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EE.UU. destina más personal a perseguir y vigilar la aplicación del cerco contra la isla que a la lucha contra el 'terrorismo'

El bloqueo a Cuba también afecta a los norteamericanos

Fuentes: Prensa Latina

El bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba pretende ahogar a la nación cubana, pero al mismo tiempo perjudica al sector empresarial y pueblo norteamericanos. En el más reciente informe presentado por la Isla a la Asamblea General de Naciones Unidas para poner fin a ese asedio se estima que los daños […]

El bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos contra Cuba pretende ahogar a la nación cubana, pero al mismo tiempo perjudica al sector empresarial y pueblo norteamericanos.

En el más reciente informe presentado por la Isla a la Asamblea General de Naciones Unidas para poner fin a ese asedio se estima que los daños directos superan los 82 mil millones de dólares, con un promedio de mil 782 por año.

En ese monto no se incluyen más de 54 mil millones atribuibles a perjuicios a la infraestructura económica y social como consecuencia de numerosos actos terroristas organizados y financiados por Washington, ni el valor de los productos dejados de elaborar.

Invaluables resultan, además, los perjuicios sufridos por la carencia de alimentos, medicamentos o la muerte de un ser querido, como los 110 niños fallecidos a causa de la introducción del dengue hemorrágico en 1981.

Se suman también las más de tres mil 478 personas muertas y más de dos mil mutilados provocados por las accciones de terrorismo contra Cuba desde 1959.

Cálculos oficiales estiman que el 70 por ciento de la población de la isla nació y vive bajo las secuelas del cerco.

El bloqueo norteamericano se convierte cada vez más en un «boomerang» para los ciudadanos estadounidenses, a quienes se les prohíbe cualquier tipo de intercambio con los cubanos.

Tan solo en el pasado año dejaron de viajar a Cuba 51 mil 27 residentes en el país del norte -40,5 por ciento menos que en 2003-, y 316 fueron multados por la Oficina de Control de Activos Cubanos por «transgredir distintas disposiciones».

Al cierre de agosto las cifras de viajes disminuyeron la tercera parte comparado con igual período de 2004 y las sanciones se elevaron a 477. A estas últimas se le suma las impuestas de manera expedita, a diferencia de años anteriores, cuando se dilataba la notificación.

Con el recrudecimiento del asedio en mayo de 2004, el presidente norteamericano, George W. Bush, agudizó aún más las sanciones, incluyendo -por vez primera a los residentes cubanos en Estados Unidos.

Desde esa fecha, solo pueden viajar una vez cada tres años y únicamente pueden hacerlo los de mayor grado de consanguinidad familiar. Por esa causa, al cierre de ese período dejaron de viajar más de 64 mil personas.

El informe titulado «Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba» denuncia además que a los nacidos o residentes en ese país les está prohibido adquirir legalmente productos de origen cubano, incluso en un tercer mercado y para su consumo personal.

En la lista se incluyen el ron y el tabaco, reconocidos internacionalmente por su calidad. Su consumo puede significar multas de un millón de dólares para las corporaciones y de 250 mil y penas de cárcel de 10 años para las personas.

Como se ha revelado, el gobierno norteamericano destina más personal a perseguir y vigilar la aplicación estricta del cerco contra la isla que los destinados a la lucha contra el terrorismo.

Ante los innegables avances científicos, en la salud, educación e investigación de los cubanos, la administración Bush incrementa las negativas a los intercambios académicos, culturales, científicos y deportivos.

Entre los ejemplos contenidos en el documento aparece la cancelación de un evento cultural de la Galería de Arte Corcoran de Washington, patrocinado por la Sección de Intereses de Cuba, y la prohibición de viajar a dos prominentes investigadores.

Christopher Sheik, del Servicio Geológico de Estados Unidos, y Richard T. Buffler, geofísico de la Universidad de Austin, recibieron amenazas de ser multados si asistían a la Convención de Ciencias de la Tierra, a la cual fueron invitados.

Las pérdidas de ingresos por los efectos de la política de aislamiento, al igual que la creación de nuevos puestos de trabajo, son considerables también para la maltratada economía estadounidense.

Un estudio de junio de este año del Centro de Negocios e Investigaciones de la Universidad del Sur de Alabama, estima que la suspensión del bloqueo generaría 100 mil puestos de trabajo e ingresos por seis mil millones de dólares.

Si se levantan las sanciones, de acuerdo con el Grupo Brattle, del Centro de Política Internacional de Washington, a la economía norteamericana ingresarían anualmente entre mil 180 y mil 610 millones de dólares y se beneficiaría con 23 mil 20 nuevos empleos.

El pasado año, la resolución presentada por Cuba ante la ONU fue aprobada por 179 países, número que demuestra el rechazo total de la comunidad mundial a tan hostil política, ante el cual el Gobierno de George W. Bush permanece impasible.