El ataque a migrantes en Veracruz un día antes de la visita de Obama a México y las manifestaciones por la revisión de la política migratoria y la liberación de los presos políticos en Estados Unidos mostraron el otro lado de las relaciones entre los dos países.
Más de 300 migrantes mexicanos y centroamericanos sufrieron un ataque atribuido al crimen organizado en un tren a 25 quilómetros del municipio de Cosoleacaque, Veracruz, justo un día antes de la visita de Barack Obama a México. Marta Sánchez, representante del Movimiento Migrante Mesoamericano, declaró a Desinformémonos que a partir de este evento se hará imposible al gobierno ocultar la violencia a los migrantes.
Miembros del crimen organizado infiltrados entre los migrantes que viajaban en el techo del tren, golpearon y aventaron del carguero a quienes se negaron a pagar el monto de 100 dólares. Más de 20 personas fueron hospitalizadas, dos de ellas se encuentran graves, y una mujer embarazada está desaparecida. Las víctimas prestaron testimonios a la policía y a la prensa. «Lo que nosotros denunciamos hace años y el gobierno calificaba como riñas entre personas alcoholizadas, ya no se puede ocultar, porque ahora los migrantes saben que tienen derechos y no tienen miedo a denunciar», dijo Sánchez.
Durante la visita del presidente estadounidense, sectores de la sociedad civil mexicana se unieron a las denuncias cuando cientos de personas protestaron frente a la embajada de Estados Unidos, en la Ciudad de México. La convocatoria fue del Movimiento Migrante Mesoamericano. Bajo la consigna «Obama, no deportes a mi mamá», el movimiento denunció que tan sólo en el primer mandato del demócrata, mil 600 millones de migrantes fueron deportados, lo que resultó en más de 200 mil ciudadanos menores de edad separados de sus familiares. Además, denunciaron la persecución de migrantes en barrios y vecindades latinas, así como en fábricas y campos agrícolas.
«Fue un intento de decirle a Obama que no todo es color de rosa como lo pinta y que su gobierno es responsable por la división de miles de familias mexicanas», señaló Marta Sánchez. Ella calificó la postura del mandatario como «cínica», una vez que el presidente admite que las políticas actuales causan el sufrimiento de las familias mexicanas, pero no toma providencias para solucionar el problema – y sigue deportando migrantes en masa.
El presidente Obama estuvo en visita oficial los días dos y tres de mayo. Durante esos días, también se manifestaron los Amigos de Mumia en México, que hicieron presente su repudio a la situación de los presos políticos en Estados Unidos y exigieron la liberación inmediata del ex Pantera Negra Mumia Abu-Jamal. En carta abierta al presidente estadounidense, preguntaron: «¿Piensa usted que nadie sabe que estos presos y presas políticas existen? ¿Piensa usted que nadie sabe del trato cruel e inhumano que ellos reciben en sus prisiones? ¿Por qué ignora usted los reclamos de libertad para estos presos políticos?»
Fuente: http://desinformemonos.org/2013/05/no-todo-es-color-de-rosa-en-la-visita-de-barack-obama-a-mexico/