El gobierno de Bush ha estado apoyando y financiando a las llamadas ‘organizaciones basadas en la fe’, y sus iniciativas, conformando así una fuerza corporativa para apoyarlo electoralmente
La combinación de fanatismo y voracidad comercial de muchas de ellas sería simplemente ridícula, si no fuera porque están poniendo en peligro la paz y el bienestar del mundo entero, a costa del dinero de los contribuyentes estadounidenses y de donantes privados.
La historia de organizaciones como La Bolsa del Samaritano, Samaritan’s Purse, regentada por el hijo de Billy Graham, personaje este último al que se le atribuye la desafortunada conversión de Bush de alcohólico empedernido en fanático ‘cristiano renacido’ muestra que no sólo están haciendo negocios millonarios sino que con sus predicaciones están sembrando imprudentemente un odio aún más profundo en algunos musulmanes contra los abusos estadounidenses.
Billy Graham influyó sobre Nixon en la época de la guerra de Vietnam, incluso llegó a recomendarle que las fuerzas estadounidenses aplicaran una estrategia de bombardeo de diques, proyecto que de haberse llevado a la práctica habría ocasionado alrededor de un millón de muertos entre sus enemigos del Sudeste Asiático. (Alexander Cockburn ‘When Billy Graham Planned To Kill One Million People’ (CounterPunch, 13 de marzo de 2002).
En todo caso, la recomendación de Billy Graham constituyó un perfecto ejemplo de la forma en que muchos fanáticos estadounidenses entienden los mandatos de Dios.
Con la misma escuela de su padre, Franklin Graham, quien pronunció la oración principal en la toma de posesión de Bush en enero de 2001, ha estado usando una agresiva retórica contra el Islam y aprovechando la guerra de Irak para llevar a cabo actividades de proselitismo religioso, labores por las que él personalmente recibe varios cientos de miles de dólares como presidente de la organización La Bolsa del Samaritano.
La Bolsa del Samaritano
Fundada en 1970, La Bolsa del Samaritano (www.samaritanspurse.org) es ‘una organización cristiana comprometida con la difusión de las buenas nuevas de Jesucristo mediante la predicación evangélica y el auxilio en casos de emergencia’.
La organización internacional tiene sede en Boone, Carolina del Norte, un presupuesto que actualmente es de cerca de 200 millones de dólares y filiales en Canadá, Australia, Inglaterra, Holanda, y Kenia, y dice proporcionar ‘ayuda’ a más de cien países del mundo.
En sus ofertas de empleo, la organización explica que todos los solicitantes deben adherirse a su ‘declaración de fe’, para lo cual apela a la legislación vigente aplicable a las ‘organizaciones basadas en la fe’, a las que tanto ha beneficiado Bush.
Aunque los empleadores deben evitar la discriminación por motivos de raza, sexo, color, edad, estado civil, discapacidad, ascendencia, etc, esas organizaciones pueden ejercer la discriminación por motivos religiosos, exigiendo a sus miembros aceptar dogmas que a veces, como el de la trinidad, desafían el pensamiento lógico y que, desde luego, entran en abierto conflicto con otras religiones.
La mencionada declaración de fe incluye entre otros puntos creer que ‘la Biblia es la única, inspirada e infalible palabra de Dios’, que Dios es eterno, uno y trino, y que ‘Jesucristo es el único camino’ para ‘la salvación de los perdidos y los pecadores’. Quienes reciban un salario de la organización samaritana deben también creer ‘en la resurrección de justos y pecadores; los primeros para la vida eterna y los segundos para el castigo eterno’.
Las huestes de Franklin Graham no pueden despertar sino rechazo entre los musulmanes, que no divinizan a ningún ser humano, ni al profeta Mahoma, pues los empleados de Graham para ser contratados deben ‘creer en la deidad de nuestro señor Jesucristo, en su nacimiento virginal, en su vida sin pecado, en sus milagros, en su muerte redentora y en su resurrección corporal’, así como ‘en su ascensión a la derecha del padre y en su retorno personal en gloria y poder’.
En realidad, La Bolsa del Samaritano combina supuestos afanes filantrópicos y un culto fanático y falsamente sentimental con un fuerte afán de lucro, de tal suerte que como ejecutivo de esa empresa, Franklin Graham recibe una ‘compensación’ de 283,798 dólares anuales, sin contar otros ingresos y beneficios económicos derivados de su labor como ‘salvador de almas’ (http://www.charitynavigator.org/index.cfm/bay/search.summary/orgid/4423.htm).
