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El gobierno tripartito de izquierdas catalán también firma Expedientes de Regulación de Empleo

Desolación en la plantilla de Frape-Behr tras la legalización del ERE por la Generalitat

Fuentes: Rebelión

Ayer se conoció la decisión de la Generalitat de Catalunya de legalizar el Expediente de Regulación de Empleo para la empresa Frape-Behr de Barcelona. Con esta decisión se reduce el número de trabajadores que serán despedidos de 295 a 92 pero se legaliza un ERE que reduce los 45 días de indemnización a 20 y […]

Ayer se conoció la decisión de la Generalitat de Catalunya de legalizar el Expediente de Regulación de Empleo para la empresa Frape-Behr de Barcelona. Con esta decisión se reduce el número de trabajadores que serán despedidos de 295 a 92 pero se legaliza un ERE que reduce los 45 días de indemnización a 20 y el máximo de 42 mensualidades a 12. Algo que para el Comité de Huelga es inadmisible, que no puede permitir el despido de 92 compañeros con esas condiciones y que sigue creyendo que la solución pasa por la negociación para que las bajas sean voluntarias. Pero la decisión de la Generalitat va a recrudecer las posturas tanto de los trabajadores como de la empresa ya que no contenta a ninguna de las partes.

Frape-Behr es una empresa multinacional alemana que fabrica equipos de climatización y refrigeración para automóviles y que está situada en la Zona Franca de Barcelona. En los últimos años, con la intención de conseguir más beneficios, realizó una gran expansión mundial hacia el Este de Europa (Chequia, Eslovaquia, Polonia), Brasil, México, China… Esto repercutió negativamente en los centros de trabajo de Barcelona y Alemania por el desvío de la producción hacia esos países.

En Barcelona, durante los últimos años, se había conseguido firmar buenos convenios colectivos y por eso estaban en el ojo del huracán. Por ejemplo, en 2002, tras una fuerte negociación y 1 año de pelea se había llegado al acuerdo de incrementar la productividad para dar una viabilidad a la empresa y una congelación salarial para 2006-07; algo que entendían como una bajada del coste salarial para la empresa de un 18%. Este acuerdo fue, además, sancionado por la Generalitat.

Pero una vez firmado el Acuerdo los sindicatos detectaron que la empresa no estaba cumpliendo con su parte de adquirir más cantidad de trabajo, algo denunciado ante la Generalitat. En abril de 2007 en una reunión entre Comité de Empresa, Generalitat y dirección de la empresa tan solo se oyeron excusas de esta última y la amenaza de seguir haciendo recortes así como las bajadas de sueldos de un 30% para asegurar su viabilidad. Tras el verano los trabajadores se encontraron con una amenaza ya real: un Expediente de Regulación de Empleo para 295 trabajadores, casi todos del taller productivo, de un total de 495 de plantilla. Se trató de discutir un plan alternativo pero no se llegó a ningún acuerdo.

Ante esta situación desde el Comité de Empresa se decidió la discusión del ERE en lo relativo a las cantidades y las indemnizaciones. Pero la empresa se negó y todo quedó pendiente de la decisión de la Generalitat que se produjo ayer en las condiciones mencionadas.

La batalla de los trabajadores de Frape-Behr es larga pero se recrudeció después del verano. Su lucha saltó a los medios de comunicación durante estas pasadas fiestas de diciembre cuando decidieron encerrarse en la fábrica. Otras luchas anteriores, como la protagonizada en el parque de la Ciudadela el pasado 2 de diciembre, habían sido silenciadas.

Antes de la decisión de la Generalitat las negociaciones se encontraban rotas y la fábrica parada. Además la respuesta de la empresa había sido el despido disciplinario de 6 trabajadores y que fue puesto en la mesa de negociación para intentar rebajar las exigencias de los trabajadores.

En estos momentos entre la plantilla cunde el desánimo porque el tripartito de izquierdas de la Generalitat ha dado por bueno el Expediente de Regulación de Empleo que afecta a 92 trabajadores y con una rebaja importante en las condiciones económicas para los despedidos. Desde el Comité de Huelga creen que esta postura está claramente orientada a defender los intereses de la multinacional y han decidido seguir luchando por sus puestos de trabajo.