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El gobierno de unidad se pone manos a la obra

Fuentes: Al Ahram Weekly

Traducido del inglés por Sinfo Fernández

La Autoridad Palestina (AP), con sus dos alas, Hamas y Fatah, está embarcándose en lo que se describe como acertada campaña con el objetivo de convencer a la comunidad internacional, especialmente a la Unión Europea, de que apoyen el próximo gobierno de unidad nacional, que se espera termine de formarse en un plazo muy breve.

Los funcionarios palestinos en Gaza describieron los esfuerzos del Presidente Mahmud Abbas y del jefe del politburó Jaled Meshal para movilizar el apoyo nacional hacia ese gobierno como «esperanzadores y exitosos».

El martes [pasado], Meshal se reunió con el Ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergey Lavrov, en Moscú, instándole a que apoye al gobierno y trabaje para levantar el bloqueo auspiciado por EEUU e impuesto por Occidente e Israel tras la victoria de Hamas en las elecciones de enero de 2006.

Anteriormente, el Presidente Abbas había manifestado a los periodistas, tras un encuentro con el Presidente egipcio Hosni Mubarak, que los europeos estaban tratando de aclarar algunos aspectos relativos a la plataforma política del gobierno palestino de unidad nacional, especialmente respecto al tema del reconocimiento de Israel.

Abbas dijo el lunes [pasado] que las organizaciones y movimientos políticos representados en el gobierno no tendrían que comprometerse con las posiciones del mismo. «La postura del gobierno es vinculante para los ministros y funcionarios del gobierno pero no para sus facciones».

Esta declaración ayudaría a los componentes de línea dura de Hamas a la hora de declarar que el movimiento no abandona sus constantes políticas e ideológicas y que las posiciones del gobierno no representan automáticamente las posiciones de la organización.

Previamente, tanto los funcionarios palestinos de Fatah como de Hamas instaron a Egipto a usar sus buenos oficios para convencer al Cuarteto y a otros miembros influyentes de la comunidad internacional para que apoyaran el Acuerdo de la Meca y levantaran el paralizante asedio económico contra los palestinos.

Con anterioridad, el designado Premier palestino Ismail Haniyeh había elogiado la «positiva postura egipcia» por su rechazo ante las peticiones estadounidenses a favor de presionar a Hamas para que reconozca a Israel. Por el contrario, Haniyeh y otros funcionarios del gobierno han manifestado indignación por las declaraciones del rey jordano Abdullah exhortando al gobierno palestino a «aceptar las condiciones del Cuarteto».

Esta semana, en una entrevista con la televisión israelí, el Rey Abdullah no mencionó la necesidad de un reconocimiento recíproco de Israel hacia un estado palestino, ni pidió la retirada total israelí de los territorios ocupados, lo que provocó amplia consternación entre los palestinos.

Mientras, Haniyeh dijo que confiaba en poder presentar un gobierno de unidad nacional a la aprobación del Presidente palestino y del parlamento «tan pronto como fuera posible». El martes, Haniyeh comenzó consultas intensivas con las dos facciones más importantes del Consejo Legislativo palestino, Hamas y Fatah, con el propósito de elegir los ministros que se encargarán de varias de las carteras.

Declaró que se encontraría «muy pronto» con el Presidente Abbas para dar «los toques finales» al gobierno.

Haniyeh ha llevado a cabo ya amplias consultas con todas las facciones políticas con objeto de lograr el mayor consenso nacional palestino posible y de preparar la etapa política inmediata.

Según fuentes internas de Gaza y Ramala, el próximo gobierno palestino reafirmará «su compromiso con una resolución pacífica de la cuestión palestina, de conformidad con las Resoluciones nº 242 y 338 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la fórmula de paz por territorios.

El gobierno también manifestará «su adherencia general a los acuerdos internacionales y árabes referentes a la contienda israelo-palestina».

Sin embargo, al igual que anteriores gobiernos de Fatal, el próximo gobierno dejará claro que todos los compromisos vis-a-vis con Israel, incluido su posible reconocimiento de facto, están inequívocamente condicionados al reconocimiento recíproco israelí de un estado palestino sobre el cien por cien de Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén Este, así como una solución equitativa al problema de los refugiados palestinos, de acuerdo con la Resolución nº 194 de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Esta postura, que goza de un consenso total y absoluto entre todos los palestinos, es poco probable que sea aceptada por Israel, por dos razones:

Primero, Israel considera a Cisjordania más como un territorio «disputado» que como «ocupado», aunque su posición es contraria al derecho internacional. En cuanto a la cuestión de Jerusalén, Israel se anexionó el Este de la Jerusalén árabe inmediatamente después de su ocupación de la ciudad en 1967, considerándola actualmente como su «capital unida e indivisible».

Segundo, Israel rechaza con vehemencia cualquier idea de un retorno masivo de refugiados palestinos a sus pueblos y ciudades en lo que ahora es Israel, alegando que su repatriación socavaría la «identidad judía» de Israel.

Los palestinos, especialmente los líderes de los refugiados, defienden que la difícil situación de los refugiados es la esencia del problema palestino y que si no se garantiza a los refugiados, o a la mayoría de ellos, el derecho al retorno, no hay acuerdo posible duradero entre Israel y la Autoridades Palestina.

Enlace texto original en inglés:

http://weekly.ahram.org.eg/2007/834/re1.htm

Sinfo Fernández forma parte del colectivo de Rebelión y Cubadebate.