Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Ahorcamos a gente por haber cometido waterboarding (tortura por asfixia simulada) porque constituye un crimen de guerra, durante la vida de Dick Cheney. Con ese contexto histórico, el vicepresidente dijo en tono arrogante a ABC News que aprobó específicamente que se utilizara la misma técnica contra el prisionero llamado Khalid Sheikh Mohammad.
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TRASCRIPCIÓN
Pero, en primer lugar, no es frecuente que un titular en las noticias te deje patitieso. Que te quedes boquiabierto y estupefacto. Y, quiero decir, titulares legítimos, no «Sujeto gana montones de dinero en YouTube» como CNN.com felizmente te colocará sobre una camiseta. Hoy tenemos uno de esos verdaderos titulares que te pasman: «Vicepresidente de EE.UU. admite crimen de guerra.» No deja de ser un bombazo.
En su última entrevista de despedida para abrillantar su legado, el vicepresidente Dick Cheney reconoció por primera vez, sin titubear o mostrar temor a ser procesado, que autorizó que se utilizaran técnicas de tortura contra prisioneros. Se le preguntó y respondió específicamente sobre el waterboarding [Haga clic para ver un clip de vídeo, N. del T.].
Waterboarding, lo recordaréis por los juicios de Tokio después de la Segunda Guerra Mundial, cuando una coalición internacional, incluido EE.UU., se reunió para procesar a los responsables y personal militar japoneses acusados de crímenes de guerra, incluyendo el waterboarding [asfixia simulada mediante técnicas como el ‘submarino’ utilizado también en Latinoamérica, N. del T.] Varios fueron declarados culpables de someter al waterboarding a soldados estadounidenses, tropas aliadas y civiles. Los declarados culpables de waterboarding a esas personas fueron sentenciados a muerte y ahorcados. Ahorcamos a personas por cometer waterboarding como crimen de guerra, durante la vida de Dick Cheney. Con eso como contexto histórico, el vicepresidente declaró en tono arrogante a ABC News que él aprobó específicamente que se utilizara esa misma técnica contra el prisionero llamado Khalid Sheikh Mohammad.
(Comienza el clip de vídeo, ABC News)
JONATHAN KARL, ABC NEWS: ¿Autorizó usted las tácticas que fueron usadas contra Khalid Sheikh Mohammad?
VICEPRESIDENTE DICK CHENEY, EE.UU. Ciertamente estaba informado del programa, e involucrado en lograr que se aprobara el proceso, es decir, la agencia, en efecto, vino y quería saber lo que podía y no podía hacer. Y hablaron conmigo, así como con otros, para explicar lo que querían hacer y yo lo apoyé.
KARL: Y respecto a KSM, una de esas tácticas, por supuesto, como se informara ampliamente, fue
waterboarding, y parece ser que ya no usábamos esa táctica. Incluso eso, piensa usted, ¿era adecuado?
CHENEY: Lo pienso
(FIN DEL CLIP DE VÍDEO)
MADDOW: Me caigo de espaldas. Parece que el vicepresidente en funciones de EE.UU. acaba de admitir que aprueba una práctica que nuestro país solía castigar con la muerte. La admisión «Aprueba el waterboarding y lo volveré a hacer, tuvo lugar durante una de esas entrevistas del presidente Bush y del vicepresidente Cheney en sus últimos 30 días, o algunos más, en sus puestos.
Más adelante en la misma entrevista, Cheney dijo, hablando de su así llamado «programa de técnica realzada de interrogatorio,» cito: «Ha sido un esfuerzo notablemente exitoso. Creo que los resultados hablan por sí mismos.»
¿Así que cuáles serán esos resultados, habrán capturado a Osama bin Laden, o al número dos en al Qaeda, Ayman al-Zawahiri? ¿O al jefe de los talibanes, Mullah Omar? ¿Resultados como la eliminación de al Qaeda? ¿O habrán orientado al mundo musulmán hacia la moderación y contra el extremismo? Porque sería tremendo si hubiésemos tenido resultados semejantes. En su lugar, lo que lograron fue procesar al chófer de Osama bin Laden.
