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El enemigo de Washington «no existe»

Fuentes: Information Clearing House

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández

Los estadounidenses están en el punto de mira de los terroristas a lo ancho y largo del mundo únicamente a causa de la política de Washington en el mundo musulmán, no porque haya un enemigo islámico cuyo único objetivo sea matar estadounidenses a causa de su libertad y estilo de vida, insiste el antiguo agente de la CIA.

El historiador Michael Scheuer, autor de «Through our enemies’ eyes», que trabajó para la agencia a lo largo de veinte años, hasta 2004, y que en otro tiempo fue el jefe de la «unidad Bin Laden» de la CIA, dice que el mayor enemigo de EEUU -el Islam radical- no existió nunca: ni cuando Bin Laden estaba vivo ni ahora.

El lobby israelí arrastra a EEUU a las guerras

En la actualidad, «es la relación de EEUU con Israel la que esta motivando esta guerra [contra el Islam], y hasta que EEUU no acepte esto, «no vamos a derrotar a este enemigo», dice el autor.

Michael Scheuer cree que es el lobby israelí en EEUU el que arrastra al país a las guerras.

«Israel mismo, como país, no supone un problema. El problema real son los dirigentes de la comunidad judío-estadounidense en EEUU, que influyen y corrompen nuestro Congreso para apoyar a Israel cuando no tenemos ningún interés allí», afirma.

«El establishment político estadounidense está cogido entre dos elementos. Son extremadamente pro-Israel y son casi marxistas en su creencia de que es inevitable que la democracia se extienda por todos los sitios, entre todos los pueblos, en cualquier época», opina el ex agente de la CIA, añadiendo que en su deseo de proteger a Israel, el establishment estadounidense no acierta a ver la realidad.

Los islamistas radicales son quienes saldrán beneficiados

Michael Scheuer predice que en los países inmersos en la Primavera Árabe, como Túnez, Libia y Egipto, «no va a darse una democracia parecida a la democracia occidental».

Al mismo tiempo, la anarquía que pueda crearse en el mundo musulmán hará de los radicales islamistas los únicos beneficiarios del caos.

Según Michael Scheuer, es inevitable que se produzca una mayor radicalización de los grupos islamistas, especialmente en África, porque las armas están ahora mucho más al alcance de la mano.

El interminable flujo de armas sin control y las prisiones abiertas en los países mencionados han reforzado a los grupos islamistas por todo el mundo, cree Scheuer.

«A fin de cuentas, su ciega búsqueda de la democracia laica [por parte del establishment político de EEUU] pone en peligro la estabilidad de la región y probablemente del mundo entero», dice.

Si Siria cae en manos islamistas, Israel se hundirá

EEUU ha interferido de forma desmesurada en la situación en Siria.

«Hasta que [los sirios] echaron el embajador estadounidense, este no paró de corretear por todo el país tratando de animar a diversos grupos a derrocar al gobierno sirio. Ese no es el papel de ningún diplomático, ya sea estadounidense, ruso, chino o británico», señala el autor, añadiendo que «a los sirios se les instó con total sangre fría a salir a las calles», sin mencionar la posibilidad existente de que el gobierno empezara a matarles.

El autor recuerda que Siria, con su tradicional apoyo a Hizbollah, es por naturaleza una zona de interés para Israel, no para EEUU.

«Siria es un país en el que EEUU no tiene intereses. Desde que yo era pequeño, hemos tenido miedo de los sirios«, dice el autor, riéndose ante el hecho de que «si miras al mapa, es difícil imaginar que ese pequeño país llamado Siria pueda ser una amenaza para EEUU.»

Clarificando un posible resultado que suponga algún tipo de éxito estadounidense en Siria, Scheuer dice que: «Ese es otro buen ejemplo de la dicotomía en el pensamiento de los dirigentes estadounidenses. Porque mientras pedimos democracia en Siria, si Asad se va, la seguridad de Israel se va directamente al garete».

Israel establece los planes de EEUU contra Irán

Michael Scheuer revela que el «plan de EEUU contra Irán» depende del de Israel.

«Tanto republicanos como demócratas tienen un miedo mortal de que los israelíes ataquen a Irán sin tener en cuenta los pasos que ellos están dando. Si Israel ataca a Irán por su lado, los estadounidenses se culparán por consentirlo, lo hayan hecho o no», explica.

«Lo que estamos presenciando es un avance lento, casi sin aceleramientos, hacia algún tipo de conflicto con Teherán.»

Califica el supuesto complot para eliminar al embajador de Arabia Saudí en EEUU con la ayuda de un cartel mexicano de la droga como «un cómico alboroto», diciendo que apenas puede creer que Irán se arriesgara a una guerra con EEUU, Israel y gran parte de la OTAN solo para matar a alguien que ni siquiera es miembro de la familia reinante en Arabia Saudí.

«Se han venido abajo en la creencia de que la democracia es lo mejor para todos. La verdad es que los intereses de la política exterior estadounidense y occidental han dependido durante cincuenta años del mantenimiento de las tiranías que nos facilitaban el acceso al petróleo, que protegían a Israel y que perseguían a los islamistas para protegernos a nosotros. Todo eso se ha quedado en el camino», reconoce el autor, recordando que los israelíes fueron los primeros en darse cuenta de que la democracia podía no ser buena para su seguridad.

Libia será anti-estadounidense

Al contestar a una pregunta sobre Libia, el país devastado por la guerra, el autor señaló que este país es famoso por haber tenido a sus islamistas combatiendo contra los soviéticos en Afganistán, y después los mismos hombres se enfrentaron a los estadounidenses en Iraq y también en Afganistán. Michael Scheuer no está seguro de si Libia se convertirá en un caldo de cultivo de terroristas, pero «será, indudablemente, anti-estadounidense y anti-OTAN».

«Estamos combatiendo una guerra religiosa»

A pesar de ser un país bien educado y tecnológicamente avanzado, «Estados Unidos carece de sentido común», afirma el ex agente de la CIA, manteniendo que durante los últimos veinte años, EEUU ha sido increíblemente eficaz a la hora de crearse enemigos y poner en peligro su seguridad. Los cuatro últimos presidentes han estado diciéndole al pueblo que las guerras que EEUU emprende en el extranjero son contra un grupo de locos y que en modo alguno son guerras de religión.

«Estamos sin duda luchando una guerra religiosa. Y hasta que no nos demos cuenta de eso, no vamos a ser capaces de salir de ella», concluye Scheuer.

«Dejemos que los chinos se encarguen de los islamistas durante los próximos cincuenta años, ya hemos tenido bastante, pero la cuestión es que los estadounidenses no pueden salir de ahí.»

Fuente: http://www.informationclearinghouse.info/article29689.htm