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EEUU busca liquidar la Comisión de Derechos Humanos de la ONU

Fuentes: IPS

Estados Unidos apresura la aprobación en la ONU del Consejo de Derechos Humanos, acorde a sus intereses, ante el riesgo de una condena por los abusos cometidos contra prisioneros en su base de Guantánamo, afirmó un alto funcionario de la cancillería cubana

Esa nueva entidad de la ONU (Organización de Naciones Unidas), actualmente en discusión para su aprobación, sustituirá a la Comisión de Derechos Humanos que durante seis semanas sesiona entre marzo y abril de cada año en Ginebra.

«Evitar otra sesión de la Comisión de Derechos Humanos es una prioridad para los países del Norte tras los informes sobre la situación en Guantánamo», dijo en entrevista con IPS el director de Asuntos Multilaterales del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, Rodolfo Reyes.

Justamente, un reporte de la ONU conocido a mediados de febrero insta a Estados Unidos a cerrar la prisión de Guantánamo, su base naval enclavada en territorio cubano y distante más de 1.000 kilómetros al sudeste de La Habana.

El informe, que es el resultado de una investigación realizada por expertos designados por la Comisión del foro mundial con sede en Ginebra, considera el trato dado a los prisioneros en ese recinto militar una violación de sus derechos humanos y en algunos casos constituye tortura.

Una resolución sobre el tema ya presentada por Cuba el año pasado no fue aprobada por la Comisión, que en cambio acogió favorablemente un texto introducido por Washington que pide se dé seguimiento a la situación de las libertades fundamentales en esta nación caribeña.

Reyes evitó confirmar si La Habana presentaría una nueva moción sobre el caso Guantánamo en una eventual sesión de la Comisión de Derechos Humanos este año, aunque reafirmó «el compromiso» de su país con un asunto al que calificó de «una de las más grandes aberraciones y violaciones a los derechos humanos».

En todo caso, es evidente que Estados Unidos y sus aliados «no quieren correr el riesgo de que se promuevan allí iniciativas y resoluciones para detener y frenar estas prácticas», señaló.

La Asamblea General de la ONU dio plazo hasta septiembre para adoptar una decisión sobre el nuevo organismo de derechos humanos, sin embargo «Estados Unidos y algunos países de la Unión Europea (UE) quieren forzar una decisión antes del 28 de febrero», dijo.

El funcionario cubano aseguró a IPS que Washington trabaja activamente para lograr una votación pronta y favorable a cualquier costo, a contrapelo de que aún hay muchos puntos que discutir sobre el diseño del Consejo de Derechos Humanos, sustitutivo de la Comisión.

Cuba coincide con la idea de reformar la Comisión, que a su juicio alcanzó sus límites y carece de credibilidad. «Pero debe ser cambiada por un órgano realmente democrático, que no es precisamente lo que se está intentando crear ahora», indicó Reyes.

En su opinión, hay que crear un organismo que ponga fin a «la manipulación política» y deje de ser «tribunal inquisidor contra países del sur» en el cual, al mismo tiempo, resulta «imposible adoptar resoluciones sobre Guantánamo».

Deben existir «criterios claros para la adopción de resoluciones sobre países», a fin de evitar que se sigan manteniendo en el nuevo organismo las «prácticas inaceptables de manipulación» como las ocurridas en el caso de Cuba», puntualizó Reyes.

El gobierno cubano de Fidel Castro ha rechazado de modo sistemático todas las mociones de censura por su historial de derechos humanos aprobadas en la Comisión de la ONU desde 1990, con la única excepción de 1998. A juicio de Reyes, se trata de «injustas» resoluciones impuestas por Washington.

En ese sentido, «mi país exige que el Consejo adopte criterios claros y, antes de imponer un enfoque de confrontación, satanización y condena contra un estado, se agoten todos los esquemas de cooperación que eviten llegar a este extremo», señaló.

Opinó también que debería quedar claramente establecido cuál sería la mayoría necesaria para adoptar una resolución de este tipo, «que tendría un carácter excepcional» y juzgaría violaciones masivas y flagrantes de los derechos humanos.

«No cabe la menor duda de que ese no es el caso de Cuba», afirmó.

Asimismo, La Habana estima necesario que el mecanismo de revisión universal, que se propone en el Consejo para analizar la situación de los derechos humanos en todos los países, «no sea utilizado para sustentar estas acciones políticamente motivadas contra los países del Sur y naciones como Cuba».

«Que se abra un diálogo genuino, que se busque y dedique cada vez mayor cantidad de recursos a la promoción y a la educación en materia de derechos humanos, en vez de al monitoreo dirigido a la condena» por motivos de «dominación geopolítica», indicó.

Cuba cuestiona también el requisito de dos tercios de votación necesarios para ocupar un escaño en el Consejo de Derechos Humanos, que en su opinión debería tener 53 miembros, igual cantidad que conforma hoy la Comisión, y una distribución geográfica equitativa.

A Estados Unidos le bastará con un grupo minoritario de un tercio de los miembros de la Organización de las Naciones Unidas para impedir el ingreso de Cuba y otros países que «le molestan», advirtió Reyes.

En uno de sus párrafos, el proyecto de resolución de creación del ente establece que la membresía del Consejo estará abierta a todos los estados miembros de la ONU, pero se deberá tener en cuenta situaciones que constituyan una violación grave y sistemática de los derechos humanos.