El Osama ben Laden de América Latina pronto andará suelto en Miami. Confeso agente de la CIA desde principios de los años 60, Luis Posada Carriles es un prófugo de la justicia en Venezuela, donde tiene pendiente 73 cargos de asesinato calificado relacionado con la voladura de un avión de pasajeros el 6 octubre de […]
El Osama ben Laden de América Latina pronto andará suelto en Miami. Confeso agente de la CIA desde principios de los años 60, Luis Posada Carriles es un prófugo de la justicia en Venezuela, donde tiene pendiente 73 cargos de asesinato calificado relacionado con la voladura de un avión de pasajeros el 6 octubre de 1976.
El gobierno de George W. Bush anunció que el 24 de enero revisaría su estatus como detenido. Su currículo del terror incluye asesinatos, torturas y sabotaje por más de cuatro décadas. Además del papel que jugó en el derribo del avión de pasajeros, Posada es el autor intelectual de una serie de explosiones en Hoteles y restaurantes de La Habana que causaron la muerte de un turista italiano en 1997. En el 2004, fue condenado por una corte panameña por tratar de colocar explosivos en un auditorio repleto de estudiantes durante el discurso que iba a pronunciar el Presidente cubano Fidel Castro en la Universidad de Panamá.
Posada ingresó a los Estados Unidos ilegalmente en marzo del año pasado. En vez de detenerlo inmediatamente, el Departamento de Seguridad de la Patria le permitió que anduviera libremente por las calles de Miami, y que se pasara semanas descansando en un apartamento de lujo.
Desde mayo de 2005, Venezuela solicitó formalmente a los Estados Unidos la detención preventiva a fines de extradición para enjuiciarlo por homicidio calificado en Caracas. Sin embargo los Estados Unidos han hecho caso omiso del pedido de extradición.
Durante una extraña conferencia de prensa ese mismo mes en Miami, Posada se vanaglorió de que el gobierno de los Estados Unidos ni siquiera lo estaba buscando. Avergonzado por la burla de Posada en la televisión nacional, el Departamento de Seguridad Patria lo detuvo pocos minutos después.
Antes de que comenzara el litigio, los funcionarios del Departamento de Seguridad Patria anunciaron que Posada no sería enviado a Cuba ni a «ningún país que actuara en nombre de Cuba». Una sutil referencia a Venezuela. ¡Increíblemente el gobierno de los Estados Unidos ya había llegado a su decisión antes de que el caso llegara a juicio!
Al negarse a extraditar a Posada Carriles, los Estados Unidos están al borde de anular tres tratados diferentes de extradición: acuerdos que son especialmente importantes para los Estados Unidos después del 11 de septiembre, en la medida en que intentan proteger a sus propios ciudadanos del terrorismo. La solicitud formal de extradición del terrorista Luis Posada Carriles está sustentada en tres tratados: el de 1922 entre Venezuela y Estados Unidos; «Convenio para la Represion de Actos Ilicitos contra la Seguridad de la Aviación Civil», suscrito en Montreal el 23 de septiembre 1971, por ambas partes, y el «Convenio Internacional para la Represión de los Atentados Terroristas Cometidos con Bombas», adoptado por la ONU el 15 de diciembre de 1997.
Los Estados Unidos han convertido el caso de Posada en un trámite común de inmigración, acusándolo solo de haber ingresado ilegalmente al país. La razón es la siguiente. Un reglamento federal que es poco conocido prohíbe la detención indefinida de inmigrantes indocumentados. En otras palabras, si el gobierno no puede deportar a un indocumentado en un plazo razonable, está obligado a liberarlo. Sin embargo, ese reglamento no aplica a los terroristas. Esta es la razón por la cual el gobierno ha esquivado el uso de la palabra «terrorista» con el caso de Luis Posada Carriles.
Existen suficientes leyes en los Estados Unidos para mantener preso a este terrorista. Lo que hace falta es la voluntad política de hacerlo. Desde el comienzo de este drama, George W. Bush ha querido proteger y no procesar a este terrorista.
Hay un cínico doble estándar en toda esta historia. No se puede luchar una guerra contra el terrorismo «a la carta», combatiendo a los terroristas enemigos, y protegiendo a los terroristas amigos. El terrorismo es terrorismo. y punto.
Los familiares de los pasajeros a bordo de la nave de pasajeros que Posada Carriles derribó en las aguas de Barbados el 6 de octubre de 1976, piden justicia. Piden que el hombre responsable por el asesinato de esas 73 personas inocentes sea procesado por asesinato en primer grado, y no que se le acuse simplemente de ingreso ilegal a los Estados Unidos.
Pregunto:
¿Cómo se sentirían los familiares de las victimas del 11 de Septiembre si Pakistán detuviera a Osama bin Laden al cruzar a caballo la frontera con Afganistán. y se negara a extraditarlo a los Estados Unidos por asesinato, acusándolo solo de haber cruzado la frontera ilegalmente?
*José Pertierra es abogado, representante del gobierno de Venezuela para la extradición de Luis Posada Carriles
Traducción para Cubadebate de Isabel Perea