Recomiendo:
1

Ecologistas y vecinos denuncian que es el medio de transporte más contaminante por persona y kilómetro

El Puerto de Valencia apuesta por el «atractivo» del turismo de cruceros

Fuentes: Rebelión [IMagen: NABU-Hapke]

Se trata de un “buque de expedición de ultra-lujo”, de 170 metros de eslora y con capacidad para 260 pasajeros; el crucero Seabourn Pursuit -de la compañía naviera Seabourn Cruise Line- recaló el pasado 11 de septiembre por primera vez en el puerto de Valencia; provenía de Barcelona y, tras su paso por la capital valenciana, partió hacia Lisboa.

“Valencia se está posicionando como un destino preferente para cruceros medianos de lujo”, afirmó ese día la jefa de Marketing y Cruceros de la Autoridad Portuaria de Valencia (APV), Francesca Antonelli (la APV es un organismo público dependiente del Ministerio de Transportes español).

“Un crucero de lujo para el Día Mundial de la Paella”, tituló el 20 de septiembre una nota informativa la APV, en la que se hacía referencia a la primera vez que el crucero Silver Nova (728 pasajeros) arribaba a los muelles valencianos; el 11 de mayo hizo también su primer atraque el crucero Viking Saturn (930 pasajeros).

Tal vez se trate de casos concretos que cobren sentido en la tendencia general; así, el 23 de agosto la APV valoró 2023 como “un buen año para el turismo de cruceros”, que entre enero y agosto había sumado 372.905 cruceristas en el puerto valenciano (sólo en el mes de agosto arribaron 100.660 cruceristas).

A ello se añade que, en diciembre de 2022, el BOE publicó la resolución de la APV por la que otorgaba la concesión administrativa a Balearia Eurolíneas Marítimas (cuyo presidente y accionista único es el empresario Adolfo Utor) para la construcción y explotación de una nueva terminal de pasajeros y cruceros turísticos en el recinto valenciano.

Pero los proyectos de expansión portuaria han tenido una respuesta ciudadana; con la adhesión de más de 200 colectivos, la Comissió Ciutat-Port se moviliza y denuncia en la calle, además de por la vía judicial, el proyecto de ampliación del puerto de Valencia y la concesión administrativa de la APV a Balearia.

Otros hechos apuntan la misma tendencia; las Autoridades Portuarias del estado español participaron en a finales de marzo en la mayor feria mundial de cruceros, la Seatrade Cruise Global, en la ciudad de Fort Lauderdale (Florida); plantearon el objetivo de que el tráfico retornara a las cotas anteriores a la crisis de la COVID (la cifra récord en el estado español, en 2019, se situó en más de 10,6 millones de cruceristas y 4.236 de buques de crucero en España).

Un comunicado de Puertos del Estado (Ministerio de Transportes) del 28 de marzo destacó que, durante 2022, España ya superó los 8 millones de turistas de crucero y los 4.525 buques.

La nota informativa agregaba que, en el trienio 2023-2026, las Autoridades Portuarias tenían prevista una inversión de más de 176 millones de euros en infraestructuras para terminales de pasajeros (se destacaba la inversión pública en los puertos de Baleares, Tarragona, Valencia y Barcelona).

Ports of Spain. We weolcome you as you deserve (“Te recibimos como te mereces”), fue el lema del sistema portuario español en el certamen mundial de cruceros.

En el caso de Valencia, hicieron escala en la ciudad durante 2022 cruceros de grandes firmas como MSC, Prestige, Thomson Cruises, Costa Cruceros, Royal Caribbean group, Aida Cruises, Global Circle, Silversea, Norwegian, P&O y Sea Cloud, entre otras.

Sin embargo, frente a la euforia oficial y el crecimiento desmesurado del sector, los movimientos ecologistas y ciudadanos han advertido de las amenazas; por ejemplo la campaña Stop Creuers Catalunya, promovida por la Assemblea de Barris pel Decreixement Turístic (ABDT); Ecologistes en Acció; la plataforma Zero Port; Stop Creuers de Tarragona y Xarxa per la Justícia Climàtica.

El 7 de mayo la plataforma Stop Creuers convocó una manifestación en Barcelona, en la que denunciaron los efectos del turismo crucerista; entre el 12 y el 15 de abril se celebró en Barcelona y Tarragona la semana Stop Creuers, con jornadas de debate y un Encuentro con movimientos anticruceros del Mediterráneo; participaron colectivos de Venecia, Marsella, Valencia (Comissió Ciutat-Port), Ibiza, Mallorca, Tarragona y Barcelona.

“Es el transporte más contaminante por persona y kilómetro, genera una gran cantidad de residuos en el mar y la superficie terrestre, y utilizan los combustibles más perjudiciales para la salud humana”; además “fomentan el despliegue de grandes infraestructuras como carreteras y aeropuertos”, alertaron los activistas.

Asimismo señalaron el impacto de las “falsas soluciones tecnológicas”, como el GNL (gas natural licuado, “combustible fósil con gran efecto invernadero”); los scrubbers o lavadores de gases; el hidrógeno verde o el abastecimiento de energía eléctrica a los cruceros.

Suscrito por un centenar de organizaciones, el manifiesto de Stop Creuers reivindica -entre otros puntos- la supresión de la actividad de estos barcos en Cataluña en 2025; y la entrada en vigor, antes del citado año, de las “áreas de control de emisiones de azufre y nitrógeno en el Mediterráneo”.

Por otra parte, el pasado 23 de junio Transport&Environment (T&E) hizo público un estudio con la siguiente conclusión: los cruceros que visitaron la UE en 2022 emitieron la misma cantidad de óxidos de azufre (SOx) tóxico que 1.000 millones de automóviles.

En términos comparativos el número de cruceros, el tiempo que pasaron en los puertos y el combustible consumido aumentó cerca del 25% respecto a 2019; ello significa, según T&E, un incremento de las emisiones de azufre tóxico del 9%; del 18% en el caso del óxido de nitrógeno (NOx) y el 25% de las partículas PM2,5.

La investigación de la ONG incluye datos por países, puertos y empresas; así, el Puerto de Barcelona fue el más contaminado de Europa en 2022, seguido por el de Civitavecchia (Roma) y El Pireo de Atenas; además en 2022 “Italia superó a España como el país más contaminado por cruceros de Europa”.

La multinacional naviera MSC, con oficina central en Suiza, fue la empresa crucerista más contaminante, lugar que ocupa -si se consideran todas sus filiales- el grupo Carnival, con sedes centrales en Estados Unidos y Reino Unido.

Por las mismas fechas la organización alemana NABU, que trabaja junto a Ecologistas en Acción, presentó en Hamburgo el reporte anual de compañías; “aunque se han hecho declaraciones que prometen operaciones más respetuosas con el clima, incluso los líderes Hurtigruten y Havila de Noruega, con 9 de 14 puntos posibles, todavía quedan lejos de ser cruceros respetuosos con el medio ambiente”, advierte el informe. La mayoría de estas grandes embarcaciones continúan operando con fueloil pesado.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.