En un reciente informe titulado «Espías entre Nosotros», Peter Brooks, miembro de la Comisión de Evaluación de la Economía y Seguridad EEUU-China y director del Centro de Investigación de Asia de la American Legacy Foundation, reveló: El resultado de una investigación dada a conocer recientemente por el Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos […]
En un reciente informe titulado «Espías entre Nosotros», Peter Brooks, miembro de la Comisión de Evaluación de la Economía y Seguridad EEUU-China y director del Centro de Investigación de Asia de la American Legacy Foundation, reveló: El resultado de una investigación dada a conocer recientemente por el Buró Federal de Investigación (FBI) de Estados Unidos considera que actualmente 140 países realizan actividades de espionaje en Estados Unidos, recogiendo informaciones confidenciales sobre la defensa y el comercio de Estados Unidos. El funcionario de FBI Smith dijo que dicho informe reveló que un chino nacionalizado en Estados Unidos mantuvo relaciones amorosas con una agente especial femenina del FBI durante 20 años, logrando una gran cantidad de informaciones confidenciales. A raíz de este hecho, Brooks llegó a la conclusión de que después del terrorismo, lo que amenaza la seguridad nacional de Estados Unidos serán las actividades de espionaje que los extranjeros realizan en Estados Unidos. Lo que es más, alegó que «China es el país espía No.1».
Brooks afirma en su informe que a partir del derrumbamiento del Muro de Berlín, Estados Unidos afronta el mayor desafío externo de inteligencia. Los espías extranjeros están recurriendo a la manera de integrar los viejos y nuevos medios para recoger informaciones militares y sobre la alta tecnología de Estados Unidos. Ellos realizan sus actividades en calidad de miembros de embajada, asesores y representantes comerciales en lugar de limitarse a usar el método tradicional de espionaje. Los «007» extranjeros están entrando en Estados Unidos a recoger informaciones en calidad de agregados militares, ingenieros o estudiosos visitantes, comerciantes, científicos e investigadores y, a veces, buscar fuentes de información a través de algunos allegados. Para ellos, la alta tecnología de Estados Unidos es el blanco crucial. Los espías comerciales ocasionan a Estados Unidos una pérdida anual de miles de millones de dólares.
Entre los 140 países, Brooks menciona a 10 como grandes «países espías» que recogen informaciones de Estados Unidos, entre los cuales China, Rusia y Cuba ocupan el primer, segundo y tercer lugares. La Oficina Estatal de Antiespionaje de Estados Unidos dijo que las informaciones robadas por los 10 países, incluidos los tres países arriba mencionados, representan el 60% del total de las informaciones robadas.
El FBI considera que Estados Unidos debe dar particular importancia a China, porque los espías de China han llegado a ser la mayor amenaza para la acción de antiespionaje de Estados Unidos. «Por lo menos, hay 3.000 ?empresas delanteras? de China dedicadas a recoger informaciones, sobre todo recoger informaciones tecnológicas altamente retribuitivas». El FBI señaló además: Solamente en Silicon Valley, el número de espías chinos aumenta drásticamente a una tasa anual de 20%-30%. Al mismo tiempo, la parte china ha creado una «fuerza militar poderosa sin precedentes» usando las informaciones robadas a través del espionaje.
Rusia va inmediatamente después de China, ocupando el segundo lugar en la lista de «amenaza de espionaje». Brooks señaló: El exagente especial del KGB y presidente ruso Vladimir Putin se mantiene siempre en contactos con sus viejos subordinados y las «operaciones» son muy activas. El número 3 en la lísta es Cuba. Las actividades de espionaje que La Habana realiza en Estados Unidos están encaminadas en realidad a «defenderse» con el fin de adentrarse principalmente en las comunidades de norteamericanos de descendencia cubana para averiguar la actitud de Estados Undos hacia Cuba y los cambios a este respecto. (Pueblo en Línea)