(Chicago) El presidente, la vicepresidenta y la cúpula del Partido Demócrata llegan a su Convención Nacional de cuatro días este lunes para consolidar a su partido en torno a la campaña de Kamala Harris y su segundo, Tim Walz, usando el espectáculo cuidadosamente coreografiado con el fin de emitir las imágenes y los mensajes necesarios para intentar ganar la elección presidencial en 78 días.
Pero miles de manifestantes que llegarán de más de 21 estados también están arribando a Chicago esta semana con la demanda de que Harris y los demócratas pongan fin al apoyo hasta ahora incondicional para el genocidio que perpetra Israel en Gaza. Incluso dentro de la convención, por lo menos 30 delegados oficiales permanecen no comprometidos a cualquier candidato mientras esperan y exigen que Harris rompa con la política del presidente Joe Biden y declare que actuará de inmediato para frenar el genocidio.
Las encuestas nacionales registran que una amplia mayoría de la población estadunidense apoya un alto el fuego y en estados claves para la elección como Michigan, Arizona, Georgia y Pensilvania la guerra en Gaza podría afectar la participación de votantes demócratas y hasta definir el resultado de la elección nacional.
Harris ha expresado su preocupación por la situación del pueblo palestino ante la tasa mortal de decenas de miles, pero aún no ha mostrado estar dispuesta a romper con las políticas de Biden que incluyen un cheque en blanco para Israel.
Sobre Gaza, como muchos otros temas, asesores y estrategas de Harris le han aconsejado mantener un mensaje tan ambiguo como sea posible para intentar captar el mayor apoyo popular. Pero esto podría ser complicado en una convención donde diferentes facciones y corrientes del partido estarán exigiendo mayor claridad de la candidata sobre sus políticas económicas, impuestos, derechos de inmigrantes, aborto, cambio climático, control de armas de fuego y tanto más.
Hasta ahora, los intentos de Harris de definir sus políticas han recibido un recepción mixta. El Washington Post calificó sus propuestas económicas recientes en su discurso sobre el tema el viernes de trucos, organizaciones ambientalistas han criticado a la candidata por alejarse de sus posiciones anteriores para prohibir el fracking, y en general comentaristas han reiterado que nadie sabe con precisión cuáles son las posiciones de Harris en general.
La convención estará repleta de mensajes políticos muy bien diseñados, y no habrá un fuerte debate público sobre los grandes temas que enfrenta el país, ni tampoco se esperan expresiones disidentes desde el podio, aunque sí entre los delegados y varios de los asistentes que forman parte del mosaico diverso de las bases demócratas.
Los cuatro días tendrán como acto central los discursos ante la convención cada noche, entre los cuales destacan los de los aristócratas del partido, incluyendo el presidente Joe Biden –relegado al primer y menos importante día– y los ex presidentes Barack Obama y Bill Clinton, junto con los principales líderes del partido, algunas estrellas y más. Todos los oradores, se pronostica, festejarán la candidatura presidencial de la primera mujer negra e incesantes elogios de su inteligencia, experiencia y compromiso con el pueblo.
La presentación de Biden hoy marcará de cierta manera el inicio de su adiós a su carrera política de 50 años. No todos estarán tristes por eso, y su salida de la contienda será un tema tratado de manera muy delicada para evitar abordar lo que algunos dicen fue un putsch.
El otro gran acto de hoy estará en las calles, donde miles de personas de varios puntos del país llegarán frente a las grandes bardas de seguridad alrededor de la arena de la Convención para la Marcha por Palestina. Faayani Aboma Mijana, vocero de la coalición de más de 270 organizaciones encabezando la marcha, informó que éstas incluyen agrupaciones musulmanas, judías, inmigrantes como organizaciones pro derechos de las mujeres y de la comunidad gay, contra la violencia policiaca, entre otras.
La demanda central es un fin a toda asistencia estadunidense a Israel, frenar el genocidio y defender a Palestina, explicó Mijana en entrevista con La Jornada. Aunque algunos activistas demócratas e incluso algunos progresistas buscaron convencer a los organizadores a no llevar sus demandas a las calles ante los peligros de violencia, imágenes que podrían recordar las escenas caóticas de la Convención Demócrata en esta misma ciudad en 1968, todo lo cual podría beneficiar a los republicanos, los activistas insisten en que no tienen otra opción ante el genocidio apoyado por Washington.
«Somos amplios, profundos y diversos. Somos justo la gente que los demócratas dicen representar», comenta Mijana a La Jornada. «Es importante que estemos a la vista y seamos escuchados en la Convención Demócrata, ya que es ahí donde estarán algunas de las personas más ricas y poderosas del país. Nosotros, el pueblo, no seremos ignorados.»
Fuente: https://www.jornada.com.mx/2024/08/19/mundo/027n1mun