Recomiendo:
0

El periodista fue condenado en un juicio, a pesar de las múltiples irregularidades que lo rodearon

El caso de Mumia entra en su fase decisiva

Fuentes: Diagonal

La Fiscalía de Pensilvania ha recurrido el respaldo que el Tribunal de Apelación del Tercer Circuito (TATC) dio hace dos años al dictamen que, en 2001, supendió la pena de muerte al activista y periodista Mumia Abu-Jamal. El 19 de enero de este año, la Corte Suprema de EE UU ha tomado una decisión que […]

La Fiscalía de Pensilvania ha recurrido el respaldo que el Tribunal de Apelación del Tercer Circuito (TATC) dio hace dos años al dictamen que, en 2001, supendió la pena de muerte al activista y periodista Mumia Abu-Jamal.

El 19 de enero de este año, la Corte Suprema de EE UU ha tomado una decisión que podría terminar con la reimposición de la pena de muerte para Mumia Abu Jamal. En marzo de 2008, el Tribunal de Apelaciones del Tercer Circuito (TATC) respaldó el dictamen de diciembre de 2001 promulgado por el Juez Yhon que revocó la condena a muerte por el asesinato de un policía en 1982, pero confirmó los cargos y reafirmó la culpabilidad de Mumia.

Si la Corte Suprema hubiese aceptado la petición de la Fiscalía, ésta podría haber ejecutado a Mumia casi inmediatamente. Por el contrario, si la hubiese rechazado, la Fiscalía no tendría más remedio que aceptar la cadena perpetua en vez de la pena de muerte, o convocar una nueva audiencia y pedir otra vez la pena capital. Esta decisión hubiese sido, dentro de lo que cabe, más favorable para Abu Jamal que la que finalmente tomó de reenviar el caso a un tribunal menor (de nuevo el TATC) para que reconsidere el caso a la luz de las nuevas circunstancias. Las nuevas circunstancias son que la misma Corte Suprema, reimpuso la pena de muerte en otro caso totalmente opuesto al de Mumia -el de un dirigente neonazi que alardeó de cometer tres homicidios en una ‘fiesta de caza’ con el objeto de «limpiar» Cleveland-. En esta situación, si el TATC considera que la decisión de la Corte es aplicable también al caso de Mumia es muy posible que le sea restaurada la pena de muerte.

Un juicio irregular

El 9 de diciembre de 1981, Mumia Abu Jamal fue detenido, acusado de disparar y matar a un policía. Fue condenado a muerte al año siguiente. Desde el principio las irregularidades y los componentes racistas del caso fueron evidentes para su defensa y los grupos de apoyo de este integrante de Panteras Negras. Mumia era presidente de la Asociación de Periodistas Negros de Philadelphia. Gran parte de su trabajo era denunciar y criticar la brutalidad y corrupción policial de Philadelphia, cuyas fuerzas del orden tienen el raro honor de ser consideradas las segundas más corruptas del país (las primeras son las de Los Angeles). El juicio lo llevó a cabo el juez Sabo, quien tiene el récord de haber condenado a más afroamericanos a muerte de todo EE UU. Del jurado popular se excluyó, expresamente y a petición del fiscal, a todos los afroamericamos. Incluso, el juez declaró que iba a hacer todo lo posible por «freír a ese negrata». Con estas premisas, la condena no podía ser otra que la pena capital.

Preso por sus opiniones

Mumia lleva casi 30 años en una celda del corredor de la muerte de la que sólo puede salir una vez a la semana. En ese tiempo se han desvelado muchos detalles de su caso. Sí había una pistola al lado de Mumia que era de su propiedad, pero ésta no fue disparada y tampoco le hicieron las pruebas para detectar si tenía pólvora en las manos con las que se hubiese demostrado si disparó o no algún arma. La confesión fue «recordada de repente» por la Policía varios meses después y dicen que se hizo en el Hospital mientras se recuperaba del disparo en el pecho. Cinco testigos que afirmaron haber visto huir de la escena del crimen a una tercera persona fueron desestimados. En cambio, otros testigos declararon haber sido presionados por la policía para testificar en falso y varias personas han sido obligadas también por la policía a dar falso testimonio. Se manipuló la escena del crimen, se ocultaron pruebas y se entregaron a los tribunales materiales alterados.

Y aún hay más, en junio de 1999, un asesino a sueldo llamado Arnold Beverly, se confesó autor del asesinato del policía por el que había sido condenado Mumia. Asimismo, confesó que le habían contratado policías y mafiosos para liquidar a ese agente que estaba investigando precisamente una trama de corrupción. Numerosos grupos de ultraderecha están haciendo campañas y boicots para pedir la muerte de Beverly.

