Esos que miran hacia el Norte buscando el paraíso, se encontrarán más rápido con el infierno. Entre las muchas catástrofes que sufre Estados Unidos están las matanzas de niños y adolescentes en las escuelas, causadas por el libertinaje en la venta de armas de fuego para satisfacción y enriquecimiento de los magnates de las fábricas […]
Esos que miran hacia el Norte buscando el paraíso, se encontrarán más rápido con el infierno.
Entre las muchas catástrofes que sufre Estados Unidos están las matanzas de niños y adolescentes en las escuelas, causadas por el libertinaje en la venta de armas de fuego para satisfacción y enriquecimiento de los magnates de las fábricas de armamentos, esos que se oponen a cualquier ley que limite las ventas.
De acuerdo con informaciones del Buró Federal de Investigaciones, FBI, entre el 2000 y el 2018 fallecieron 88 alumnos y personal de las escuelas primarias y secundarias, durante los 36 ataques con armas de fuego, incluidas las de alto poder.
Sin embargo, a pesar de las protestas de jóvenes y padres el gobierno no quiere tomar cartas en el asunto, por las altas sumas de dinero que la Asociación Nacional del Rifle aporta a las campañas políticas de representantes y senadores.
Como solución a esos actos criminales, que serían eliminados de prohibirse las ventas, varias empresas comerciales promueven la firma de proyectos de fortificación de las escuelas, queriendo convertirlas en cuarteles militares, lo que conllevaría a la afectación psicológica de los escolares al verse acosados con tecnologías de guerra, en vez de sentir la libertad de estar en un plantel donde ganar en conocimientos para su futuro.
Entre las propuestas de las empresas que pretenden enriquecerse con esa dramática situación, está la oferta de puertas de seguridad resistentes a las balas y hasta cañones que lanzan humo desde los techos para confundir al atacante.
Posterior a la más reciente matanza de 17 estudiantes, empresas dedicadas a la seguridad de locales, presionan a los miembros del Congreso con el fin de que aprueben las medidas para la fortificación de las escuelas, a partir de un presupuesto específico que pagarían los contribuyentes estadounidenses.
A tal punto de altas ganancias llegarían las empresas de seguridad aspirantes, que han ayudado a redactar una ley que asignó 350 millones de dólares para la compra de equipos y otros sistemas de seguridad para las escuelas, a lo largo de los próximos diez años y se afirma que casi una veintena de estados ya reservaron otros 450 millones de dólares para tales fines.
El dinero para los legisladores, unido a la propaganda, están dando sus frutos en un país de locos, donde los videos juegos, series y filmes tratan reiteradamente el tema de la violencia, las guerras y la muerte, como algo usual que va deformando la personalidad de niños y adolescentes.
Como resultado de la «influencia» de los empresarios, muchos congresistas dicen estar de acuerdo con implementar en las escuelas los costosos sistemas de seguridad propuestos, según ellos, para hacerlas «más seguras», al establecer cercas, puntos de control de acceso e incluso escondites en las aulas, algo de ciencia ficción que solo daría altas ganancias a los empresarios, en vez de prohibir las ventas de las armas que son las causantes de tantas muertes y no representa un gasto adicional a los contribuyentes, a quienes ya no les alcanza el salario por el alto costo de la vida.
Oficialmente la firma de investigación del mercado IHS Markit, afirmó que en el 2017 los ingresos provenientes de las medidas de seguridad adoptadas en las escuelas del país, ascendieron a 2 mil 500 millones de dólares y después de la matanza ocurrida en Parkland, se versiona que el gasto en el 2019 llegará a los 3 mil millones.
Paraíso terrenal de locos, donde las drogas, el alcohol, la prostitución infantil y el acoso sexual están a la orden del día, mientras millones de estadounidenses carecen de un seguro médico, ni tienen acceso gratuito a los servicios de salud, en el país más poderoso del mundo que se auto declara «paladín» de los derechos humanos.
José Martí que los conoció desde sus entrañas, sentenció:
Arthur González , cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.
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