Críticos de la familia Graham han señalado que sus integrantes no han querido hacer público a cuánto asciende su fortuna, ni sus ingresos totales como ejecutivos evangélicos.
En la página de Samaritan’s Purse podemos ver una fotografía de Graham elegantemente vestido, de traje oscuro y corbata dorada, perorando ante sus fieles, como si la riqueza fuera signo de respetabilidad moral.
En 2002, La Bolsa del Samaritano tuvo ingresos totales por 170,225,005 de dólares, gastos por 166,338,832 de dólares, incluyendo casi cinco millones y medio por concepto de mercadotecnia y campañas para la obtención de fondos, por lo que su ganancia ese año fue de 3,886,173 de dólares, de los cuales cerca de un diez por ciento fue a los bolsillos de Franklin Graham, a quien la fe y el sentimentalismo no le impidieron agenciarse ese dinero, que duplica el de los ya crecidos salarios de los ministros de algunos países latinoamericanos.
Para esas fechas, el lucrativo monedero del Samaritano había acumulado ganancias por 66,201,651 de dólares. Esa prácticas de hacer dinero bajo el disfraz de ropajes supuestamente filantrópicos suele justificarse apelando a pretextos como el de contar con una ‘reserva’ monetaria para lo cual se pude definir ventajosamente un determinado porcentaje de sus recursos totales.
Pese a ello, el gobierno de Estados Unidos considera a dicha organización como ‘no lucrativa’ y por ello está exenta del pago impuestos, además de que participa en el proyecto Voluntarios para la Prosperidad, inciado por Bush a partir del 21 de mayo de 2003 para influir en los países en desarrollo.
USAID
En mayo de 2003, se difundió que la organización de Graham había recibido de USAID casi 4.2 millones de dólares en diversos financiamientos desde 1988 y que recibiría aún más para desarrollar sus actividades en Irak. Stephen Swecker ‘A View From Zion ‘Bothered’ ‘: www.zionsherald.org/May2003_view.html.
En marzo de 2001, el New York Times cuestionó la labor de Samaritan’s Purse en El Salvador, que presumiblemente estaría mezclada con tareas de proselitismo religioso, y para la cual recibió fondos de USAID.
USAID otorgó a la organización de Graham 202 mil dólares para la construcción de refugios para los damnificados por el devastador terremoto de ese año, labor que Samaritan’s Purse combinaba con el proselitismo religioso. Según el New York Times, los empleados de Samaritan’s Purse organizaban reuniones de oración antes de enseñar a los residentes locales cómo construir los refugios temporales.
La Bolsa del Samaritano señaló que sólo un pequeño porcentaje de sus ingresos provenían de USAID, que en 2000 aportó 3.9 millones de dólares de un total de 135 millones de los que dispuso ese año dicha organización ‘filantrópica’, es decir, el 2.9 por ciento de los mismos y que USAID todavía no les había dado el dinero.
Según la mencionada Bolsa, la USAID nunca ha cuestionado sus manejos, sea en El Salvador, Honduras, Kosovo, o en otros países donde su labor ha recibido financiamiento del gobierno estadounidense.
Aunque negaba subordinar la ayuda material a la aceptación de creencias religiosas por parte de los beneficiados o mezclar la filantropía y el proselitismo, señalaba que ‘como organización cristiana de ayuda, estamos comprometidos a proveer tanto las necesidades físicas como espirituales de la gente en todo el mundo. Nunca dejaremos de decirle a la gente con la que trabajamos que Dios la ama y cuida de su cuerpo, su alma y su corazón’.
La réplica terminaba en forma desafiante: ‘Si el gobierno de Estados Unidos (USAID) nos pidiera modificar o abandonar nuestra distintiva identidad cristiana como condición para otorgarnos ayuda financiera, declinaríamos amablemente cualquier apoyo’.
Organizaciones como Samaritan’s Purse están recibiendo un fuerte apoyo de la ultraderecha gobernante en Estados Unidos para ganar dinero y hacer proselitismo religioso, al grado de que el 11 de enero de 2001, en el American Enterprise Institute, el senador Jesse Helms propuso nada menos que ‘.reemplazar la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) con una nueva Fundación de Desarrollo Internacional con la misión de hacer ‘donaciones en bloque’ para apoyar la labor de los organismos privados de socorro y de instituciones religiosas como Samaritan’s Purse, Servicios Católicos de Ayuda y otras semejantes…’.
