El símbolo de la esclavitud en Estados Unidos forma parte de un pasado racista que volvió a renacer con el asesinato de nueve negros en Charleston, Carolina del Sur.
La insignia genera polémica entre los norteamericanos, ya que se usó en los tiempos de la Guerra Civil (1861-1865), el conflicto más sangriento que vivió ese país con unos 600.000 muertos.
Si bien Estados Unidos proclamó su independencia el 4 de julio de 1776, la esclavitud siguió formando parte de la vida cotidiana en las plantaciones algodoneras de Carolina del Sur, Mississippi, Florida, Alabama, Georgia, Luisiana y Texas.
La matanza de Charleston, ocurrida el 18 de junio, fue aparentemente protagonizada por Dylann Roof, un joven blanco de 21 que entró en una iglesia metodista y mató a nueve negros.
Después de ese hecho se publicaron varias fotos en la prensa en las que Roof aparece empuñando la bandera de la Confederación de los Estados del Sur.
También se lo ve en una fotografía con los números 88 ó 1488, escritos en la arena. Estos códigos suelen ser usados por los supremacistas blancos, según informes de la BBC de Londres.
Otra foto, difundida en un sitio web, muestra a Roof quemando la bandera estadounidense de las barras y las estrellas, durante una visita a una plantación de esclavos.
Como consecuencia de la matanza, la gobernadora de Carolina de sur, la republicana Nikki Haley, pidió a la Legislatura que retire la polémica bandera confederada que ondea desde 1962 en los edificios públicos.
El gobernador de Alabama, Robert Bentley, usó los poderes del Estado para quitar dicha insignia, representada por un aspa azul con estrellas blancas sobre un fondo colorado.
A pesar de estar vinculada al racismo, dicha bandera es vista por muchos habitantes de Carolina del Sur como un homenaje a los que cayeron durante la guerra civil estadounidense.
La enseña también está vinculada con los linchamientos de negros hasta bien entrado el siglo XX, al Ku Klux Klan y a los racistas que siguen surgiendo de un lado a otro de Estados Unidos.
«No estamos curados del racismo. Sigue siendo parte de nuestro ADN», admitió el presidente estadounidense, Barack Obama. «¿Cómo se cura un país que tiene el racismo en el ADN?», se preguntó el mandatario, al comentar el asesinato de nueve afroamericanos en Carolina del Sur.
Antes de llevar a cabo la matanza, Roof publicó un manifiesto en Internet en el que señala que «hay buena sangre latina que vale la pena salvar en Uruguay, Argentina, Chile e incluso Brasil. Pero aún así son nuestros enemigos».
En su foto de Facebook se lo ve con una campera que tiene estampada la bandera de Sudáfrica y Rodesia (actual Zimbabue), países en los que gobernaba una minoría blanca que despreciaba a los negros.
«La bandera confederada debe arriarse y guardarse en un museo, que es adonde pertenece», dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Aunque Obama señaló que las relaciones raciales han mejorado desde su llegada a la presidencia en 2009, Estados Unidos sufrió una ola de disturbios cuando fue asesinado Trayvon Martín, un adolescente negro de Florida, el 26 de febrero de 2012.
La esclavitud fue el motivo por el cual se creó el Partido Republicano en los años 50 del siglo XIX, y la figura más destacada de esa agrupación de entonces fue precisamente el abogado Abraham Lincoln.
Pero cuando este presidente tomó posesión de su cargo, los once estados confederados del Sur se declararon independientes de la Unión.
Durante el segundo año de la guerra civil, el 11 de enero de 1863, Lincoln declaró la ley de Emancipación que le otorgó la libertad a los negros en áreas aún controladas por la Confederación, inclinando a su favor el resultado de la contienda bélica.
«Cuando, de acuerdo a los sobrevivientes, Roof le dijo a las víctimas que los negros estaban ‘haciéndose cargo del país’ estaba expresando los sentimientos que unen a los blancos nacionalistas desde Estados Unidos a Canadá y Europa, Australia y Nueva Zelanda, dicen Morris Dees y Richard Cohen.
«A diferencia de la era de los derechos civiles, cuya meta principal era mantener a Jim Crow (las leyes estatales que impulsaban la segregación racial entre 1876 y 1965) en el sur estadounidense, los supremacistas blancos no tienen fronteras: ellos ven a una tribu blanca atacada por la gente de color a través del globo», señalan estos analistas en un artículo en The New York Times.
La bandera confederada, a la que se vincula con el sur opulento de las algodoneras estadounidense, suele aparecer en remeras y en otros objetos de la Unión como una reliquia de una pasado doloroso.
Solía vérsela en los recitales que daba el grupo de rock Guns and Roses en Europa y en América latina durante la década del 90.
Esta legendaria banda tiene un bella y triste canción llamada «Guerra civil» que menciona la antigua contienda bélica que libró el pueblo estadounidense, la lucha por los derechos civiles, el asesinato del presidente John F. Kennedy y la Guerra de Vietnam.
Está considerada una de las obras maestras de este grupo norteamericano, liderado por Axel Rose. La canción, entre otras cosas, señala: «Yo no quiero tu guerra civil: alimenta al rico mientras entierra al pobre…».