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El falso movimiento anti-guerra

Fuentes: Black Agenda Report

El movimiento anti-guerra estadounidense fue siempre bastante menos de lo que parecía ser. En su momento más álgido, los activistas afirmaban que el simple peso de una opinión pública visible sacudiría los cimientos mismos de las relaciones de poder. Pero resultó que muchas de las legiones anti-guerra estaban en realidad formadas por Demócratas partidistas, quienes […]

El movimiento anti-guerra estadounidense fue siempre bastante menos de lo que parecía ser. En su momento más álgido, los activistas afirmaban que el simple peso de una opinión pública visible sacudiría los cimientos mismos de las relaciones de poder. Pero resultó que muchas de las legiones anti-guerra estaban en realidad formadas por Demócratas partidistas, quienes únicamente se oponían a las guerras de los Republicanos. «Para los falsos anti-guerreros, el imperialismo con una cara Demócrata, es perfectamente aceptable.»

«Una vez que Obama estuvo seguro en la Casa Blanca, el movimiento anti-guerra fue prácticamente desmantelado, después de haber servido a su propósito político partidista.»

Dos investigadores universitarios han probado, con números, lo que el verdadero movimiento anti-guerra ha sabido durante años: que muchos de los que se mostraron en gran número, manifestándose contra las guerras de EEUU cuando George Bush era presidente, se oponían en realidad únicamente a las guerras Republicanas. Así, cuando Barack Obama se hizo con la Casa Blanca, el llamado movimiento anti-guerra en gran parte se colapsó.

El nuevo estudio fue realizado por Michael Heaney de la Universidad de Michigan, y Fabio Rojas, de la Universidad de Indiana. Muestra, en esencia, que lo que motivó a muchos Demócratas a enarbolar pancartas por la paz y gritar eslóganes anti-guerra fue más su aversión a George Bush y los Republicanos, que una oposición genuina a las múltiples guerras de EEUU en todo el mundo – guerras que Obama expandió, a la vez que añade sus propios, nuevos teatros de la guerra. El profesor Heaney lo expresa de esta manera. «El movimiento anti-guerra debería haber reaccionado con furia a la ‘traición’ de Obama e infundido nuevo vigor a la actividad de protesta. En vez de ello,» dice Heaney, «la participación en las concentraciones anti-guerra cayó en picado y los recursos financieros disponibles para el movimiento se han disipado.» El profesor concluyó que, «La elección de Obama pareció ser una fuerza desmovilizadora del movimiento anti-guerra, incluso frente a sus decisiones pro-guerra.»

En otras palabras, gran parte del movimiento anti-guerra era falso, una cínica reunión de Demócratas partidistas que nunca estuvieron realmente muy preocupados por las víctimas de la guerra imperialista de EEUU, o por las enormes dislocaciones que el estado de seguridad nacional coloca sobre la economía de EEUU. No, simplemente querían que el suyo, el Demócrata, ganara. Una vez que Obama estuvo seguro en la Casa Blanca, el movimiento anti-guerra fue prácticamente desmantelado, después de haber servido a su propósito político partidista. Para los falsos anti-guerreros, el imperialismo con una cara Demócrata, es perfectamente aceptable.

«Gran parte del movimiento anti-guerra era una cínica reunión de Demócratas partidistas que nunca estuvieron realmente muy preocupados por las víctimas de la guerra imperialista de EEUU.»

Heaney y Rojas llegaron a estas conclusiones encuestando a 5.400 participantes en 27 manifestaciones anti-guerra en Washington D.C., Nueva York, Chicago, San Francisco y otras ciudades de enero de 2007 a diciembre de 2009. Los investigadores construyeron cuidadosamente los historiales políticos y de activismo y afiliaciones de los participantes en la encuesta. Un claro patrón emergía: una vez Obama fue elegido, los activistas Demócratas se desligaron de la política anti-guerra. Las personas afiliadas a terceros partidos permanecieron, y se hicieron más importantes en el ahora más pequeño, pero más radical, movimiento.

Realmente no hacía falta un título universitario para entender que Unidos por la Paz y la Justicia, (United for Peace and Justice, UFPJ), el grupo paraguas anti-guerra durante el momento álgido de la protesta, se comportaba más como un brazo del Partido Demócrata que como activistas por la paz con principios. La superficialidad de estos falsos anti-guerreros era tan obvia que, UFPJ fue ridiculizado ampliamente como Unidos por la Mantequilla de Cacahuete y la Jalea(1).

Un movimiento anti-guerra mucho más pequeño sobrevive bajo el liderazgo de UNAC, el Comité Anti-guerra Nacional Unido.

Las personas a las que les gusta el partido Demócrata más que la paz, se han marchado – y no es probable que vuelvan hasta que los Republicanos recuperen la Casa Blanca – en ese momento estos falsos defensores de la paz fingirán que nunca se habían marchado.

Notas

(1) En inglés, United for Peanut Butter and Jelly, una crema muy popular para hacer sandwiches (nota de los traductores).

Artículo original:http://www.blackagendareport.com/content/phony-anti-war-movement