Hubo 14.000 muertos por terrorismo en todo el mundo el año pasado. Hubo un incremento de cuatro veces de las muertes debidas al terrorismo en todo el mundo en los ocho años anteriores.
Cuando ABC le preguntó si lamentaba algo el vicepresidente dijo, cito: «Oh, no mucho en este momento.» Al preguntarle sobre la prisión offshore en Guantánamo donde la Cruz Roja estableció que personal de EE.UU. utiliza tácticas que describe como equivalentes a tortura, el vicepresidente dice que mira con buenos ojos lo que ve allí.
(COMIENZA EL CLIP DE AUDIO)
CHENEY: Creo que Guantánamo ha sido muy bien dirigido. Guantánamo ha sido muy, muy valioso, y creo que descubrirán que el intento de cerrarlo es una propuesta muy difícil.
(FIN DEL CLIP DE AUDIO)
MADDOW: Una propuesta muy difícil. Parece que el gobierno de Bush está obstaculizando lo más posible que alguien cierre Guantánamo. Pero digo, no contenga el aliento, señor vicepresidente. Pienso que usted verá que todo lo que se ha hecho puede ser deshecho, excepto, tal vez, devolver a la vida a esa gente, a las decenas de miles de personas muertas en Iraq.
(Comienza el clip de vídeo, ABC NEWS, lunes)
CHENEY: Creo que – al considerar la inteligencia respecto a Iraq – lo que descubrieron es que Sadam Husein todavía tenía la capacidad de producir armas de destrucción masiva.
(Fin del clip de vídeo)
CHENEY: Eso no es lo que descubrieron. Es precisamente lo contrario de lo que descubrieron. El grupo de estudio Iraq estableció en 2004 que Sadam Husein tenía el deseo de [producir] armas de destrucción masiva, pero no la capacidad. No, no la capacidad.
(Comienzo del clip de vídeo)
CHENEY: Lo que descubrieron fue que Sadam Husein todavía tenía la capacidad de producir armas de destrucción masiva.
(Fin del clip de vídeo)
MADDOW: No, no, no. No, no. No, de ninguna manera fue lo que descubrieron realmente. Está totalmente equivocado al respecto.
La Casa Blanca trata activamente de volver a vendernos de nuevo la guerra en Iraq, ahora, contra todos los argumentos en su contra basados en hechos universalmente aceptados, ampliamente conocidos. Un sabio dijo una vez: «Engáñame una vez, avergüénzate. Engáñame – no será posible volver a engañarme.»
(Comienza clip de vídeo, 17 de septiembre de 2002)
PRES. GEORGE W. BUSH, EE.UU.: «Engáñame una vez, avergüénzate. Engáñame – no será posible volver a engañarme.»
(Fin del clip de vídeo)
MADDOW: No será posible volver a engañarme, ¿verdad? ¿Verdad?
De modo que, ésta es la pregunta política que hay que hacerse en estos últimos 35 días, o algo así, de gobierno de Bush, ¿por qué parece no haber una reacción contra la historia revisionista que la Casa Blanca descarga ahora mismo? Si una persona bebe y conduce y embiste tu sala de estar, el resto de nosotros, con el gobierno como encargado, le quita las llaves a esa persona. Hiciste algo muy malo. Ya no te permitiremos que puedas volver a hacerlo. En este caso, Bush y Cheney siguen ebrios, siguen en el coche, siguen sentados en los escombros de nuestra sala de estar, acelerando el motor, y preguntando si queremos dar otra vuelta a la manzana con ellos.
El público se ha pronunciado realmente al respecto, y del modo más efectivo que puede. Las elecciones a mitad de período de 2006 y las elecciones presidenciales de 2008 – dos elecciones, dos avalanchas demócratas, contra Bush. El veredicto del público es obvio. Tenemos a un nuevo presidente electo que estuvo contra la guerra de Iraq desde el primer momento y dice que cerrará Guantánamo y que se opone inequívocamente a la tortura.
