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El Censo de la Memoria Democrática informa sobre 7.567 víctimas de la represión franquista hasta 1956

El Mapa de fosas del País Valenciano localiza 529 enterramientos colectivos en la guerra y la dictadura

Fuentes: Rebelión [Imagen: Generalitat Valenciana]

7.567 víctimas mortales entre abril de 1938 (caída de las comarcas del norte del País Valenciano) y noviembre de 1956: asesinato del último guerrillero antifranquista en el paredón de El Terrer, en el municipio de Paterna (2.409 víctimas corresponden al año 1939 y 2.390 tenían entre 30 y 39 años).

Son las cifras incluidas en la primera fase del Cens de Víctimes de la guerra, el franquisme y la transició al País Valencià, promovido por la Coordinadora d’Associacions per la Memòria Democràtica del País Valencià (CAMDE-PV) y presentado en febrero en el Teatre Micalet de Valencia.

Patrocinado por la Conselleria de Participación, en el registro figuran víctimas como Juan Abad Blanes, jornalero que residía en el municipio de Alcoi y fue ejecutado cuando tenía 20 años -el 23 de marzo de 1939- en Zaragoza; militaba en la UGT; otro jornalero y sindicalista de CNT, de 26 años, Pascual Ñiguez Navarro, residía en Catral (Alicante); murió ejecutado el 21 de abril de 1939 en Alicante y enterrado en una fosa de esta ciudad; también mujeres como Inés Agustín Concepción, fallecida por un coma diabético a los 42 años en la Prisión de Mujeres de Valencia.

En el censo pueden localizarse, asimismo, los datos de 666 víctimas en los campos de concentración nazis; es el caso del saguntino Juan Barberá Solá, fallecido en noviembre de 1941 a los 31 años: permaneció durante 15 meses en el campo de Gusen (Austria), donde murió; la ficha detalla la unidad militar de la que formó parte, durante la Segunda Guerra Mundial: “soldado de segunda clase, regimiento de voluntarios”.

El historiador Vicent Gabarda cifró en 4.714 las personas ejecutadas en el País Valenciano entre 1938 y 1956 (la mayoría en la provincia de Valencia -2.980-, seguido por la de Castellón -1.014- y la de Alicante, con 720).

“El cómputo más elevado de ejecuciones se produjo en 1939, el Año de la Victoria, inicio de la regularización de la represión en todo el País Valenciano, como en todo el estado español, acentuado por la euforia propia de la victoria, con la profusión de denuncias, recelos y las consiguientes venganzas”, explica Gabarda en su libro Els afusellaments al País Valencià. 1938-1956 (Ed. Alfons el Magnànim, 1993).

El investigador subraya, asimismo, que fueron “comités municipales, miembros de colectividades agrarias (muy importantes en el País Valenciano por su economía principalmente agrícola), trabajadores de la industria socializada o colectivizada, personalidades del ámbito de las leyes, militares, comerciantes –entre otras- fueron pasadas por las armas, acusados de republicanos o defensores de la República”.

Els afusellaments aporta detalles que pueden apreciarse en municipios como Forcall (comarca de Els Ports, Castellón): 12 ejecutados –más del 7% de la población- entre junio de 1938 y el mismo mes de 1941; desempeñaban las profesiones de labrador, carpintero, jornalero o espardenyer (trabajo con el calzado de esparto), y eran miembros de CNT, UGT o Izquierda Republicana (IR).

Una fuente de interés es la página Web de la Memoria Democrática del País Valenciano, presentada el pasado 31 de enero por la consellera de Participación Rosa Pérez Garijo (Unides Podem); el portal cuenta con un Mapa de Fosas, que permite localizar y acceder a información sobre 529 enterramientos colectivos por categorías: municipio, represión franquista durante la Guerra Civil y la dictadura; bombardeos o “combatientes” en la guerra de 1936, entre otras.

Por ejemplo Albatera I, en el sur de la provincia de Alicante; la fosa del cementerio municipal –“no intervenida”- corresponde a la represión franquista durante la dictadura; de hecho, las personas inhumadas podrían ser prisioneros del campo de concentración  de Albatera, establecido -en abril de 1939- en el actual término municipal de San Isidro.

En cuanto a los restos de los enterrados, la ficha de Albatera I identifica a ocho fusilados entre julio y octubre de 1939, con edades comprendidas entre los 23 y los 35 años; asimismo se detallan las profesiones: agricultor, jornalero, carpintero o chófer.

Entre las fosas derivadas de la represión (franquista) durante la guerra, el Mapa señala Serra I (fosa “intervenida”), emplazada en el camposanto de este municipio de la provincia de Valencia. “Parece que se inhumaron hasta 125 víctimas fallecidas en el Campo de Concentración y posterior Prisión sanatorio de Portaceli”, en Serra, detalla el plano digital.

Las muertes se produjeron entre mayo de 1939 y noviembre de 1942; la ficha de Serra incluye asimismo los oficios: labrador, jornalero, albañil, aserrador, zapatero, decorador, hornero, electricista y pescador, entre otros. Además se recuerda el caso de otros municipios valencianos, como Paterna, donde según Vicent Gabarda fueron asesinadas 2.237 personas entre 1939 y 1956.

En cuanto a la provincia de Castellón, el buscador permite el acceso a siete fosas emplazadas en la capital; la inhumación colectiva denominada Castelló de la Plana I es uno de los ejemplos de fosa de combatientes, en la que podrían hallarse los restos de 780 militares y soldados; otros casos son los de Vistabella del Maestrat (siete fosas); Atzeneta del Maestrat (cuatro) o los numerosos enterramientos localizados en Bejís.

Las estadísticas se hallan en actualización permanente. Según la Conselleria de Participación, 328 fosas han sido “intervenidas/dignificadas” (sobre un total de 541); en cuanto a las víctimas “exhumadas e identificadas” en el Mapa de Fosas, la Generalitat informa de 2.166 restos (prácticamente todos por la represión durante la dictadura) y 225 identificaciones (datos hasta diciembre de 2022).

 El portal de la Memoria Democrática contiene también información sobre el Catálogo de Vestigios de la guerra civil y la dictadura, y los elementos “que deben ser retirados o eliminados” (placas con el yugo y las flechas en calles y viviendas de protección oficial; o inscripciones franquistas grabadas en piedra en las fachadas de las iglesias); el Catálogo de Lugares e Itinerarios de la Memoria Democrática así como la “Geografía del Terror”: Cementerio y paredón de El Terrer, en Paterna; y el Campo de Concentración de Albatera.    

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.