Los medios de comunicación destacaban el «triunfo» del PP en Galicia, mientras en la calle Génova, «celebraron el éxito». Nada podría asemejarse más a la fábula rusa del idiota que entonaba himnos fúnebres en las bodas y alegres canciones en los funerales, ya que estos resultados electorales anuncian el funeral del gobierno del PP, siempre […]
Los medios de comunicación destacaban el «triunfo» del PP en Galicia, mientras en la calle Génova, «celebraron el éxito». Nada podría asemejarse más a la fábula rusa del idiota que entonaba himnos fúnebres en las bodas y alegres canciones en los funerales, ya que estos resultados electorales anuncian el funeral del gobierno del PP, siempre y cuando tenga enfrente una oposición política y sindical que merezca ese nombre.
Sólo habían pasado unas semanas del triunfo del PP en las elecciones generales, cuando sufrió una derrota en Andalucía, retrocediendo respecto a sus resultados en las generales, y otra en Asturias, mientras en Extremadura, lo único que le mantiene en el gobierno es un PSOE que se mantiene en sus trece sin hacer ni la mínima autocrítica de su pasado y la desacertada política de la dirección de IU Extremadura que no es capaz de encabezar la lucha contra el gobierno de Monago.
Además de un efecto en la radicalización de la lucha de clases, como consecuencia directa de la salvaje política de «ajustes y recortes», del gobierno de Rajoy, el PP también ha conseguido el movimiento centrífugo más importante desde el final de la dictadura, quizá sólo comparable con la situación de la IIª República. En Catalunya la mayoría de la población es partidaria de la independencia, y en la Comunidad Autónoma Vasca el resultado electoral deja en mantillas a los partidos «constitucionalistas». ¿¡Y lo celebran!? ¡Vaya cretinismo!
En realidad, lo que celebran es la caída del PSOE, que pierde el 33% de los votos en la CAV y un 44% en Galicia. Claro que el hecho de que Feijoo siga en el gobierno les da un respiro, pero nada puede ocultar la pérdida de 150.000 votos y la expresión de la polarización entre las clases que supone el éxito electoral de EU-Anova.
Lo que hace que el PP padezca una euforia histérica es la confirmación de que el PSOE no es adversario, al menos a corto y medio plazo. En esto tienen razón; el empeño en mantener las mismas personas y las mismas políticas que la mayor parte de la población identifica con la entrada en la mayor crisis económica que han sufrido a lo largo de sus vidas, no parece una idea brillante. Y no lo es, pero refleja el anquilosamiento del PSOE (no sólo de este partido, sino de todos y de UGT y CCOO, pero en el caso «socialista», la implicación en el desastre que vivimos la comprende toda la población, menos Rubalcaba y su equipo).
El PSOE padecerá este calvario mientras siga empeñado en esa estulticia de «la oposición útil» ¿útil para quién? Debieran preguntarse y la respuesta es clara: útil para el PP y la clase dominante.
Ha sido muy claro en Galicia, donde la caída del PP en votos ha sido amortiguada por una caída aún mayor del PSOE e IU, aunque ha dado un paso de gigante, no ha sido capaz, aún, de aglutinar todo el descontento social y ser alternativa frente al PP, ya que eso sólo lo podrá conseguir cuando lo haga en el conjunto del Estado español. En esas condiciones, mucha gente no veía una alternativa de gobierno y esa dinámica favorece siempre a quienes detentan el poder y el caciquismo. Pero si algo se parece a una victoria Pírrica es la que acaba de obtener el PP. Las condiciones objetivas, la crisis económica, juega en su contra y Feijoo, y más aún Rajoy, pagarán muy cara la factura de la recesión económica.
Como el partido «socialista» está pagando la nefasta gestión del gobierno Zapatero (del que Rubalcaba formaba parte). Se anuncia una crisis en el PSOE que se debatirá entre su responsabilidad como partido de orden («oposición útil, responsable y leal», «colaboración institucional», «consenso», y quizá «gobierno de concentración nacional») y la presión de sus bases y votantes de la clase obrera, vinculados a los sindicatos.
Por su parte Izquierda Unida, ha sido, aunque no en todas partes, la más sensible a este cambio en el ambiente social. La experiencia gallega, con una campaña basada en la militancia y en la conexión con el estado de ánimo de la gente a la que nos dirigimos: la clase obrera y los sectores más desfavorecidos de la sociedad, demuestra las posibilidades de IU.
Sin embargo, de momento, Galicia no es la norma. En la CAV, sin duda, podemos echarle la culpa al empedrado. Es evidente el daño hecho por EB de Madrazo, -respaldado por la deslealtad de Llamazares- y el oportunismo sin límites de Equo. En Álava Ezker Anitza (IU) se ha quedado a 4 décimas de entrar en el cómputo de reparto de escaños con un 2,96%. Mientras la EB de Madrazo y Equo han obtenido 6.700 en esta circunscripción, a IU le han faltado sólo 866 para sobrepasar a UPyD. Madrazo, Llamazares y Equo le han regalado el diputado a una opción de derechas. Pero es que en Vizcaya también se habría conseguido un diputado si tenemos en cuenta los 14.496 votos arañados por EB y Equo. Lo mismo hubiera pasado en Guipúzcoa donde arañaron 7.668 votos. En ambos casos Ezker Anitza (IU) se quedó en el 2,69%.
