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Confirma el FBI que más de mil funcionarios federales, estatales y locales son investigados por corrupción

Día del adiós en Washington; se fueron Rumsfeld, conservadores y neoconservadores

Fuentes: La Jornada

Fue un día de adioses, de despedida del Congreso, el alejamiento del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, del adiós a líderes conservadores y neoconservadores y el fin del disimulo de que todo anda bien en Bushlandia con la obligada confesión colectiva de que Estados Unidos está perdiendo la guerra en Irak. Este viernes fue el […]

Fue un día de adioses, de despedida del Congreso, el alejamiento del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, del adiós a líderes conservadores y neoconservadores y el fin del disimulo de que todo anda bien en Bushlandia con la obligada confesión colectiva de que Estados Unidos está perdiendo la guerra en Irak.

Este viernes fue el último día del monopolio republicano sobre el poder federal, que duró seis años, y al cerrarse la temporada de obras políticas se deja atrás una larga lista de logros: legalización de la tortura, anulación del habeas corpus, escudo legal para evitar que los políticos sean responsabilizados de crímenes de guerra, autoridad para encarcelar a cualquiera caracterizado de «enemigo» del gobierno, planes para un muro fronterizo, abandono de una famosa ciudad, elevación de la religión y devaluación de la ciencia, concentración de la riqueza y un desastre en Irak; y para acabar, los ricos se hicieron más ricos.

Los logros del monopolio republicano ofrecen un mosaico que revela un panorama de la coyuntura actual en Estados Unidos. Algunos aspectos se pueden ofrecer en una especie de numeralia anotada.

En la guerra, según cálculos recientes, han muerto más de 600 mil civiles iraquíes. El número de soldados estadunidenses fallecidos a partir de hoy: 2 mil 901; hay más de 20 mil heridos. Los gastos de la guerra son más de 400 mil millones de dólares.

En Irak hay un contratista por cada 1.5 soldados (100 mil en total), que trabaja para una amplia gama de empresas que han ganado millones en este conflicto ofreciendo servicios de infraestructura, capacitación, seguridad privada y servicios a las fuerzas armadas de ocupación.

Rumsfeld se despidió hoy del Pentágono, donde ofreció un último intento para defender la guerra y abogar por continuar con más de lo mismo. Salir «precipitadamente», advirtió, inyectaría «inestabilidad en la situación allá en ese país (Irak), en esa región, eso, creo yo, sería un error terrible», e insistió por la «paciencia».

Todo esto un día después de que el Grupo de Estudio de Irak concluyó que toda la estrategia de Rumsfeld y su jefe había provocado un desastre tal vez sin remedio.

A la vez, aquí en casa, dos representantes federales, un alto funcionario y uno de los cabilderos republicanos más poderosos están en la cárcel, y otros más continúan bajo investigación como resultado de actos de corrupción.

Además de ellos, la Oficina Federal de Investigaciones informó que más de mil funcionarios federales, estatales y locales han sido fiscalizados por corrupción en Estados Unidos en los últimos dos años.

En otro frente, por lo menos hay tres demandas legales contra Rumsfeld, los generales encargados de la guerra y el procurador general Alberto Gonzales, por tortura de detenidos en la llamada «guerra contra el terror», incluyendo una a nombre de un ciudadano estadunidense.

El Centro de Derechos Constitucionales está promoviendo otra ante los tribunales de Alemania, mientras que la Unión Americana de Libertades Civiles y Human Rights Watch promueven una a nombre de nueve detenidos, y hay otra en el caso contra José Padilla, estadunidense encarcelado en instalaciones militares en este país.

En el frente doméstico, Nueva Orleáns permanece como ciudad devastada más de un año después del paso del huracán Katrina, con sólo la mitad de la población que tenía antes del desastre.

Permanecen decenas de miles de refugiados distribuidos por todo el país, más otros dentro de una ciudad que aún no puede ofrecer servicios médicos, educativos y otros a su población.

Estados Unidos mantuvo el primer lugar en por lo menos un rubro, la tasa de población encarcelada, con más de 2 millones de sus ciudadanos en la prisión y uno de cada 32 ciudadanos en algún lugar dentro del sistema penal (encarcelado o bajo libertad provisional o condicional).

Mapa de la riqueza

Mientras, continuó la tendencia de concentración de la riqueza; el salario mínimo no se ha incrementado durante una década, los ingresos de los trabajadores sólo se han incrementado 2 por ciento mientras la productividad se ha elevado 80 por ciento en los últimos 25 años, con 50 por ciento de ingreso total nacional concentrado en el 10 por ciento más rico (en gran medida, en el uno por ciento más rico), informó Ron Blackwell, economista en jefe de la central obrera AFL-CIO, a La Jornada.

Se elevó aún más la presencia de Dios en la política, y éste giró instrucciones a republicanos conservadores de que continúen su lucha contra los gays, el aborto y la ciencia (en particular contra Darwin).

Lamentablemente no pocos de los más fieles a los valores autoproclamados sagrados pecaron contra su propia fe, y un representante federal, varios reverendos y otros cedieron a la tentación de menores de edad, mujeres que no eran sus esposas y hasta personas del mismo género; cayeron en desgracia y provocaron dudas sobre su insistencia de que son agentes en misión divina.

Hubo un gran intento para responsabilizar a los más pobres y vulnerables de esta sociedad ­los migrantes­ de todos los problemas sociales y económicos incluyendo salud, educación, crimen, empleo, deterioro cultural y hasta de ser invasores, y los más nostálgicos de la guerra fría soñaron con reconstruir el muro de Berlín en la frontera con México, y ese símbolo es lo último que ofreció el liderazgo republicano al mundo en nombre de la «libertad».

La lista de logros es mucho más larga. Falta eso de cómo el voto no se cuenta, fraudes electorales ­perdón, fallas del sistema electoral­, el uso de fondos federales para proyectos de «cuates» del equipo presidencial y sus aliados en el Congreso, los intentos para doblegar a regímenes enemigos (antes se le llamaba «intervención) en varias regiones del planeta en el esfuerzo para promover algo llamado «democracia», el retiro de Estados Unidos de convenciones internacionales en los rubros de diplomacia y acceso consular, medio ambiente, y cultura, y tanto más.

Pero este largo adiós sólo es una bienvenida a casi todos los mismos que regresarán en 2007, varios cambiados de lugar y oficina, pero con las mismas caras; y por el momento, aunque existe un superávit de promesas para el «cambio», hay déficit de credibilidad de que esta cúpula política tendrá voluntad, valentía y las ideas para cambiar el rumbo de esta nación.

De hecho, el fin de esta temporada aquí, en el gran juego de la política nacional, sólo marca el comienzo de la temporada de las elecciones presidenciales de 2008, donde temas tan importantes como la guerra, la migración, la corrupción, el sistema electoral y las libertades constitucionales suelen ser reducidas en fichas sobre un tablero político-electoral, y no asuntos que para millones son de vida o muerte.

En sólo unos cuantos días, a principios de enero, se convocará a todos los jugadores y el juego se reiniciará. Durante este breve intermedio, todos podrán quedarse maravillados con lo que se logró en Washington este año, y esperarán con ansias las sorpresas que seguramente ofrecerá esta capital para 2007.