Una encuesta revela que más del 50% considera que la discriminación racial vuelve a ser uno de los temas de mayor impacto en la sociedad y aún es necesario generar cambios. Más de 50 años después de que el presidente Lyndon B. Johnson firmara la Ley de Derechos Civiles y seis años y medio después […]
Una encuesta revela que más del 50% considera que la discriminación racial vuelve a ser uno de los temas de mayor impacto en la sociedad y aún es necesario generar cambios.
Más de 50 años después de que el presidente Lyndon B. Johnson firmara la Ley de Derechos Civiles y seis años y medio después de que Barack Obama hiciera historia al convertirse en el primer presidente afroamericano, el racismo sigue latente en Estados Unidos, según una encuesta.
Más del 50% de los estadounidenses considera que el racismo continúa siendo un problema importante en Estados Unidos, por encima del 33% que lo consideraban así hace cinco años, según una encuesta de opinión difundida ayer por el Pew Research Center.
En enero de 2009, cuando Obama asumió el cargo, lo identificaron como un «problema» sólo el 26% de los estadounidenses.
La percepción de que el racismo sigue presente en Estados Unidos es más fuerte entre los afroamericanos y los latinos. El 73% de los afroamericanos y el 58% de los latinos identifican el racismo como uno de los grandes problemas de esta sociedad norteamericana.
Seis de cada diez estadounidenses (59%) opina que es necesario seguir realizando cambios para lograr la igualdad racial en Estados Unidos, mientras que el 32% considera que el país ya ha hecho los cambios necesarios para que blancos y negros tengan los mismos derechos. Hace un año, la opinión pública estaba dividida simétricamente sobre esta cuestión.
Aunque la esclavitud y la segregación racial han pasado a formar parte de los libros de historia, el debate sobre el racismo se ha avivado en los últimos meses. A ello ha contribuido la muerte de varios afroamericanos desarmados a manos de policías blancos y la polémica del uso en lugares públicos de la bandera confederada, que muchos consideran un símbolo racista y otros un símbolo del sur.
El 57% de los estadounidenses apoya la decisión del gobernador de Carolina del Sur de quitar la bandera confederada del Capitolio de ese estado, mientras que el 34% consideran que es una decisión equivocada. El estudio halló que el 52% de los hispanos, el 56% de los blancos y el 76% de los negros apoyaban la remoción.
Pero la encuesta descubrió también diferencias partidistas: el 74% de los demócratas apoyó la decisión, mientras entre los republicanos el 43% la apoyó y el 49% se opuso. Entre los independientes, la opinión favorable fue del 57% contra una opinión desfavorable del 37 por ciento.
«La raza, el partido y la ideología determinan la posición de la gente sobre esta cuestión», comentó Jocelyn Kiley, directora adjunta de investigación en Pew, que para esta encuesta entrevistó a 2002 estadounidenses.