Con esa propuesta, alegaba Helms ‘Reduciremos el tamaño de la inflada burocracia estadounidense en la ayuda exterior; entonces, usaremos cada centavo ahorrado para potenciar a esos ‘ejércitos de la compasión’ para que puedan ayudar a los más necesitados del mundo’. (usinfo.state.gov/journals/itps/0301/ijps/pj61helm.htm).
La nueva guerra santa
En 1982, la organización de Franklin Graham acompañó con sus labores proselitistas la invasión israelí a los campos palestinos; predicó a los kurdos que combatieron contra Saddam Hussein en 1991 y a jovencitas bosnias de religión musulmana, que habían sido violadas por serbios cristianos. (Mas’Ood Cajee ‘Franklin Graham: Spiritual Carpetbagger’ en www.counterpunch.org/cajee04112003.html).
Durante la Operación Escudo del Desierto, en 1990, Graham señaló que ‘debemos hacer todo lo que podamos para aprovechar la presencia militar de Estados Unidos para compartir con la gente de la religion la fe sobre la que se construyó nuestra nación’.
En diciembre de ese año, Samaritan’s Purse envió a la zona de guerra a hombres y mujeres uniformados 30 mil paquetes que incluían cada uno de ellos un ejemplar del Nuevo Testamento, lo cual atrajo la atención del General Norman Schwartzkopf, quien ordenó confiscar las biblias para evitar conflictos interreligiosos entre las tropas.
La perspectiva personal de Graham sobre el Islam no es la mejor para fomentar buenas relaciones con sus adeptos.
Después de los ataques terroristas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington DC, en declaraciones radiadas Graham culpó al Islam de inspirar los ataques contra el territorio de EE.UU. El primer día de Ramadán, el mes sagrado del ayuno musulmán, en 2001, Graham dijo que ‘no fueron metodistas los que volaron contra esos edificios, no fueron luteranos -fue un ataque contra este país por gente de fe islámica. Si lees el Corán y lees los versos del Corán, ves que instruye que se mate a infieles, a los que no son musulmanes’. A fines de 2001 insistió en que: ‘No estamos atacando al Islam sino que el Islam nos ha atacado a nosotros. El Dios del Islam no es el mismo Dios. No es el hijo de Dios de la fe cristiana o judeocristiana. Es un Dios diferente, y creo que es una religión muy mala y perversa.’
Graham también ha señalado que ‘El Dios del Islam no es el Dios de la fe cristiana’ y que ‘las dos religiones son tan diferentes como el día y la noche.’ (Véase su libro The Name, publicado en 2002).
Por su parte, el reverendo Jerry Vines, ex-dirigente de la Convención Bautista del Sur, ha dicho que el Islam es una fe que obliga a sus creyentes a cometer actos de terror y ha descrito al Profeta Mahoma como ‘ un poseído por el demonio pedófilo que tenía 12 mujeres, y la última era una niña de nueve años.’
Empero, en Irak, junto con la Convención Bautista del Sur, la confesión protestante más grande de Estados Unidos, Samaritan’s Purse ha impulsado sus proyectos para ganar conversos mediante el asistencialismo.
‘Vamos allá a donde tenemos la oportunidad de satisfacer necesidades’, declaró al respecto en 2003 Ken Isaacs, director internacional de proyectos del Samaritan Purse, localizado en Boone, N.C. ‘No rechazamos el nombre de Cristo. Creemos en que debemos compartirlo en hechos y en palabras. Seremos quienes somos.’ (www.musulmanesandaluces.org/hemeroteca/36/cristianizacion_del_enemigo.htm).
Según reportó La Bolsa del Samaritano en Julio de 2003, sus labores en Irak incluyen el restablecimiento de los servicios médicos en colaboración con la autoridad provisional de la Coalición. (www.charitywire.com/charity132/03658.html).
En la actual guerra de Irak, un capellán evangélico ha estado usando tácticas de presión al estilo de Graham para convertir a soldados musulmanes en el campo militar de Bushmaster cerca de Najaf. El capellán Josh Llano aprovechó la aguda escasez de agua que impedía bañarse a los hombres condicionándoles a su conversión el acceso a 500 galones de agua bajo su control: ‘Es sencillo.’ dijo a un reportero ‘Quieren agua. Yo la tengo, si aceptan bautizarse’.
Hay grupos terroristas como el Ejército de Dios, que pregona el asesinato de los ‘abortistas’ y los atentados terroristas contra las clínicas que practican abortos, que comparten con La Bolsa del Samaritano el interés por difundir las enseñanzas bíblicas en los campos de batalla.
