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El Consejo de Guerra de la OTAN se fija Siria como objetivo

Fuentes: Stop NATO

Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez.

El martes día 26 de junio, el Consejo del Atlántico Norte, el más alto organismo rector del bloque militar de la OTAN, dominado por Estados Unidos, abordó la cuestión de Siria desde las estipulaciones de su documento fundacional, que en los últimos diez años y medio ha dado lugar a preparativos de despliegues militares y las consiguientes declaraciones de guerra a gran escala.

Forman parte del Consejo los embajadores de los 28 estados miembros de la alianza, cuya población global asciende a 900 millones. Entre sus miembros fundadores hay tres potencias nucleares (Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia), la primera de las cuales se autoproclama superpotencia militar mundial en exclusiva.

Hasta el día antes, la reunión iba a tratar una petición de Turquía, Estado miembro, para que se realizaran consultas en el marco de las condiciones del Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte, que permite que cualquier Estado miembro pida a la alianza en su conjunto que responda ante las amenazas que sufre la integridad y seguridad territorial de cualquiera de sus miembros.

El 25 de junio, tres días después de que un caza-bombardero supersónico F-14 turco fuera derribado sobre aguas sirias, Turquía anunció que iba a solicitar a la Alianza que debatiera el Artículo 5, que afirma que «un ataque armado contra uno o más de ellos en Europa o América del Norte se considerará un ataque contra todos» y compromete a los aliados de la OTAN a «ayudar a la parte o partes atacadas adoptando de inmediato, a título individual y en coordinación con los demás miembros, las acciones que considere necesarias, incluida el uso de la fuerza armada…»

Se apeló al Artículo 5 por primera vez hasta ese momento en octubre de 2001, y ha sido el fundamento para el despliegue de tropas de los 28 Estados miembros de la OTAN y 22 Estados asociados en Afganistán durante la última década.

Se apeló al Artículo 4 por primera vez el 16 de febrero de 2003, de nuevo por parte del Consejo del Atlántico Norte y, una vez más, en relación con Turquía, en vísperas de la invasión estadounidense y británica de Iraq. Como consecuencia de ello, se llevó a cabo la denominada Operación Display Deterrence («Disuasión manifiesta») y cinco baterías de misiles interceptores Patriot, tres holandeses y dos estadounidenses, y cuatro aparatos de vigilancia del sistema de alerta temprana y control aerotransportado (AWAC, Airborne Warning and Control System AWACS) se desplegaron en Turquía en coordinación con el Sistema de Defensa Aérea Integrada de la OTAN.

La OTAN, según sus propias palabras, desplegó «1.000 soldados técnicamente bien equipados y altamente capacitados» para realizar la operación.

El primer aparato AWAC llegó el 26 de febrero y tres semanas después dio comienzo el bombardeo y la invasión de Iraq. Aunque Iraq en aquella época tenía una población de unos 25 millones de habitantes y Turquía, de 70, y pese a que Turquía contaba con uno de los ejércitos más fabulosos de la región mientras que el de Iraq había sido debilitado por la guerra de ocho años contra Irán en la década de 1980, la campaña de bombardeos estadounidenses y aliados de 1991 y, entre medias, los doce años transcurridos de sanciones apabullantes, la OTAN elogió después la Operación Display Deterrence porque «había puesto a prueba y demostrado el éxito del ejército de la OTAN para responder de inmediato y con las fuerzas defensivas adecuadas a una amenaza inminente contra un miembro de la Alianza».

Nunca se ha especificado de qué modo una Iraq fatídicamente debilitada había podido suponer para Turquía «una amenaza inminente».

Los AWAC realizaron 100 misiones y las baterías Patriot holandesas incluían, según la OTAN, misiles Patriot Advanced Capability-2 y «un misil más moderno suministrado por Alemania».

La operación concluyó el 3 de mayo, 65 días después de que comenzara y 45 días después de la invasión de Iraq. Para dar una muestra de lo que la OTAN afirmará después de la reunión sobre Siria, el entonces embajador turco ante el bloque afirmó después de apelar al Artículo 4:

«Transmito una vez más la más sincera gratitud del pueblo y el gobierno turcos por la solidaridad demostrada por la Alianza al reforzar la defensa de mi país en respuesta a la última crisis de Iraq. Estamos convencidos de que, mediante semejante exhibición de disuasión activa y colectiva, la OTAN no solo ha brindado una ayuda muy valorada a uno de sus miembros en el momento en que lo necesitaba, sino que también ha demostrado, una vez más, su credibilidad y relevancia como piedra angular de la seguridad colectiva en la zona euro-atlántica».

A Turquía se la presentaba entonces, igual que ahora, como la víctima -además, en «el momento en que lo necesitaba»- y como un país asediado y devastado muy pronto por Iraq, el país agresor.

La población de Siria ahora es más o menos la misma que la de Iraq entonces, pero Turquía es un país casi tres veces más extenso que Siria. Siria está aislada y su ejército es pequeño comparado con el de su vecina Turquía. Esta última cuenta con el apoyo de 27 aliados, incluidos la mayoría de las potencias militares más importantes del mundo. Estados Unidos tiene una cifra estimada de 90 armas nucleares tácticas B61 estacionadas en la base aérea de Incirlik, a unos 60 kilómetros de la costa mediterránea de Turquía.

El Primer Ministro turco Recep Tayyip Erdogan lleva mencionando al menos desde el mes de abril la idea de activar la disposición de ayuda militar mutua del Artículo 5 -en realidad, la guerra-; la primera vez, más de dos meses antes del derribo del avión turco la semana pasada.

El 25 de junio, el viceprimer ministro turco Bulent Arinc anunció que su país «ha presentado las solicitudes necesarias ante la OTAN en relación con los Artículos 4 y 5».

Según Associated Press, añadió:

«Se debe saber que en el marco de la legalidad, no dudaremos en utilizar hasta el último extremo todos los derechos que nos otorga la legislación internacional. Incluida la defensa propia. Incluidas también múltiples represalias. Incluidas también todas las sanciones aplicables al Estado agresor en el marco de la legislación internacional. Turquía no excluirá nada en este aspecto…»

Estados Unidos y la OTAN llevan rabiando mucho tiempo por encontrar un pretexto para atacar Siria; y Turquía, el único miembro de la OTAN que tiene frontera con Siria, siempre ha sido el pretexto que se utilizaría para justificar las acciones militares contra la nación árabe.

El incidente del viernes 22 y la posterior reunión de la OTAN marcan el comienzo del cuarto acto de una tragedia para cuya interrupción le queda muy poco tiempo a la comunidad internacional.

Rick Rozoff es investigador y activista, fundador de la organización Stop NATO. Es autor de numerosos artículos sobre las actividades militares de las grandes potencias occidentales en todo el mundo.

Fuente original: http://rickrozoff.wordpress.com/2012/06/26/nato-war-council-to-target-syria/