Y un nuevo sondeo del «Washington Post» muestra que un 70% de los estadounidenses aprueba el plan de Obama de irse de Iraq en 16 meses, un 70%. El mundo nos ve ahora como un desastre. El tipo que lanzó un zapato a nuestro actual presidente es vitoreado como un héroe en gran parte del mundo. Una abrumadora mayoría de los estadounidenses ha llegado a estar de acuerdo en que los últimos ocho años de política exterior de EE.UU., aunque no sea para otra cosa, fueron simplemente inaceptables.
Y trabajamos por el futuro del país, ojalá que lo hagamos siempre. Y examinamos cuidadosamente nuestra propia historia a la busca de buenos y malos ejemplos de cómo actuar. Se podría esperar que un cercano consenso universal contra alguna idea mala, como conducir en estado de ebriedad o invadir Iraq, condene una idea semejante y la envíe al gran archivo circular de la historia estadounidense marcado «basura,» el tacho de basura proverbial de la historia.
Sólo a guisa de ejemplo: el gobierno de EE.UU. se disculpó por el internamiento ilegal de ciudadanos japoneses que tuvo lugar después de Pearl Harbor. Se pagaron reparaciones a los que fueron internados. Es para los libros de historia: un dictamen rendido con el propósito de no permitir ninguna ambigüedad. Ninguna duda para futuras generaciones. Lo que sucedió estuvo mal. No volváis a hacerlo. Si alguien propone que se vuelva a hacer algo semejante – reíos de ellos hasta que tengan que abandonar la escena.
Así que, en lugar de restar importancia a la admisión del crimen de guerra por el vicepresidente en ABC News ¿hay que hacer algo en este caso? ¿Es posible que algunos de los numerosos funcionarios públicos elegidos como rechazo a Bush y Cheney puedan hacer algo oficialmente? ¿Cómo ser una declaración para que conste? ¿Sólo para referencia futura?
Ahora se une a nosotros el autor y periodista, ganador del Premio Pulitzer, Ron Suskind. Ha escrito tres éxitos de venta sobre el gobierno de Bush.
Señor Suskind, muchas gracias por volver al show con nosotros esta noche.
RON SUSKIND, AUTOR DE «THE WAY OF THE WORLD»: El gusto es mío.
MADDOW: Usted ha escrito una serie de libros sobre el funcionamiento interno del gobierno de Bush, específicamente, usted detalló su decisión de invadir Iraq. ¿Trata Dick Cheney de justificar ahora la invasión de Iraq igual que entonces?
SUSKIND: Bueno, no realmente. Sabe, es interesante. Piense en este caso ubicándose en esos días. Imagine a Dick Cheney diciendo entonces en 2003, lo que dice ahora.
El presidente se levanta para el Discurso sobre el Estado de la Unión unos pocos meses antes de la invasión de Iraq y dice: «Escuchad: Sadam Husein podría, algún día, querer poseer armas de destrucción masiva y quién sabe lo que hará con ellas. Sobre esa base vamos a invadir Iraq y apoderarnos de ese país.» Quiero decir, la gente hubiera dicho al oírlo, francamente, Rachel: «Debe estar bromeando.»
Ahora, estamos combatiendo a radicales islámicos de todo el mundo.
No hemos terminado en Afganistán. Pakistán, por cierto, es un lío. Ya sabe, eso sería tema para una verdadera conversación. Lo que es interesante en este caso es que cuando se considera el contexto más amplio, que es algo que debemos hacer al final de la presidencia, decimos, primero, tenemos el caso extraordinario de una guerra por decisión, casi desconocido en la historia estadounidense, y un caso en el que la decisión en sí, nunca fue solicitada al pueblo estadounidense, una especie de componenda.
Y ahora mismo, pienso que es fascinante que se tenga a Dick Cheney, realmente, extrañamente, diciendo la verdad al final mismo, incluso mientras el presidente y Karl Rove y otros siguen con el viejo, raído y gastado guión.
MADDOW: Es – pienso que es significativo e interesante que Karl Rove esté diciendo esencialmente que la guerra fue un error por inteligencia diferente sobre las armas de destrucción masiva. Se pregunta cómo se jodió esa inteligencia. Dice que no habríamos ido. Pero ahora, el vicepresidente dice: «Ah, ¿a quién se interesa por la inteligencia? Estamos contentos de haber ido,» mirando en retrospectiva.
