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Sobre la acogida de Raúl Rivero en Madrid

El Capital los cría y ellos se juntan

Fuentes: Rebelión

Como niños con poeta nuevo. Altos y representativos miembros de nuestra clase dirigente movida sin duda por los ecos en sus almas de las campañas caritativas de antaño han sentado un poeta en su mesa. Se les ve felices y sonrientes en los asientos cual damas del ropero. P J, el anfitrión, con semblante de […]

Como niños con poeta nuevo. Altos y representativos miembros de nuestra clase dirigente movida sin duda por los ecos en sus almas de las campañas caritativas de antaño han sentado un poeta en su mesa. Se les ve felices y sonrientes en los asientos cual damas del ropero. P J, el anfitrión, con semblante de quien no cabe en sus tirantes de tanto gozo. Con la flor y nata de nuestra clase dirigente (se echó en falta las presencias directas de Polanco y Cebrián: suponemos que por causas de la sana competencia). Francisco Gónzalez todavía con el reflejo agradecido en su rostro a las llamas del Windsor que se llevaron al infierno sus papeles en Deloitte. Sin duda él también leía al poeta en su intimidad financiera. La niña Botín acarreando la alegría familiar por la absolución a papá que le soltó un bonus multimillonario a su amiguete Amusátegui para que luego digan que los banqueros son tacaños. Mariano Rajoy, muy en el centro de la cosa, oyendo encantado los encomios del poeta a su jefe y, llevado ya por la euforia de catequesis, proponiendo que cada diputado apadrine un disidente cubano. Con su carita de niño limpio con su hucha de cabeza de negrito pidiendo limosnas para el Domund que ya podía reclamar padrinos para esos presos en Guantánamo de quienes no se sabe ni el nombre, ni la acusación, ni derechos alguno que los royera. Zapatero de mejor talante si cabe, con sonrisilla de primera comunión, acaso reconciliando el cadáver de su abuelo fusilado (¿al borde de una cuneta?) con los herederos económicos de Don Juan March sin ningún eco ni memoria de una conciencia pabloiglesias que le recuerde aquello de dime con quien andas y te diré quién eres. El mundo de la mejor Cultura española estaba representado por Florentino Pérez, el presidente del Real Madrid y de la constructora ACS que sin duda le pediría consejos al poeta sobre el tejido urbano de La Habana y los paisajes explotables por si la isla se rinde y el negocio del cemento encuentra sus plusvalías caribeñas. Y, entorno a la mesa principal, la tropa de los serviles y distinguidos capataces y mercenarios del Partido Único del Capital ( PUC, donde con rango de Generales habría que incluir a Zapatero y Rajoy) haciendo aplauso: Doña Esperanza Aguirre Gil de Biedma que al fin y al cabo es pariente de poeta y cuñada de dramaturgo perseguido por las huestes de Cristo Rey; Don Alberto Ruiz Gallardón que cultiva la disidencia dentro de su propio partido mientras entona sus cuitas en los brazos de Prisa; Trinidad Jiménez con la sonrisa del régimen en bandolera; Zaplana con el sueño de promover la reconversión de Cuba en gran parque temático por ver si puede ampliar un tanto la terra mítica de su pisito en la Castellana de 500 metros cuadrados; Miguel Barroso sujetándole el talante metrosexual al jefe o Victoria Prego proponiéndose para retransmitir esa transición cubana hacia la democracia que Washington ha diseñado y financia desde hace tiempo.

Y el pobre, el poeta. No se vayan a creer que en su rostro saludable asomaba un gesto de humilde perceptor de limosnas (al parecer PJ le arrebató a El País la exclusiva de colaboración a base de 3.000 euros al mes a cambio de dos colaboraciones y algunos flecos retóricos, retribución muy por encima de la que recibe la inmensa mayoría de los colaboradores del diario). Nada de eso. Muy en el papel de quién sabe que aquí y ahora los señores necesitan sus servicios. Sabiendo bien que hay que dar a Zapatero lo que es de Zapatero y a Aznar lo que es de Bush. Que al fin y al cabo él es el pregonero de moda que anuncia de nuevo que no hay más paraísos que el paraíso capitalista y que fuera de la propiedad privada de los medios de producción no hay salvación. Que hoy la publicidad se cotiza y mientras el índice de audiencia se mantenga (y a los amos les interesa que se mantenga) nada de irse a Granada a ese pisito de acogida que los concejales de IU entre otros, cándidamente, le ofrecieron. Mejor en alguna de las parcelitas que Esperanza Aguirre controla en Majadahonda o en algún piso en barrio noble que Gallardón le encuentre. Al fin al cabo sus tiempos de marxista revolucionario debieron servirle para entender que de lo que acá se trata es de jugar al juego de la oferta y la demanda y que hay que apurar el asunto, resolver cuanto antes la acumulación, que cuando el limón se exprima nuestra caritativa clase dirigente (que ahora es también la suya) se irá con la lírica a otra parte. Serán injustos entonces porque en Raúl Rivero se ha hecho verdad el dicho de que la poesía hace milagros: directamente de Miami a Madrid sin haber pisado tierra norteamericana.

Pie de Foto: José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno (primero a la derecha). Junto a él, en el sentido de las agujas del reloj, Alfonso de Salas, presidente de Unidad Editorial; Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid; Raúl Rivero, escritor cubano; Alberto Ruiz Gallardón, alcalde de Madrid; Ignacio Sánchez Galán, consejero delegado de Iberdrola; Francisco González, presidente del BBVA; Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto; Mariano Rajoy, presidente del PP, y Pedro J. Ramírez, director de El Mundo.