Los detenidos en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo (Cuba) comenzaron una huelga de hambre. Llos detenidos piden que se les libere o se les someta a juicio. Según informaciones de la prensa internacional, al menos 200 hombres participan de la huelga, la segunda en el centro de detención en los últimos meses. […]
Los detenidos en la base naval de Estados Unidos en Guantánamo (Cuba) comenzaron una huelga de hambre. Llos detenidos piden que se les libere o se les someta a juicio.
Según informaciones de la prensa internacional, al menos 200 hombres participan de la huelga, la segunda en el centro de detención en los últimos meses. Las autoridades estadounidenses afirman que los huelguitas son apenas 76.
El centro de detención empezó a operar tras la invasión a Afganistán en 2001, liderada por Estados Unidos, en la primera fase de la llamada «guerra contra el terror». Más de 550 prisioneros de varios países se encuentran en Guantánamo desde hace varios años, sin que su situación legal se defina.
Amnistía Internacional y la ONU han divulgado documentos con denuncias de torturas, violencia y manipulación de confesiones en la base de Guantánamo. En uno de los documentos, las organizaciones piden incluso el inmediato cierre del centro de detención.
La primera huelga de hambre en la base militar ocurrió en julio. La manifestación terminó tras la promesa de las autoridades de Estados Unidos que iban a conversar con los detenidos, pero no cumprieron la promesa.
Según la organización de defensa de los derechos humanos Center for Constitutional Rights (Centro para los Derechos Constitucionales), cuyos abogados representan a muchos de los prisioneros, dijo que uno de ellos escribió un testamento anticipando su muerte. El ejército de Estados Unidos reconoció que muchos reclusos se están negando a recibir alimentos.
En la huelga anterior, los que rehusaban a alimentarse desistieron de la medida luego de que el Pentágono se comprometiera a agilizar el proceso. Sin embargo, los detenidos aseguran que la institución incumplió su promesa. También dicen que el Pentágono desoye sus quejas de maltratos en la cárcel.