En EE UU, cerca de un millón de personas se han visto afectadas por las deportaciones en 10 años. Este reportaje cuenta el caso de la familia de María, una inmigrante mexicana condenada a 8 meses de prisión por intentar volver después de una deportación.
Era viernes por la mañana cuando, saliendo hacia la escuela, Jocelyn y sus cinco hermanos vieron a su madre por última vez. Ese día, su madre fue enviada a prisión durante un año por los problemas que tuvo con su vecina y posteriormente fue deportada. Tres años más tarde, todavía no la han visto. Miguel, su padre, gastó miles de dólares en abogados para intentar evitar la deportación de María. Sin embargo, María fue deportada a México.
Después de más de un año en México, María, desesperada por reunirse con sus hijos, intentó cruzar la frontera sin documentos. En su lugar, fue capturada en Arizona y pasó ocho meses más en prisión. A pesar de esto, ella dice que lo volverá a intentar.
En ausencia de María, a los 13 años, Jocelyn, la hija mayor, que ahora tiene 16, se vio obligada a abandonar su adolescencia. «Mi madre se fue cuando mi hermanita iba a cumplir un año. Yo creía que ser madre era una tarea fácil, pero aprendí que ser madre es mucho más difícil que trabajar» explica Jocelyn. «Hablo con mi madre, pero me pongo muy triste cuando lo hago. Su voz ha cambiado con el paso del tiempo». Jocelyn explica que las notas de sus hermanos han bajado desde que su madre no está: «Mi hermano Alex ya no practica el deporte. Mi madre era la que le solía llevar a sus partidos de béisbol y fútbol. Mi padre no puede asistir a los partidos porque tiene que trabajar o cuidar de los otros niños que le esperan en casa. Es muy difícil para nuestro padre, que siempre está trabajando, y por eso, siempre cansado. Él trabaja muy duro y gana muy poco».
Aproximadamente un millón de miembros de familia han sido separados por la deportación en los últimos diez años. Los tribunales de los Estados Unidos han sido muy reacios a acudir a la legislación internacional de derechos humanos para revocar las decisiones de deportación, incluso cuando afectan tanto a las relaciones familiares como en este caso. Lamentablemente no se presta suficiente atención al gran número de niños que terminan solos como resultado de las deportaciones de inmigrantes.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Esperando-a-Maria,16848.html