Pese a todas estas evidencias todas las apelaciones y peticiones de la defensa de Abu Jamal han sido sistemáticamente rechazadas. ¿Por qué? Sencillo. Porque, como dicen sus familiares y amigos, no está preso por el asesinato de un policía, sino por sus opiniones y conducta política. Por su compromiso social, porque, como dicen sus grupos de apoyo, siempre ha defendido la libertad real para los afromericanos y un mundo antirracista en Estados Unidos. Mumia se ha convertido, denuncian, en un chivo porque informa de la corrupción y la brutalidad policial; porque denuncia su total impunidad si las víctimas son jóvenes afroamericanos; porque les dice que son prepotentes y salvajes y están al servicio del Estado y el Capital. Por las incómodas verdades contra el sistema del país que se proclama el más libre del mundo y tiene el 25% de la población reclusa del mundo.

40 AÑOS DE MILITANCIA

1968 Con 14 años ingresa en los Panteras Negras (fundado dos años antes en Oakland por Huey Newton y Bobby Seale).

DICIEMBRE DE 1981 Es acusado de disparar y matar al agente de policía Daniel Faulkner y es juzgado por un tribunal absolutamente ‘blanco’.

1999 La Fraternal Order of Police llama a hacer un boicot económico a quienes hubiesen apoyado alguna vez a Mumia. En junio, un asesino a suelo (Arnold Beverly) se confiesa autor del asesinato de Faulkner.

DICIEMBRE DE 2001 El dictamen del juez William Yohn revoca la pena de muerte de Mumia. En marzo de 2008, el Tribunal de Apelaciones respaldó dicho dictamen.

ENERO DE 2010 La Fiscalía de Pensilvania apela a la Corte Suprema el respaldo al dictamen del juez Yohn y ésta devuelve el caso al TATC que podría reimponer la pena capital a Mumia.

EL CASO DE LEONARD PELTIER

Leonard Peltier fue condenado a dos cadenas perpetuas, acusado de matar a sendos agentes del FBI. La mayor prueba la aportó Myrtle Poor Bear, una testigo ocular de lo sucedido, que después se retractaría. Su presencia en el juicio, a petición de la defensa de Peltier, no fue permitida. Tampoco diferentes documentos que prueban la inocencia de este activista del American Indian Movement.

«Dadas las dudas existentes sobre su posicionamiento y dado el hecho de que se han agotado los posibles recursos ante el Tribunal y que Peltier ha pasado más de 32 años en la cárcel, pedimos a la autoridad competente que reconsidere su decisión», explica Angela Wright, de Amnistía Internacional. Además, según reclama Peltier de acuerdo a la legislación por la que fue condenado «deben concederme la libertad bajo palabra. Pero por lo que hemos aprendido del pasado, no podemos estar seguros de nada».

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/El-caso-de-Mumia-entra-en-su-fase.html

 



Entrevista a Robert Bryan, principal abogado encargado de la defensa de Mumia Abu Jamal
«Abu Jamal no va a callar para salvar su vida»

Alsi Canales. Diagonal
 

En 1983 Abu Jamal fue condenado a muerte por un tribunal de Philadelphia. Hoy día, su abogado intenta que se repita ese proceso, marcado por la actitud racista de su instructor.

DIAGONAL: Mumia Abu-Jamal ha estado en el corredor de la muerte durante los últimos 28 años, pero ha habido novedades en los últimos meses. ¿En qué punto está su caso?

ROBERT BRYAN: Hemos estado en el Tribunal Supremo de los EE UU con el tema de la pena de muerte durante 14 meses. El punto en el que nos encontramos ahora es que estamos de vuelta en el Tribunal de Apelaciones de Philadelphia. La cuestión es si nuestro caso es similar o no a otro caso. Yo argumentaré que el nuestro es distinto, aunque la acusación dirá que es el mismo. Quien pierda volverá al Tribunal Supremo. Si no conseguimos un nuevo juicio, Mumia será ejecutado. Si hubiésemos ganado en el asunto del racismo del jurado podríamos haber obtenido un juicio completamente nuevo sobre la inocencia o no de Mumia. Uno de los motivos por los que el Tribunal dictaminó en nuestra contra fue que dijeron que no tenían suficiente información. Hubo una audiencia en 1995 para presentar nuevas pruebas, pero la defensa no presentó la composición racial del panel de jurados. El abogado responsable de la investigación no había trabajado jamás en un caso de pena de muerte, con lo cual tenemos un hombre que podría ser ejecutado por los fallos de su abogado, aparte del motivo racial. No creo que sus abogados pretendieran sabotear el caso, fue mera incompetencia. Éste es un ejemplo de por qué la pena capital es un error, no sólo en el caso de Mumia sino en los miles de casos en EEUU y en otros lugares del mundo. Las personas son ejecutadas no por cometer un crimen sino por no estar adecuadamente representadas, por no poder costearse un buen abogado. La pena de muerte es un privilegio reservado para los pobres.

