NUEVA YORK (Sputnik) – Las órdenes ejecutivas de Donald Trump para habilitar la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access son para prolongar un dominio colonial que infringe los derechos de los tratados de los pueblos indígenas, dijo a Sputnik el director ejecutivo de la Red Indígena Ambiental, Tom Goldtooth. «Está muy loco. […]
NUEVA YORK (Sputnik) – Las órdenes ejecutivas de Donald Trump para habilitar la construcción de los oleoductos Keystone XL y Dakota Access son para prolongar un dominio colonial que infringe los derechos de los tratados de los pueblos indígenas, dijo a Sputnik el director ejecutivo de la Red Indígena Ambiental, Tom Goldtooth.
«Está muy loco. Estamos extremadamente preocupados sobre este nuevo presidente, Donald Trump, y las acciones que está tomando que continúa un proceso colonial que viola los derechos de los tratados de las personas indígenas», dijo Goldtooth, miembro de la Nación Navajo.
Según el activista nativo norteamericano, Trump «representa la continuación del racismo y de las actitudes de genocidio que se han perpetuado contra nuestra gente durante más 500 años».
«Estamos preocupados no solo por nuestra gente, sino por todas las personas a las que se les violarán sus derechos humanos», añadió. El oleoducto de Dakota Access, con una inversión de 3.800 millones de dólares y una extensión de más de 1.875 kilómetros de longitud, prevé transportar alrededor de 570.000 barriles diarios de petróleo desde Dakota del Norte hasta el estado de Illinois (noreste), pasando por Dakota del Sur e Iowa.
El Cuerpo de Ingenieros del Ejército de EEUU, la agencia federal responsable del uso de las tierras públicas, detuvo la construcción del gasoducto en diciembre, negándole un permiso a la empresa Dakota Access para perforar por debajo del río Missouri, a menos de 1,5 kilómetros de los límites de la reserva indígena Sioux de Standing Rock.
La orden ejecutiva de Trump es una recomendación al Departamento del Ejército para hacer presión y que no se demore en la Declaración de Impacto Ambiental (EIS, pos sus siglas en inglés) que se va a realizar cerca del lago Oahe y las tierras de la tribu Sioux de Standing en Dakota del Norte.
«La tribu ya ha indicado que estará analizando cada paso que dé Trump y si continúa ignorando sus derechos soberanos como una nación nativa, tomará acciones legales», indicó.
El líder de derechos indígenas instó a los estadounidenses a «luchar juntos y organizarnos para resistir el fascismo y el racismo bajo este nuevo presidente».
Oleoducto Keystone XL
Por otro lado, el proyecto del gasoducto Keystone XL, que transportaría cerca de 830.000 barriles de crudo al día, tiene una extensión de 1897 km y unirá la región de arenas alquitranadas de la provincia canadiense de Alberta, pasando por el estado estadounidense de Nebraska y llegando a las refinerías petroleras del golfo de México.
El presidente Barack Obama vetó un proyecto de ley el año pasado que habría permitido la extensión del Keystone XL, advirtiendo que incrementaría la emisión de gases de efecto invernadero, causantes del cambio climático.
«Sobre XL, ya se está empezando el litigio […] acá hay abogados que lo están preparando», dijo a Sputnik el abogado y consejero jurídico de la la Red Indígena Ambiental, Alberto Saldamando.
El licenciado en derecho internacional y especializado en los pueblos indígenas afirmó que está analizando posibles vías para demandar, ya que Trump escogió al multimillonario y filántropo Vincent Viola como secretario del Ejército y esto presenta conflictos de interés.
«Se hizo multimillonario con el comercio de materias primas, que abarca también gran parte del mercado del petróleo, combustible fósiles (…) hay que hacer investigaciones pero hay conflictos de interés ahí», señaló y agregó que «hasta Trump tenía inversiones en Energy Transfer Partners», una de las empresas que opera el oleoducto de Dakota Access.
El cargo de secretario del Ejército ha de ser confirmado por el Senado, ya que depende del Departamento de Defensa y tiene responsabilidad legal sobre cuestiones ambientales y sistemas de armamento, entre otros asuntos.
Protestas contra órdenes ejecutivas de Trump
En forma de protesta a las órdenes ejecutivas de Trump, siete ecologistas de Greenpeace, incluyendo a la presidenta de la junta directiva Karen Topakian, se subieron a una grúa de construcción cerca de la Casa Blanca, en Washington, y colgaron un cartel gigante en el que se leía la palabra «resistir».
»Los activistas quieren enviar un mensaje a todos los ciudadanos de este país que quieren que EEUU progrese para decirles que pueden resistir a Trump y sus intentos de (instaurar políticas para) retroceder», declaró a Sputnik la experta en el Ártico y en asuntos de dinero en la política de Greenpeace, Cassady Sharp.
Con este acto de protesta, los activistas «quieren crear un imagen (visual) que durará muchos años y han elegido este lugar porque seguro que Trump estará viéndolo y lo hará responsable (de sus medidas)», añadió. La acción de Trump provocó una serie de protestas de emergencia la noche del 24 de enero en Washington, San Francisco, Nueva York, Seattle, Los Ángeles, Filadelfia y otras ciudades.
Se contactó a la empresa petrolera estadounidense Sunoco, con sede en Filadelfia y que opera el oleoducto Dakota Access, pero no respondió antes de la publicación de este artículo.