Ese grupo se ha quejado de que no se permite enviar biblias a los soldados estadounidenses en Irak, por considerarlos materiales contrarios a la fe islámica, según la denuncia del pastor Norman Olson quien ha señalado que ‘nuestros muchachos son buenos para morir en algún desierto islámico, pero no para recibir una Biblia por correo porque puede ofender por allá a algún musulmán’, afirmaba el religioso, quien señalaba también que la fe religiosa es ‘una poderosa fuerza de apoyo’ para la guerra.
Por su parte, el 10 de octubre de 2003, líderes de iglesias evangélicas de Ecuador dirigieron una carta abierta a Franklin Graham ante el anuncio de que la Asociación Evangélica Billy Graham, que preside Franklin, llevaría a cabo un congreso en Ecuador a fines de ese mes.
Cuestiona la misiva ‘¿Se le ha informado al pueblo ecuatoriano, y especialmente a las iglesias evangélicas y a sus pastores, del papel que usted desempeñó asesorando pastoralmente al señor Bush para que invadiera Irak, presentando esa agresión como una cruzada evangélica?’.
La carta reseñaba que ‘los acontecimientos que desembocaron en la invasión a Irak por parte de los EUA y de Gran Bretaña’ que no lograron consenso en las Naciones Unidas; Bush no atendió los pedidos de diálogos de las Iglesias estadounidenses ni escuchó el clamor alrededor del mundo oponiéndose a la guerra y tratando de encontrar otro camino que no sea la guerra como primer recurso’.
‘Su rol como asesor espiritual de un mandatario que se prepara para la guerra haciendo gala de la soberbia de su poder bélico’ al ‘ofrecerle justificativos religiosos para la misma’ debió ser otro, el de ‘luchar denodadamente a favor de las soluciones pacíficas inspiradas por el poderoso mensaje evangélico’, sentencian los responsables de la carta quienes agregan que ‘nos resulta incomprensible que, en su condición de presidente de una asociación evangelística, pueda a la vez orar y alentar para la guerra’.
También se resaltaba en la carta que ‘El Evangelio dice que no se puede servir a dos señores. Dios es un Dios de paz. Cristo es el Príncipe de la Paz’ la Carta afirma que ‘Usted, señor Graham, tuvo la posibilidad de influir en nombre de la fe en Jesucristo que profesa, de evitarle muchos males al mundo’.
Al detallar las incumplidas promesas que se hicieron para justificar la invasión a Irak, la carta citaba que en 1992 ‘recordamos el Quinto Centenario de la llegada de Cristóbal Colón a nuestras tierras’ por lo que ‘Hemos criticado fuertemente que, junto con los ejércitos conquistadores, llegara la iglesia católica a imponer la cruz por medio de la espada’ pero ahora ‘Diez años después del Quinto Centenario, son los evangélicos -y entre ellos su organización- Samaritan’s Purse los que llegan a Irak detrás del ejército invasor. Ayer la Iglesia Católica, hoy los evangélicos. Pero el evangelio de Jesucristo no puede predicarse a la sombra de espadas ni cañones, porque es un evangelio de amor’.
En Sudán, La Bolsa del Samaritano también está desarrollando sus actividades filantrópicas y proselitistas a la vez. De acuerdo con un reporte de Franklin Graham, que se difunde en su página Internet, el líder de la mayoría en el senado estadounidense, Dr. Bill Frist ha acompañado uno de los vuelos de ayuda de esa organización. La intervención de Frist al lado de La Bolsa tuvo un doble cariz político y filantrópico pues dijo a la prensa que el Estados Unidos deberían presionar al gobierno de Sudán para ‘resolver la crisis’. Según Franklin Graham, Dios llamó a Samaritan’s Purse para el mismo objetivo.
En un artículo publicado el 11 de agosto de 2004 en el Washington Post, Frist ataca al gobierno del Sudán con la conocida retórica del intervencionismo estadounidense: es un régimen dictatorial, que crea ‘inestabilidad en la región’.
El SIDA y Dios
A principios de 2003, la Bolsa del Samaritano junto con organizaciones conocidas de la derecha religiosa, como Focus on the Family, Christian Coalition y The Family Research Council, se unieron para pedir a Bush que los 15 mil millones de dólares destinados a combatir el SIDA en Africa en un plan quinquenal se usaran para difundir la abstinencia en lugar del uso del condón.