SUSKIND: Exactamente. Ya sabe, lo que interesa verdaderamente en esto, el antecedente histórico es realmente, bastante claro ahora. Lo que es absolutamente incontrovertible es: (A), desde la primerísima reunión del Consejo Nacional de Seguridad de esta presidencia en enero de 2001, todo tuvo que ver con la remoción de Sadam Husein y con adueñarse de ese país. No de por qué o si se debe hacerlo. Tuvo que ver con cómo hacerlo, todo pura logística, cómo justificar la guerra.
Fuera de eso, también es evidente que, durante 2002 y el otoño de 2002, y a comienzos de 2003, estuvieron el ministro de exteriores y el jefe de inteligencia iraquíes en reuniones extraoficiales secretas, diciéndonos que no había armas de destrucción masiva y que permitiéramos que nos lo probaran.
Aparte de eso, es fascinante, el jefe de la inteligencia iraquí, como señalé en mi último libro, nos dijo: esto es lo que Sadam Husein piensa realmente. Tiene miedo de los iraníes. Por eso no quiere mostrar al mundo que no tiene armas de destrucción masiva. Todo esto estaba claro para la Casa Blanca antes de la invasión.
Y lo que el vicepresidente dice ahora de manera bastante clara: «Nada de eso importaba. Íbamos a ir en todo caso.» Nunca hubo verdadera confianza o alguna verdad real en una justificación de la guerra. Fue simplemente cosa de venderla como si fuera una pastilla de jabón, y ahora, bueno ésta es la verdad. No importó que no tuviera armas de destrucción masiva, Básicamente dijo que tuvo que ir. Y así lo hizo.
MADDOW: El vicepresidente también, en su última entrevista, deja constancia de que admite haber autorizado el waterboarding. Obviamente piensa que es legal y cómo usted ayudó a documentar, el gobierno de Bush se esforzó hasta el extremo por hacer que pareciera ser algo legal. Pero ¿no sería posible comprobar fácilmente si tiene razón si se presentaran acusaciones de crímenes de guerra?
SUSKIND: Definitivamente. Ya sabe, dejemos de nuevo en claro lo que está ocurriendo. El presidente y Karl Rove continúan con el mismo guión. Posiblemente Cheney esté pensando en su propio legado cuando dice: «Excelente, como sea la mayor parte de la gente cree en este asunto. Vengan conmigo. Lo que hicimos fue. Sí, waterboarding es algo que consideramos, que pensamos exhaustivamente, que aprobamos a los niveles más altos. Es indiscutiblemente tortura.»
¿Qué significa eso? EE.UU. aprueba la tortura. La Casa Blanca de EE.UU. aprobó, colocó un tic en el sitio apropiado y dijo: «Adelante a todo vapor.»
Ahora bien, lo que es importante en esto, es que recién sale a la luz al final del así llamado «tiempo operativo,» el presidente sigue en su puesto, provee una oportunidad, hablando históricamente, de que haya un verdadero debate sobre el curso de la condición del Estado. Se supone que las democracias funcionen realmente de esa manera.
Las profecías auto-correctivas en una democracia, es lo brillante, Rachel, lo que hace que la democracia sea algo tan especial. Eso en toda suerte de tiempo presente, lo vamos a corregir, cuando algo ha andado mal o por lo menos iniciaremos el proceso de decir: «Eh, mira, aquí en EE.UU. se trata de un experimento inacabado en democracia. Hacemos, francamente, lo posible por una unión más perfecta. Es lo que hacemos aquí. Nos preocupamos de esos temas.»
Y en cierto modo, el vicepresidente está abriendo las puertas para eso. Veamos qué pasa.
MADDOW: Sí. La clave, sin embargo es que la corrección realmente ocurra. Y la gente presionó para que pasara.
Ron Suskind, autor y periodista galardonado con el Premio Pulitzer, muchas gracias por su tiempo esta noche. Es siempre un placer tenerlo en este show.
SUSKIND: El placer es mío.
MADDOW: Quisiera mencionar que el último libro del señor Suskind es: «The Way of the World: A Story of Truth and Hope in an Age of Extremism»