Recomiendo:
0

Cuidado: Obama te está espiando

Fuentes: Miradas al Sur

Dos noticias recientes revelaron cómo la Casa Blanca utiliza la maquinaria del Estado con fines partidarios. Por un lado, el Departamento de Justicia intervino Associated Press para conocer sus fuentes. Además, el jefe de la oficina nacional de recaudación de impuestos renunció luego de comprobarse el acoso fiscal a opositores.La revelación de que el Departamento […]

Dos noticias recientes revelaron cómo la Casa Blanca utiliza la maquinaria del Estado con fines partidarios. Por un lado, el Departamento de Justicia intervino Associated Press para conocer sus fuentes. Además, el jefe de la oficina nacional de recaudación de impuestos renunció luego de comprobarse el acoso fiscal a opositores.
La revelación de que el Departamento de Justicia había requisado los registros de comunicaciones en las oficinas de la agencia de noticias Associated Press (AP) y el accionar del Servicio de Recaudación Interna (IRS, por sus siglas en inglés), que ponía excesivo celo en aprobar la exhibición de impuestos a organizaciones vinculadas a la extrema derecha del Partido Republicano, conocidas como Tea Party, tiene acorralado a Barack Obama, quien sólo atinó a repudiar los hechos y pedir cabezas responsables como la del titular del IRS, Steven Miller. Ahora también abandonará la entidad recaudadora Joseph Grant, comisionado para la exención de impuestos y la división de entidades de gobierno.
Miller aseguró ante la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes que no «hubo motivaciones partidarias» en el escrutinio a grupos conservadores. «Se cometieron errores tontos por empleados que trataban de ser más eficientes en la selección de su carga de trabajo», agregó el ahora ex director del IRS. Sin embargo, los legisladores republicanos le reprocharon que esta persecución a círculos del Tea Party data de 2012.
Mientras el renunciado funcionario recaudador sudaba la gota frente a furiosos diputados conservadores, los sectores liberales aumentaban su preocupación ante las nuevas revelaciones sobre las pesquisas judiciales en torno de una información publicada por AP en mayo del año pasado y que motivó, por parte de la Fiscalía General, el acceso a los listados de llamadas entrantes y salientes de al menos 20 líneas telefónicas utilizadas por unos 100 periodistas en sus oficinas de Nueva York, Washington y Hartford (Connecticut).
La investigación se centró en los meses de abril y mayo de 2012, luego de que un artículo de AP expusiera una operación de la CIA para abortar un atentado contra un avión norteamericano que Al Qaeda planeaba realizar desde Yemen, en un nuevo aniversario de la voladura de las Torres Gemelas. Si bien la Oficina del fiscal no ha realizado nada ilegal, puesto que medió una orden judicial para obtener la nómina de teléfonos, el escozor que recorre al mundo periodístico de EE.UU y los militantes por los derechos civiles va in crescendo al conocerse más detalles de la búsqueda de la filtración o del topo que surtió de información a los cronistas y editores de AP sobre todos los detalles del procedimiento antiterrorista.
Ahora se conoce que en el trámite de averiguación de la fuente desleal las autoridades llevaron a cabo más de 550 «entrevistas» a personal de agencias de inteligencia, Seguridad Nacional de la Casa Blanca y hasta el propio FBI interrogó a su gente. Los antecedentes no son buenos: el Departamento de Justicia ha abierto procesos a media docena de miembros del gobierno por pasar información a periodistas, y Obama tiene el mérito de que bajo su gestión por primera vez fue condenado a prisión un ex oficial de la CIA, John Kiriakou, por haber revelado la identidad de dos de sus compañeros.
Aun cuando las protestas de medios y ciudadanos de todos los colores partidarios tienen un fuerte respaldo en el argumento de que Washington no debe llevar adelante tamaña intromisión en el ejercicio de la libertad de expresión, se sabe que desde el 11-S las cuestiones de seguridad nacional traspasan todos los límites permitidos y se cargan todas las libertades consagradas en la constitución nacional gracias a la USA Patriot Act o Ley Patriota, que impulsó George W Bush y obtuvo una amplia mayoría en el Congreso.
La batahola armada en torno a estos temas tan delicados ha dejado de lado otras cuestiones no menos importantes, como la detención en Moscú, por parte del Servicio de Seguridad Federal (FSB, ex KGB), del diplomático de Estados Unidos, Ryan Fogle, disfrazado con una blonda peluca, intentando reclutar a un oficial de contraterrorismo ruso que se especializa en el Cáucaso y el despido de 17 oficiales de la Fuerza Aérea que tenían la responsabilidad del control de las lanzaderas de misiles ICBM (misil balístico intercontinental) Minuteman III.
Barack Obama enfrenta una situación crítica a poco de haber asumido, pero ha campeado peores si se recuerda, por caso, el riesgo de abismo fiscal que pudo evitar en dos oportunidades y en minoría legislativa. El problema del IRS o las incautaciones de los padrones telefónicos de Associated Press no llegan a la gravedad del Watergate de Nixon, como tampoco el espionaje y el relajo militar están rodeados del glamour de Marilyn Monroe o las dotes sexuales de Monica Lewinsky, pero dejan una imagen muy desdibujada de lo que acostumbra a propagar la primera potencia como símbolo político a imponer y una sensación de endebles para lo que resta del segundo mandato del Jefe de Estado demócrata.

Fuente: http://sur.infonews.com/notas/cuidado-obama-te-esta-espiando