Recomiendo:
0

El legado de Malcolm X

Fuentes: Mundo Obrero - Imagen: Fidel Castro (izquierda) y Malcolm X en Harlem, el 19 de septiembre de 1960. Un ejemplo del internacionalismo anticapitalista.

El 21 de febrero de 2025 se cumplirá el 60 aniversario del asesinato de Malcolm X. El siguiente artículo, ligeramente editado, se publicó originalmente en workers.org el 23 de mayo de 2013.

El gran líder negro Malcolm X -también conocido como El-Hajj Malik El-Shabazz- nació el 19 de mayo de 1925. Su nombre de nacimiento era Malcolm Little.

De niño, experimentó los horrores del racismo al crecer en Lansing, Michigan, donde su padre, Earl Little, fue linchado cuando Malcolm tenía seis años. Cuando Malcolm le dijo a una de sus profesoras que quería ser abogado, ella le disuadió de seguir esta carrera por ser negro.

Cuando ingresó en prisión a principios de la década de 1950 por delitos menores, la perspectiva política de Malcolm floreció al conocer y unirse a la Nación del Islam, la mayor organización de masas afroestadounidense.

A medida que crecía su reputación política como líder nacionalista mientras estaba encarcelado, Malcolm atrajo la atención y la ira del programa de contrainteligencia del FBI, conocido como Cointelpro. Este programa represivo -creado por el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, y respaldado por todas las ramas del gobierno estadounidense- tenía como objetivo destruir cualquier movimiento de masas dentro de Estados Unidos que buscara la autodeterminación y la liberación nacional de la represión racista. Las tácticas del FBI incluían la demonización a través de la desinformación, los montajes que llevaban al encarcelamiento y los asesinatos de líderes políticos de movimientos dirigidos por los oprimidos.

La defensa de Malcolm X del derecho a la autodefensa armada contra la represión estatal influyó en organizaciones de masas como el Partido de las Panteras Negras, los Diáconos para la Autodefensa, los Young Lords, el Movimiento Indio Americano y muchos otros. Estos grupos fueron finalmente objetivo de Cointelpro, al igual que innumerables líderes heroicos como Malcolm X, el Dr. Martin Luther King Jr., Assata Shakur, Fred Hampton, Safiya Bukhari, Mumia Abu-Jamal y Leonard Peltier.

La conciencia política de Malcolm X se expandió del nacionalismo negro revolucionario en casa al internacionalismo anticapitalista, en sus viajes al extranjero, especialmente a África, Asia y Asia Occidental [también conocido como Oriente Próximo].

En una ocasión declaró: «El mismo hombre que estaba colonizando a nuestro pueblo en Kenia estaba colonizando a nuestro pueblo en el Congo. El mismo que estaba en el Congo estaba colonizando a nuestro pueblo en Sudáfrica, y en Rodesia del Sur, y en Birmania y en la India, y en Afganistán, y en Pakistán. Se dieron cuenta de que en todo el mundo donde el hombre oscuro estaba siendo oprimido, estaba siendo oprimido por el hombre blanco; donde el hombre oscuro estaba siendo explotado, estaba siendo explotado por el hombre blanco». (Malcolm X Speaks, 1965)

La visita de dos días de Malcolm a Gaza, incluido el campo de refugiados de Khan Younis a principios de septiembre de 1964, le llevó a escribir un comentario titulado «Lógica sionista». En él compara el sionismo con un «nuevo tipo de colonialismo» que no sólo amenaza la existencia de Palestina sino también la de los países africanos recién independizados.

Una semana antes de su asesinato, declaró: «Es incorrecto clasificar la revuelta de los negros simplemente como un conflicto racial de negros contra blancos o como un problema puramente estadounidense. Más bien, asistimos hoy a una rebelión global de los oprimidos contra los opresores, de los explotados contra los explotadores».

Tras abandonar la NOI, Malcolm X puso en marcha la efímera Organización de la Unidad Afroamericana en 1964 para ayudar a promover el panafricanismo y ampliar la solidaridad entre los negros en su país y en el mundo. Fue asesinado mientras pronunciaba un discurso en el auditorio Audubon Ballroom el 21 de febrero de 1965. Es ampliamente conocido que el gobierno estadounidense estuvo detrás del asesinato.

Como afirmó en una ocasión el difunto líder de los Panteras Fred Hampton -asesinado por la policía de Chicago el 4 de diciembre de 1969-: «Puedes matar a un revolucionario pero no puedes matar la revolución». Estas proféticas palabras se aplican sin duda a Malcolm X, cuyas inspiradoras palabras y legado perdurarán ahora y para las generaciones futuras.

Fuente: https://www.workers.org/2025/02/83963/