¿Se han ido todos los miembros de la junta? Se fue Nixon. Ahora si, Kissinger se ha quedado solo en esta tierra – on en la poca tierra que le queda porque hay varias tierras en el extranjero, jueces que lo requieren para interrogarlo – . Sí, es un fugitivo. ¿Sera la justicia mas rápida y fuerte que la muerte? ¿Será Henry – El último hombre de la junta – enjuiciado finalmente? F.T. «No se porque tenemos que quedarnos sin hacer nada y ver a un país convertirse en comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo. Las desiciones son muchos mas importantes como para dejar al pueblo chileno que decida por si mismo.» – Henry Kissinger
No fui uno de esos «irresponsables» chilenos, pero igual tuve que pagar el duro precio de sus palabras, señor.
Mr. Henry Kissinger
Kissinger Associates.
New York
Aun recuerdo sus reprimendas a los chilenos cuando estos elejieron al socialista Salvador Allende en 1970: «No permitiremos un pais marxista solo porque que su gente es irresponsable.»
A pesar de que en esos años estabamos acostumbrados a ese tipo de retórica por parte de la Casa Blanca, nunca imaginamos que aquellas oprobiosas palabras suyas sellarían el futuro de Chile en uno de los mas horrendos episodios de la historia latinoamericana. Si señor, podria decir que lo desestimamos.
Aviones destruyendo Santiago, torres y edificios en llamas cientos de ejecutados, miles de desaparecidos y estadios-construidos para el deporte-convertidos en horrendos escenarios de dolor. ¿Se acuerda usted de esto, de su propio Once de Septiembre?
Desde antes que Allende fuera ratificado por la legislatura como el legítimo presidente del país usted, secretario de estado y consejero de seguridad nacional, usted señor Kissinger, estaba planificando el derrocamiento de Allende. Para provocar un golpe de estado Usted conjuró el asesinato del general pro-Constitución Rene Schneider.
Usted ideó una política para este pequeño país de «dos caminos» por un lado aislar a Allende en el plano internacional y por otro mucho mas sucio lado, provocar a los militares chilenos, a través de asesinatos, subversión política y sabotage económico, para que se decidieran por un golpe de estado.
Su meta, señor Kissinger, de unificar a los militares golpistas del Cono Sur para presionar a Chile se convirtió mas tarde en la siniestra Operación Condor, que fue la coordinación de las policias secretas locales para intercambiar información, prisioneros, técnicas de tortura, secuestros y asesinatos políticos como aquel encontra de Orlando Letelier y su ayudante Ronnie Moffit en Washington DC y ejecutado por terroristas cubanos y chilenos dirigidos por los agentes de la CIA Michael Townley y Novoa Sompol (quien enfrenta un juicio en Panama por un atentado en contra de Fidel Castro)
Usted señor Kissinger junto a Nixon le mientieron al Congreso entregando información falsa y asegurando que el gobierno de los Estados Unidos no tuvo rol alguno en el golpe. Me imagino que sabía que en esos tiempos no estaba presente el peligro de las «armas de destruccion masiva» pero el «peligro» de la expansión del comunismo en el Cono Sur. Usted estaba convencido que los «irresponsables» chilenos estaban dando un mal ejemplo. Tal como ustedes lo dijo Chile era una peligrosa «daga apuntando al corazón de la antártida.» Una daga que habia que remover a cualquier costo. Allende tenía que ser detenido sin importar que en el proceso se destruyera la democracia misma.
Considerando entonces que el 11/09/73 es de su absoluta responsabilidad señor Kissinger, nosotros, el pueblo «irresponsable» lo nombramos-por decir lo menos- como la version chilena the Osama Bin laden,
Señor Kissinger, no estoy entre sus chilenos «irresponsables» porque era un muchachito de 14 años que no podía votar, sin embargo, igual, tuve que pagar duramente el sangriento precio de sus palabras.
Considerando su papel no solo en Chile sino en Timor del Este, Indochina, Chipre, su traición a los Kurdos en Irak, su incondicional apoyo al apartheid sudafricano, etc, etc, puedo decir algo que usted jamas podra decir: mis manos estan limpias.
Sinceramente
Fernando A. Torres