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El máximo cargo de las Fuerzas Armadas, denunciado por vender acciones en Bolsa el mismo día en que se inició la guerra

El jefe del Ejército israelí, en la picota

Fuentes: El Mundo

El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el general Dan Halutz, vendió acciones, por valor de más de 21.600 euros, solo tres horas después de que dos de los soldados del Ejército israelí fuesen capturados por la milicia libanesa Hizbulá. Así lo denunciaron ayer oficiales del Ejército israelí de alto rango y comandantes sobre […]

El jefe del Estado Mayor del Ejército israelí, el general Dan Halutz, vendió acciones, por valor de más de 21.600 euros, solo tres horas después de que dos de los soldados del Ejército israelí fuesen capturados por la milicia libanesa Hizbulá. Así lo denunciaron ayer oficiales del Ejército israelí de alto rango y comandantes sobre el terreno.

«Se trata de una clara falta ética en el comportamiento del jefe del Estado Mayor durante las horas en las que soldados murieron y otros intentaban rescatar a los heridos. Halutz debería dimitir en el momento en el que los militares completen la retirada del sur del Líbano», exhortaron los oficiales. Según las fuentes, Halutz llamó a su agente en el Banco Leumi de la calle Disengoff en el centro de Tel Aviv y le ordenó vender sus acciones en Bolsa.

Durante los dos días posteriores al ataque de Hizbulá que tuvo lugar el pasado 12 de julio, la Bolsa israelí perdió más del 8%, aunque desde entonces ha recuperado la mayor parte de su valor. En respuesta a las declaraciones publicadas, Halutz confirmó la noticia pero alegó que cuando dio esa orden al banco, «no sabía que iba a estallar la guerra» y que vendió las acciones después de haber sufrido unas serie de pérdidas. «Es verdad que vendí mis acciones el 12 de julio de 2006 pero es imposible relacionarlo con la guerra. En esos momentos no esperaba ni pensaba que hubiese una guerra», explicó el general.

Además, Halutz calificó las declaraciones que fueron publicadas en el diario israelí Maariv, de «malvadas y tendenciosas» y declaró no tener intención de «ser arrastrado a un asunto que dañará mi integridad. También soy un ciudadano y tengo mis asuntos económicos».

Oficialmente el Ejército salió a la defensa de su máximo dirigente. En un comunicado afirmó que «el jefe del Ejército trabaja día y noche para defender las vidas de los ciudadanos y soldados del Ejército, y el intento de relacionar el secuestro de los soldados, el inicio de la guerra y sus temas privados no es correcto». Sin embargo, el diputado del Partido Nacional Religioso, Zevulun Orlev, pidió al asesor jurídico del Gobierno, Menajem Mazuz, que se investiguen estos hechos, ya que según él, «es importante para el jefe del Ejército eliminar cualquier sombra de duda sobre él». «Le escribí al consejero jurídico del Gobierno que el hecho de que el comandante de las Fuerzas Armadas haya vendido sus acciones en Bolsa el día en que estalló la guerra, despierta sospechas y aparentemente pudo haber incurrido en un delito aprovechando sus conocimientos para la operación bancaria», dijo Orlev en unas declaraciones en la radio israelí.

Por su parte, el diputado Arie Eldad, del Partido de Unidad Nacional, también de la extrema derecha, aseveró que se debería despedir a Halutz por haber vendido acciones el día de los ataques «y si dice que no sabía que iba a estallar una guerra cuando ordenó esa transacción, es que no sirve para ese cargo».

Y a pesar de que las autoridades israelíes aseguraron que los actos de Halutz no suponen una violación del derecho empresarial en lo relativo a la explotación de información privilegiada, no dejará de ser un escándalo si se demuestra que el jefe del Ejército israelí vendió acciones de compañías y bancos sabiendo que se iban a enfrentar a dificultades.