A horas de la elección presidencial en Estados Unidos casi todas las cartas están sobre la mesa. Con Florida y Ohio concedidas a Donald Trump, los demócratas prácticamente no pueden perder un estado en disputa. Pero la tienen cuesta arriba en Arizona sobre todo y también en Nevada, Georgia y Carolina del Norte.
Además tienen que ganar sí o sí en Pensilvania, porque de los estados competitivos es el que más delegados manda al colegio electoral-diecinueve-y además es un estado “ganador se lleva todo”, o sea, los delegados no se reparten por voto proporcional como en otros distritos. En una elección peleada los votos de este estado crucial pueden ser la diferencia para alcanzar la mayoría de 270 en el colegio electoral. Pero Harris no es la favorita en un terreno que muchas veces le ha sonreído a los demócratas. Pensilvania está en el medio de la Marcellus Shale, tercera reseva de gas no convencional del mundo. Y en ese estado Trump aparece como el candidato más pro-minería, ya que hasta hace pocos años Harris se oponía al fracking, el único método conocido para extraer gas no convencional.
Hay otros dos estados importantes en disputa. En Michigan Harris estaría dos o tres puntos arriba. En Wisconsin la candidata demócrata estaba empatada o un puntito arriba antes del acto de campaña que encabezó este jueves junto Jennifer Lopez y Maná, que seguramente mejoró sus chances. Pero son estados «blue wall» que en condiciones normales votan demócrata. Si Harris pierde alguno de esos dos lo más probable es que Trump gane la elección por goleada.
Históricamente los votantes de Trump están subrepresentados en las encuestas por lo del voto-vergüenza. Entonces para que gane Harris se tiene que dar una tormenta perfecta. En un escenario de polarización marcada con pocos estados y votos en disputa daría la impresión que el crecimiento de Harris se estancó cuando, más allá de una gran campaña, no pudo articular eficazmente un programa de gobierno ni una visión del país que ella aspira a liderar.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/780158-estados-unidos-dificil-para-kamala