Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens
Es costumbre que el Congreso de EE.UU. apruebe resoluciones alabando a Israel en el aniversario de su fundación en 1948. Otrora esas resoluciones eran inocuas con referencias a «hacer que el desierto florezca» y «congregar» a los refugiados judíos, el manifiesto estándar «pro Israel». Ya no es así.
En los últimos años el Congreso, con la entusiasta ayuda del lobby de Israel, ha combinado saludos y congratulaciones con un lenguaje cada vez más estridente sobre terrorismo, palestinos y ahora Irán. (Para un excelente análisis de cómo el concepto de ser «pro Israel» ha degenerado en los últimos años, vea este inteligente artículo de Michael Koplow, director de programa del Instituto Israel en la Universidad Georgetown).
Una de esas resoluciones de aniversario que se está considerando ahora en el Senado, con 79 patrocinadores, y que seguramente se aprobará, es la Resolución 65 del Senado, propuesta por los senadores Robert Menéndez (demócrata) y Lindsey Graham (republicano), dos partidarios incondicionales del lobby. Fue aprobada ayer por el Comité de Relaciones Exteriores del Senado.
La Resolución comienza con cinco cláusulas de retórica estándar, señalando que «desde su establecimiento hace casi 65 años, el moderno Estado de Israel ha… forjado una nueva y dinámica sociedad democrática que incluye «libertad de expresión, asociación y religión; una vigorosa prensa libre; elecciones libres, justas y abiertas; el Estado de derecho; un aparato judicial totalmente independiente y otros principios y prácticas democráticas…» El menú de costumbre.
Luego, sin transición, sigue con 14 cláusulas que condenan a Irán con citas del desagradable lenguaje del presidente Mahmud Ahmadineyad sobre Israel, sus repetidas negaciones del Holocausto, las violaciones de los derechos humanos de la República Islámica y la amenaza que aparentemente plantea su programa nuclear.
Y continúa con 13 cláusulas que citan las repetidas promesas del presidente Obama de no permitir que Irán logre un arma nuclear junto con las del propio Congreso, que son aún más agresivas.
Todo esto es solo la preparación de la declaración que dice que si Israel va a la guerra contra Irán, EE.UU. debería sumarse a la lucha. La resolución dice:
Si el gobierno de Israel se ve obligado a emprender una acción militar en legítima defensa contra el programa de armas nucleares de Irán, el Gobierno de EE.UU. debe apoyar a Israel y suministrar, de acuerdo con la ley de EE.UU. y la responsabilidad constitucional del Congreso de autorizar al uso de fuerza militar, apoyo diplomático, militar y económico al Gobierno de Israel en la defensa de su territorio, pueblo y existencia.
A primera vista no parece tan terrible. Después de todo, limita específicamente nuestro compromiso en una situación en la cual «Israel se vería obligado a emprender una acción en legítima defensa…»
Pero la «autodefensa» no es ninguna limitación. EE.UU. ha considerado «autodefensa» las principales acciones militares israelíes (recientemente dos guerras en Gaza) con la declaración frecuentemente repetida de que EE.UU. «apoya enteramente el derecho de Israel a defenderse». Si se combina eso con el lenguaje del presidente Obama excluyendo la contención de un Irán nuclear queda perfectamente claro que cualquier ataque de Israel a Irán será considerado autodefensa por EE.UU.
Resumiendo, la resolución Graham-Menéndez dice a Israel que si va a la guerra, contará con nuestro respaldo.
El problema en este caso no es que el Congreso esté diciendo que EE.UU. apoyaría a Israel si hubiera alguna probabilidad de que pudiera resultar derrotado en una guerra con Irán o cualquier otro. Eso es obvio y ha sido así desde 1973 cuando el ejército de EE.UU. se puso en alerta máxima después del ataque conjunto egipcio-sirio a Israel.
No, lo importante de esta resolución es decir a Israel que puede ir a la guerra contra Irán con la seguridad de que si se mete en líos EE.UU. intervendrá y terminará la tarea. Los halcones israelíes necesitan esa seguridad porque en general se entiende que Israel no puede destruir por sí solo las instalaciones nucleares de Irán. Solo puede intentarlo si sabe que EE.UU. lo apoya por si acaso.
La intención de esta resolución es eliminar cualquier duda de Israel antes de iniciar una guerra que no puede ganar. Israel no lo hará. Menéndez, Graham y compañía les dicen que no se preocupen. Háganlo y nosotros también participaremos.
M.J. Rosenberg es Socio Sénior de Política Exterior en Media Matters Action Network. Previamente trabajó en el Congreso para varios miembros demócratas de la Cámara y del Senado durante 15 años. También fue un designado político de Clinton en USAID. A principios de los años ochenta fue editor del semanario de AIPAC Near East Report. De 1998 a 2009 fue director de política en Israel Policy Forum. Twitter: www.twitter.com/mjayrosenberg
Fuente: http://www.huffingtonpost.com/mj-rosenberg/senate-resolution-us-will_b_3099788.html
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