En carta enviada a Bush el 27 de febrero de ese año, firmada entre otros por Franklin Graham, le recomendaron que dicho programa contemplara la abstinencia y al fidelidad en el matrimonio como soluciones al sida y el uso del condón sólo como un ‘último recurso’. También pidieron que con dicha iniciativa el gobierno proporcione fondos para las organizaciones ‘basadas en la fe’ y los niegue a su vez a los grupos de corte liberal o feminista, o a los que admiten el aborto, aun cuando los recursos sean para evitar el sida o para dar información sobre esa enfermedad.
Según ha relatado el pastor evangélico Phillip Lee (www.hiswayout.com), de His Wat Out Ministries, en marzo de 2002 se reunió con Franklin Graham y otros miembros de Samaritan’s Purse y de la Asociación Billy Graham, con quienes coincidió en que ‘Dios ha dado principios bíblicos para detener las infecciones del SIDA y llevar esperanza a quienes han visto sus vidas devastadas por esta mortal enfermedad’.
Un personaje que ha colaborado desde hace años con Samaritan’s Purse es el republicano Bill Frist, quien a la vez se ha distinguido por ser uno de los legisladores más opuestos a los derechos sexuales y reproductivos.
Una y otra vez, Frist ha votado no sólo contra diversas formas del aborto, sino contra la anticoncepción de emergencia y para eliminar ayudas gubernamentales a proyectos enfocados a la salud reproductiva de las mujeres en países pobres, también ha votado por dedicar decenas de millones de dólares a los programas de abstinencia sexual, que cuestionan la libertad para tomar decisiones personales y se inspiran en prejuicios moralistas sobre la sexualidad. (www.usnewswire.com/topnews/qtr1_2003/1223-117.html).
El Mesías en uniforme
Nacido en 1952, William Franklin Graham III es el cuarto de cinco hijos del evangelista Billy Graham. En un artículo dedicado al Imperio Cristiano de Franklin Graham (CounterPunch, 26 de abril de 2003), John Chuckman hace notar las precoces obsesiones de Franklin con las armas de fuego e incluso su costumbre de regalar armas automáticas.
De acuerdo con algunos testimonios, Franklin fue un adolescente rebelde, que fumaba (costumbre que escandaliza a muchos evangélicos), bebía y peleaba. Fue expulsado del Le’Tourneau College.
Sin querer entrar en detalles sobre los primeros años de Franklin Graham, su biografía oficial señala que a los 22 años, ‘luego de un periodo de rebelión y de recorrer el mundo, Franklin comprometió su vida con Jesucristo’, luego de lo cual el doctor Bob Pierce, fundador de Samaritan’s Purse lo invitó a una misión en Asia, durante la cual ‘sintió la llamada a trabajar con la gente necesitada por la guerra, el hambre, las enfermedades y los desastres naturales’ (www.demossnewspond.com).
En 1978, fue nombrado miembro del consejo directivo de esa organización y al año siguiente, a la muerte de Pierce se le nombró presidente de la organización, cargo que detenta hasta la fecha, un cuarto de siglo después.
A partir de 1989, Franklin Graham alterna sus labores como magnate de la supuesta filantropía religiosa con predicaciones y festivales evangélicos en colaboración con su padre.
El 23 de septiembre de 2003, en el estadio de Tulsa, Oklahoma, se congregaron cerca de 40 mil personas para escuchar el mensaje ‘evangélico’ de Franklin Graham, evento en el cual su hijo menor, Edward, quien acababa de graduarse de la academia military de West Point, explicó a la audiencia cómo ‘su fe lo sostuvo’ en muchas ocasiones durante su entrenamiento. (www.demossnewspond.com/fgf/releases/2003/tulsawraprls092303.htm).
A pesar de sus pretensiones mesiánicas, se ha acusado a Billy Graham de no saber educar a sus hijos, Franklin y Ned. El primero de ellos, como se ha visto, por su proclividad a mezclar el proselitismo religioso con los pingues negocios, mientras que Ned es ejemplo de la conjunción de fanatismo y trasgresión.
La Iglesia de la Comunidad de la Gracia, de la Convención Bautista del Sur, que ha incluido entre sus miembros a Ned Graham, su esposa y sus dos hijos, le pidió dejar de usar su título de pastor luego de saberse que Ned había cometido adulterio, había sido alcohólico y consumidor de drogas.
Ned Graham, quien ha sido presidente de East Gates Internacional, un grupo que distribuye biblias en China, ha reconocido al ser entrevista que abusó del alcohol y que desperdició una ‘candidad inapropiada de tiempo’ con dos mujeres de su equipo de trabajo.