen en relación con la duración de las inversiones en el plazo más largo, lo cual significa que es muy difícil verificar si esas devoluciones son reales. Por cierto, un estudio reciente de la Universidad George Washington afirmaba que los fondos privados de inversión utilizan su autoridad informativa para engañar a los inversores y que de este modo crean que sus devoluciones son mucho mejores de lo que en realidad son.
En un discurso de 2014, el examinador principal de la SEC, Andrew Bowden, hizo sonar la alarma en relación con honorarios no revelados en el sector de la inversión privada, diciendo que la Comisión había descubierto «violaciones a la ley o debilidades materiales en los controles en más del 50 por ciento de las veces» en las empresas evaluadas.
Sin embargo, hasta el momento, poco ha hecho la SEC para acabar con esas prácticas. No obstante, algunos estados están empezando a poner en marcha sus propios controles.
Por ejemplo, en Nueva Jersey, fideicomisarios de los fondos de pensiones anunciaron una investigación formal de la administración del gobernador Chris Christie después de que surgieran evidencias que sugerían que la administración republicana no había revelado todos lo honorarios pagados por el sistema estatal de pensiones a las empresas privadas de inversión.
En Rhode Island, el nuevo tesorero del estado, el demócrata Seth Magaziner, publicó hace poco tiempo una investigación de la totalidad los honorarios pagados por el asediado fondo de pensiones estatal. El examen reveló que la antigua firma financiera de la gobernadora demócrata Gina Raimondo estaba cargando al fondo estatal de pensiones los honorarios más altos entre las firmas del sector.
En Pennsylvania, en su discurso de presentación del presupuesto, el nuevo gobernador demócrata Tom Wolf hizo un llamamiento a que el estado dejara de «pagar excesivos honorarios a los gerentes de Wall Street».
Estas medidas están encendiendo un foco que ilumina uno de los más lucrativos -aunque apenas conocido- negocios de Wall Street. Tratándose de tanto dinero -y con los ingresos de retiro de los jubilados en juego- ese escrutinio hace mucho tiempo que debería haberse hecho.
David Sirota es redactor jefe de International Business Times y autor de los éxitos editoriales Hostile Takeover, The Uprising y Back to Our Future. Su website es www.davidsirota.com.
Fuente: http://www.truthdig.com/report/item/cities_states_pay_massive_secret_fees_to_wall_street_20150424