La guerra en Irak también está relacionada con la recuperación y limpieza del huracán que atraviesa Estados Unidos en estos días. A principios de este mes, la Guardia Nacional de Louisiana se quejó públicamente de que la mayoría de su equipamiento estaba en Irak. La filial local de la cadena de noticias ABC informó que […]
La guerra en Irak también está relacionada con la recuperación y limpieza del huracán que atraviesa Estados Unidos en estos días. A principios de este mes, la Guardia Nacional de Louisiana se quejó públicamente de que la mayoría de su equipamiento estaba en Irak. La filial local de la cadena de noticias ABC informó que decenas de vehículos anfibios, jeeps Humvee, unidades abastecedoras de aeronaves y generadores están fuera del país por lo que no podrán participar en las acciones de prevención y actuación frente al huracán Katrina.
Este huracán, uno de los más poderosos en la historia del país, se acerca a la ciudad de Nueva Orleans. El huracán tocó tierra a alrededor de las 5 a.m. (horario central de Estados Unidos) con vientos de más de 240 kilómetros por hora. El domingo, el alcalde de Nueva Orleans, Ray Nagin, ordenó una evacuación obligatoria por primera vez en la historia de la ciudad. «No quiero generar pánico, pero quiero que los ciudadanos entiendan que la situación es muy seria, de la mayor gravedad y por ese motivo decidimos tomar esta medida sin precedentes.», dijo Nagin. Cientos de miles de personas ya han abandonado Nueva Orleans, pero decenas de miles no pudieron irse, en muchos casos por carecer de los medios económicos necesarios. Miles de personas se refugiaron en el estadio de fútbol americano SuperDome.
El domingo, el Servicio Nacional de Meteorología advirtió de que el huracán podría dejar a la ciudad inhabitable durante semanas. Más de un millón de personas podrían perder sus hogares. Funcionarios del gobierno señalan que el huracán podría provocar el colapso de represas y canales en la ciudad, causando inundaciones y creando el riesgo de que Nueva Orleans se convierta en un lago tóxico, repleto de desechos químicos y petróleo de las refinerías, junto con desechos de los sistemas de desagüe destruidos. Como medida de precaución, se cerró la planta nuclear de Waterford, cercana a Nueva Orleans. Las operaciones de refinación de petróleo también se detuvieron en el Golfo de México, provocando que el precio del barril de crudo supere los 70 dólares por primera vez en la historia.