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Diez argumentos borbónicos en pro de la III República

Fuentes: Rebelión

La II Restauración ha sido, sin atisbo para ninguna vacilación, un diseñado y protegido Régimen político al servicio de los poderes oligárquicos de siempre o de casi siempre. En caída acelerada y no uniforme. Los argumentos, que toman pie en sus propias consideraciones y maniobras, se agolpan y ayudan a vindicar la III República y […]


La II Restauración ha sido, sin atisbo para ninguna vacilación, un diseñado y protegido Régimen político al servicio de los poderes oligárquicos de siempre o de casi siempre. En caída acelerada y no uniforme. Los argumentos, que toman pie en sus propias consideraciones y maniobras, se agolpan y ayudan a vindicar la III República y un referéndum urgente sobre la forma de Estado. No es admisible democráticamente de ninguna de las maneras que nos cuelen un nuevo Borbón, el hermano de doña Cristina, el hijo del monarca de negocios turbulentos-más-que-turbulentos.

Diez argumentos de matriz borbónica, sin añadidos propios:

1. Censura a la portada del último El jueves. La segunda si no recuerdo mal. Incomprensible pero real como el republicanismo de amplios sectores de los pueblos de Sefarad.

2. El gobierno del PP busca vías para proteger judicialmente a Juan Carlos I (no sería de extrañar que el PSOE, otro motor de esta nueva movida, facilitara la tarea) cuando abdique formalmente dentro de pocos días. La fórmula de protección podría incluirse en la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial o en una ley específica (para evitar demoras, hay urgencia de ello).

¿Quiénes aprobarán, quiénes votarán a favor de esa ley?

3. Narración de José Manuel García-Margallo, el actual ministro de Exteriores. Tras su nombramiento, el Rey le entró su número de teléfono privado. «Es mi móvil personal, no dudes en llamarme las 24 horas del día si me necesitas». Añadió: «Quiero que todos mis viajes tengan contenido práctico, que me acompañen las empresas con intereses importantes en el país a visitar».

¿Se capta el pragmatismo y economicismo del Rey Borbón?

4. El Rey, cuenta Miguel González en el cada vez más vomitivo global-imperial-borbónico-hasta-la-náusea, sabía que había metido la pata por el insulto al presidente bolivariano (¿lo sabía realmente?). En julio de 2007, invitó al presidente Chávez a Palma de Mallorca, al palacio Real de Marivent. Al término del almuerzo le comentó al revolucionario venezolano que tenía un recuerdo para él. Se lo entregó: una camiseta grabada con la foto del «¿por qué no te callas?». Se la había regalado Bush II le comentó.

Según MG, el presidente Chávez se echó a reír. ¡Qué iba a hacer! ¿Qué pensaría por dentro?

5 .Resultado de una encuesta entre las 2.000 primeras marcas exportadoras del país: Juan Carlos I ha sido el mejor apoyo para abrirse paso en mercados extranjeros, junto a las oficinas comerciales y el servicio exterior. Ejemplo del apoyo: el AVE del desierto.

¿Gratis total?

6. Doña Trinidad Jiménez, ex de Exteriores, dirigente «socialista» en acto: «No creo que haya nadie en el mundo que tenga una agenda tan completa y heterogénea y que la maneje con tanta eficacia.»

¿Qué tipo de eficacia?

7. Porcentaje aproximado de diputados que votarán a favor del proyecto de ley de abdicación, del primer paso del diseño de esta nueva transición-transacción nada inmaculada ni modélica: en torno al 90%.

¿Representan la voluntad popular? 15M, 22M, otros movimientos sociales: no, que no nos representan, que no.

8. Despedida empresarial: «los empresarios despiden al Rey con vítores y una larga ovación». Juan Carlos I, el suegro del yernísimo: «Seguid adelante, siempre estaré a vuestro lado.» Algunos nombres que estuvieron en la ceremonia de entrega del Premio Reino de España (y XVI de Alemania): Mónica de Oriol, Antonio Basagosti, De Guindos, Marcelino Oreja y Rosa María García.

Y, por supuesto, don Juan Luis Cebrián. Arcadas, más arcadas,…

9. Último paseíllo del Rey: Juan Carlos I, aplaudido por don Wert y don Ignacio González, buen conocedor de la fiesta donde se matan y torturan a toros (para algunos y algunas, la fiesta nacional-borbónica por excelencia), recibió el pasado miércoles la ovación general de la afición en la corrida de la Beneficiencia. Conoce bien el paño y el patio según parece.

Había que haberlo visto. Por de pronto, Fandiño, un torero vasco, no estimó oportuno brindarle la muerte de sus dos toros. No era fácil negarse.

10. Los Borbones, la Casa Real en pleno, incluido el príncipe Felipe y acaso su señora esposa, se niegan en redondo, a que la ciudadanía puede elegir directamente la forma de Estado.

¿Demócratas de toda la vida? ¿De verdad?

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.