D.: ¿Quién es Mumia Abu-Jamal?

R. B.: Mumia Abu-Jamal se convirtió en un periodista y escritor destacado en Philadelphia antes de ser detenido. Siempre se ha centrado en los derechos humanos y ha criticado a las autoridades que abusan de su poder, lo que incomodaba a algunas personas. Pero él no calló. Pasó a ser conocido en la prensa como «la voz de los sin voz» por hablar a favor de los pobres y las personas de las que abusan el Estado, el Gobierno y las autoridades. Mumia asistió a una marcha de George Wallace, un gobernador de Alabama cuyo éxito político se basaba en el racismo y la segregación y que se hizo conocido tras bloquear la entrada de la Universidad de Alabama para impedir que unos jóvenes negros se inscribieran. El racismo y la brutalidad eran terribles, pero Mumia asistió a aquella marcha de todos modos y fue pateado allí. Más tarde diría que aquello determinó su entrada en las Panteras Negras, que entró «a patadas». Desde el momento en que fue arrestado, la idea ha sido pararle y ejecutarle. Pensaron que le callarían enviándole al corredor de la muerte, que dejaría de escribir. De manera irónica, ha tenido el efecto contrario y es más conocido hoy que antes de ser arrestado. Parece que la única manera de callarle es ejecutándole. He trabajado en más de 200 casos de pena de muerte y nunca he visto un caso en el que se haya gastado tanta energía para matar a alguien. Incluso el gobernador actual de Pensilvania ha declarado que le gustaría ver a Mumia ejecutado antes de dejar su cargo. Alguien me preguntó una vez si no sería más fácil si Mumia dejara de escribir. Sus comentarios aparecen semanalmente en varios periódicos y programas de radio. Habla, no sobre sí mismo, sino sobre derechos humanos, pobreza, guerra, derechos de las mujeres, educación… Pero parte de lo que le hace especial es que alza la voz en contra de las injusticias. Si se silencia su voz, si se silencia su pluma, se destruirá lo que le hace ser especial. No quiere morir, quiere vivir. No desea ser ejecutado. Pero no callará como periodista; no callará para salvar su propia vida. Desde el corredor de la muerte ha escrito seis libros que han sido publicados en diferentes idiomas y ha estudiado un Máster de la California State University.

D.: ¿Cómo fue el juicio en el que fue condenado?

R.B.: En el juicio de 1982 se retiró a varias personas del jurado por ser negras. El juez, Albert Sabo, era racista. En el momento del juicio, Sabo había sentenciado a muerte a más gente que ningún otro juez de los EEUU. Mumia tuvo muy mala suerte de que su caso fuese asignado a este juez en particular. Una de las cosas más interesantes es que durante el juicio, en un descanso, Sabo le dijo a otro juez en el pasillo «Voy a hacer que frían al negrata». Freír es una expresión para ejecutar y «negrata» (nigger en inglés) es el término despectivo para referirse a las personas negras en EE UU. Es una declaración asombrosa. Refleja no sólo el racismo y la arrogancia del juez sino también lo cómodo que se sentía en su racismo, de tal manera que podía decir algo así de manera abierta y durante el juicio. La amenaza que recorre todo este caso desde el momento de la detención de Mumia en 1981 es el racismo. Nada en este caso es tan letal como el racismo.

D.: ¿Podría darnos más información sobre la petición internacional a Obama para parar la ejecución?

R.B.: Necesitamos cientos de miles de firmas para llamar la atención de Obama. Le pedimos que se pronuncie y pida una moratoria de la pena capital para Mumia y las 20.000 personas que están en el corredor de la muerte en diferentes lugares. Si se pronuncia como autoridad moral contra la pena de muerte probablemente influya en el caso de Mumia y en el de otras personas. Cuando se alcance un número suficiente, una delegación presentará la petición a Obama. Me encantaría ver una campaña de recogida de firmas y apoyo a Mumia en España. Tenemos ya algunas firmas de allí, pero necesitamos muchas más.

Campaña de recogida de firmas en apoyo a Mumia Abu Jamal: Firma aquí.

Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Abu-Jamal-no-va-a-callar-para.html