El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha anunciado en rueda de prensa que acepta la dimisión presentada por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. El ex director de la CIA, Robert Gates, será el sustituto de Rumsfeld. «Ambos opinábamos que era necesaria una nueva cara al frente del Pentágono y de la guerra […]
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha anunciado en rueda de prensa que acepta la dimisión presentada por el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. El ex director de la CIA, Robert Gates, será el sustituto de Rumsfeld.
«Ambos opinábamos que era necesaria una nueva cara al frente del Pentágono y de la guerra en Irak», ha declarado el presidente de EEUU, quien confirmó que este domingo se reunió en su rancho de Crawford (Texas) con Gates, quien estuvo al frente de la CIA entre 1991 y 1993. Bush, ha agradecido «profundamente» a Rumsfeld los servicios prestados. Calificó a éste de «sólido y firme» y de ser un secretario de Defensa «soberbio durante un período de cambios».
El presidente de Estados Unidos ha recordado en todo momento que tanto él como Rumsfeld estaban de acuerdo en la necesidad de «refrescar» el Pentágono y darle a la guerra en Irak «una perspectiva nueva». A su vez, ha indicado que no había anunciado antes la dimisión de Rumsfeld ya que «no quería presentar públicamente una decisión de tanta envergadura en la etapa final de una campaña electoral».
La semana pasada, en declaraciones a la prensa, Bush había insistido en que tanto Rumsfeld como el vicepresidente, Dick Cheney, permanecerían en sus cargos hasta el final de su mandato, en enero del 2009. «He querido tomar la decisión correcta, sobre las personas, la estrategia y el lugar adecuado», ha sostenido Bush.
La dimisión de Rumsfeld es la primera consecuencia de la victoria demócrata en las elecciones legislativas celebradas este martes en EEUU, en las que la oposición demócrata ha logrado hacerse con el control de la Cámara de Representantes y podría lograr también el del Senado, a falta de los resultados en el estado de Virginia.
La victoria demócrata se ha interpretado de manera unánime como un voto de castigo al presidente Bush y a la guerra en Irak. A primeras horas de esta mañana, el portavoz del secretario de Defensa no había dado ninguna indicación de que fuera a presentar la renuncia.
En sus declaraciones, el portavoz del Pentágono había asegurado que Rumsfeld colaboraría con el Congreso en sus decisiones sobre Irak pero se mantendría centrado en la estabilización del país árabe.