El día 10 de octubre de 2007, en la finca «El Baldío de Casatejada», tras 5 horas de trabajo un pequeño grupo de trabajadores magrebíes deciden haber un alto de unos minutos en sus labores de la recogida del pimiento. Tal acto no puede ser permitido por el capataz que inmediatamente amenaza a los trabajadores […]
El día 10 de octubre de 2007, en la finca «El Baldío de Casatejada», tras 5 horas de trabajo un pequeño grupo de trabajadores magrebíes deciden haber un alto de unos minutos en sus labores de la recogida del pimiento. Tal acto no puede ser permitido por el capataz que inmediatamente amenaza a los trabajadores con quitarles la media hora del descanso del jornal o que no se molesten en ir al día siguiente a trabajar. Evidentemente los trabajadores no aceptan este atropello y se niegan por lo que los trabajadores han sido despedidos.
Este acto puede suponer un claro ejemplo de discriminación cultural pues esta situación se da en los últimos días del Ramadán, que según la tradición musulmana no permite comer y beber durante las horas de sol. Además de no tener en cuenta las costumbres de los trabajadores y vulnerar sus derechos de religiosidad el despido ha sido trasladado a todo el colectivo magrebí cuando no todos llevaron a cabo el descanso.
Este hecho también constituye una violación del convenio de 9 de agosto de 2007 del «Campo de la comunidad Autónoma de Extremadura». Expte.: 81/007/2007 en el que, como mucho, se consideraría este hecho como una falta leve por lo que el despido viene a ser una sanción totalmente desproporcionada. Claramente estamos ante un caso de despido improcedente tanto vulnerar los derechos de los trabajadores como por incumplimiento del convenio.
Así pues, también recalcar que ante la falta de convenios en Extremadura que se sigan ignorando e incumpliendo suponen un retroceso en los logros labores conseguidos hasta hoy, que las empresas deseen seguir ninguneando a los trabajadores es algo que no podemos permitir por ello todos estos casos deben ser expuestos y no se deben permitir más atropellos a los derechos de los trabajadores ni el desprecio a sus costumbres y sus creencias.
Ante esta situación CNT y Cáceres Acoge trabajan para la resolución de este conflicto.