Pero no hace falta ser un lince para comprender la raíz de esta dura derrota de nuestros compañeros: la participación en un gobierno del PNV con todo lo que eso supone de asimilación por el sistema y corrupción. Sin duda, Ezker Anitza ha dado un giro, aún con muchos de los que en su día apoyaron la participación en un gobierno de la burguesía vasca encabezando nuestras listas, pero ese giro no es suficiente, habrá que purgar ese error que tanto daño nos ha hecho y ser capaces de reconstruir la organización desde la base, asamblea por asamblea. En Euskadi tenemos una opción clara, deberíamos ser capaces de captar el voto, de momento la militancia, de la clase obrera, enfrentándonos tanto al españolismo reaccionario como a la quimera de una «Euskadi independiente y feliz». Desde la defensa a ultranza de los derechos democráticos del pueblo vasco, en primer lugar el derecho de autodeterminación, pero denunciando el carácter burgués de la política del PNV y el peligro del sectarismo nacionalista de EH Bildu.
¿Qué hace IU con Griñán?
Lo preocupante, desde el punto de vista de IU, es que no hayamos aprendido la lección en otras autonomías. Lo de Catalunya es alarmante; estuvimos en un gobierno que fracasó estrepitosamente, con un consejero de Interior «de los nuestros» que apaleaba a «los nuestros», y no sólo no hemos hecho la más mínima autocrítica sino que seguimos aceptando los chantajes de ICV, esa formación pequeño burguesa y nacionalista, en lugar de apostar abiertamente por la opción federal de IU, también en Catalunya.
Quizá el error más grave, y que más consecuencias negativas puede tener para IU, es el de Andalucía. Nos estamos implicando en la política del PSOE y aceptando que «debemos aplicar los recortes del PP, por imperativo legal». En lugar de dar nuestro apoyo condicionado, desde el parlamento, a un gobierno del PSOE en minoría, hemos cometido el error de aceptar la lógica socialdemócrata: «mejor hacer los recortes nosotros que dejarlos en manos del PP». ¡Craso error! Nosotros no debemos aceptar ningún recorte, ni del PP ni del PSOE, ya que en cualquier caso son la expresión de la política de la burguesía: un trasvase masivo de recursos de las rentas salariales a las rentas del capital. Nuestra política debe ser la contraria: trasvasar todos los recursos necesarios a las rentas del trabajo.
Es el mismo PSOE que estaba en La Moncloa, el mismo que ha gobernado años en Andalucía, ni se han molestado en maquillarlo y recambiar a Griñán. Entre otras cosas esta política de complicidad con el PSOE puede provocar que nos arrastre en su caída. Careceremos de esa imagen esperanzadora que hemos ofrecido en Galicia, para ofrecer la de la resignación: «debemos aceptar los recortes por imperativo legal», en lugar de una lucha sin concesiones en defensa de los intereses de la clase trabajadora. De las muchas contradicciones que nos atrapan, por dar un ejemplo claro, tenemos lo sucedido con la huelga de las limpiadoras de centros de estudio en Jerez. La Junta de Andalucía ha procedido ¡a aumentar los servicios mínimos! Para «garantizar el derecho a la educación». Los mismos argumentos del PP, sólo eso bastaría para abandonar el gobierno, si fuésemos consecuentes con la defensa de los intereses de nuestra clase.
Pero además, y es muy grave, compromete nuestra política de futuro. ¿Cuál es la alternativa de IU federal al gobierno del PP? ¿La de Andalucía?: ¿Un gobierno de IU con el PSOE con Rubalcaba de presidente, cumpliendo los recortes impuestos por Bruselas por imperativo legal?
Derribar al PP, y después…
Tenemos que ser capaces no sólo de proclamar la necesidad de derrocar al gobierno del PP sino, sobre todo, la de tener una alternativa de gobierno.
Ese es uno de los mayores vacíos actuales, que impide que exista ilusión por una alternativa.
La responsabilidad de IU es mayor que nunca en su historia. Tenemos que ser capaces de convencer a un sector decisivo de la clase trabajadora y de la población en general de que no sólo es necesario, sino que es posible derribar el gobierno del PP. Pero no podremos embarcarnos en esta tarea si no tenemos alternativa.
¿Derribar al PP, para qué? Nos preguntarán muchos ¿para volver a tener a Rubalcaba en el gobierno con la misma política «responsable» de acuerdo con Bruselas? ¿Para tener un gobierno como el de Andalucía, donde mande el PSOE e IU cubra el flanco izquierdo aceptando los recortes por «imperativo legal» de Bruselas?
Es el momento de la audacia, IU tiene que ser capaz de encabezar la lucha, de emplazar a los dirigentes sindicales y a la base del PSOE a emprender una lucha sin cuartel contra el gobierno del PP hasta derribarlo. ¡No podemos permitir tres años más de este gobierno que esta destrozando nuestras vidas! Y debemos tener una alternativa, IU se debe convertir en la fuerza decisiva de la izquierda formando un frente capaz de asumir un gobierno, no para hacer recortes, no para maquillar el sistema de los ricos, los banqueros y grandes empresarios y terratenientes, sino para acabar con su poder, para poner la economía y todos los recursos de la sociedad al servicio de la mayoría.
Con una actitud así, por parte del conjunto de IU, los días del PP en La Moncloa estarían contados.
Alberto Arregui es Miembro de la Presidencia Ejecutiva Federal de IU
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