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El Supremo de EEUU se inhibe de la subcontratación de la tortura a terceros

Fuentes: El Mundo

El ciudadano alemán Khaled el Masri, detenido en Macedonia, deportado en secreto a Afganistán y mantenido en ese país en una cárcel secreta durante cinco meses en los que, afirma, fue torturado, vio ayer su caso rechazado por el Tribunal Supremo. La máxima autoridad judicial estadounidense rechazó un recurso de los abogados de El Masri, […]

El ciudadano alemán Khaled el Masri, detenido en Macedonia, deportado en secreto a Afganistán y mantenido en ese país en una cárcel secreta durante cinco meses en los que, afirma, fue torturado, vio ayer su caso rechazado por el Tribunal Supremo.

La máxima autoridad judicial estadounidense rechazó un recurso de los abogados de El Masri, alegando que el caso podría sacar a la luz secretos de Estado que comprometerían la seguridad del país. Es el mismo argumento citado con anterioridad por otro tribunal inferior estadounidense. El Masri había denunciado a tres empresas de transporte que, afirma, tienen vínculos con la CIA y se encargaron de moverlo entre Europa y Asia.

La detención y desaparición de El Masri es uno de los casos más documentados tanto de las llamadas rendiciones -es decir, de la subcontratación por EEUU a terceros países de la tortura a sospechosos de terrorismo, con lo que técnicamente Washington no está involucrado en los maltratos- como de los vuelos secretos de la CIA, unas prácticas en las que han colaborado varios países europeos, entre ellos España.

Trece agentes de la CIA han sido acusados por la Justicia alemana de tomar parte en el secuestro y detención de El Masri, que está en la actualidad internado en un manicomio en Alemania, después de que hace unos meses incendiara una tienda con cuyo propietario, aparentemente, había tenido un altercado.

El Supremo no ha dado argumentos adicionales acerca de sus motivos para rechazar el caso, por lo que todo indica que la clave es que, como declararon los jueces que ya rechazaron el recurso de El Masri, la dificultad de decidir en un caso que «enfrenta a la búsqueda de la verdad de la Justicia y al deber del Ejecutivo de mantener la seguridad nacional». Ahora, con esta sentencia, entre los dos objetivos, el Supremo ha dejado claro cuál es más importante.