La economía estadunidense perdió 533 mil empleos en noviembre, en la peor contracción de las nóminas en 34 años, según un informe oficial, dado a conocer este viernes, que refleja el impacto que la recesión está teniendo sobre cada rincón de la economía. El reporte de noviembre del Departamento de Trabajo para empleos no agrícolas, […]
La economía estadunidense perdió 533 mil empleos en noviembre, en la peor contracción de las nóminas en 34 años, según un informe oficial, dado a conocer este viernes, que refleja el impacto que la recesión está teniendo sobre cada rincón de la economía.
El reporte de noviembre del Departamento de Trabajo para empleos no agrícolas, visto como uno de los mejores indicadores de las tendencias económicas, subrayó la fuerte reducción de costos de las empresas para enfrentar la situación de la economía y la restricción del crédito.
La tasa de desocupación, basada en una encuesta separada por domicilio, subió a 6.7 por ciento, la más alta desde octubre de 1993, pero ligeramente mejor que la estimación de consenso de los economistas, de 6.8 puntos porcentuales. La encuesta mostró que 2.7 millones de personas habían quedado sin trabajo desde el comienzo de la recesión.
El alza hubiera sido mayor de no ser porque muchos estadunidenses dejaron de buscar trabajo desalentados por la crisis económica.
Las pérdidas de empleos de noviembre fue
Caída del PIB
Además, superaron la pérdida de 340 mil empleos esperada por diversos analistas.
«Este es un claro revés para el empleo. Las firmas están reaccionando lo más dramáticamente que pueden para asegurarse de tener estructuras de costos capaces de sobrevivir a la recesión», dijo Joel Naroff, presidente de Naroff Economic Advisors en Holland, Pennsylvania.
John Ryding, de RDQ Economics, llamó este informe «un reporte que muestra una debilidad chocante y sugiere que el cuarto trimestre puede marcar una caída del producto interno bruto (PBI) de 5 por ciento o más en términos anuales».
El petróleo y el dólar cayeron, mientras que los precios de los bonos subieron tras el informe, que confirma que la recesión está golpeando a todos los sectores.
«No se puede conseguir algo peor que esto. La economía ha colapsado, y ha entrado en caída libre», dijo Richard Yamarone, economista jefe de Argus Research en Nueva York.
El dato de octubre fue revisado para mostrar un recorte de 320 mil empleos desde los 240 mil estimados inicialmente, mientras que la cifra de septiembre quedó en 403 mil puestos perdidos frente a los 284 mil calculados en un primer momento.
Eso significa que en septiembre y octubre se perdieron 199 mil empleos más de los estimados inicialmente y eleva el número total de contracción en las nóminas en los últimos tres meses a mil 256 millones, con casi 2 millones en lo que va de este año.
Sólo el sector servicios contrajo 370 mil empleos en noviembre, o dos tercios de las pérdidas totales, tras haber recortado 153 mil puestos en octubre.
Eso implica que la debilidad del mercado ha cambiado desde el sector productor de bienes hacia la industria de servicios, que representa 80 por ciento de la economía estadunidense.
El empleo en el sector manufacturero se contrajo en 85 mil puestos, mientras que la construcción redujo 82 mil plazas, en el décimo séptimo mes consecutivo de pérdidas en ese rubro. En el comercio minorista cayó en 91 mil, mientras que los sectores de recreación y hotelería perdieron 76 mil puestos.
El castigado sector financiero perdió 32 mil empleos en el mes, llevando el total de las pérdidas de los 12 meses a 142 mil.
La duración de la semana laboral se redujo a 33.5 horas, la más corta desde que comenzaron a llevarse estadísticas en 1964, dijo un funcionario del Departamento de Trabajo.
Los datos negativos generaron llamados para medidas agresivas por parte del gobierno para apuntalar una economía que parece estar enfrentando su peor caída desde inicios de 1980.
El presidente electo, Barack Obama, dijo que la crisis económica probablemente empeore antes de mejorar y pidió medidas «urgentes» para recuperar el empleo y estimular la economía.
«No hay soluciones rápidas o fáciles a esta crisis, que se ha estado gestando por muchos años, y probablemente empeore antes de mejorar», afirmó en una declaración en referencia al dato sobre las nóminas.
El presidente George W. Bush declaró que «los datos de desempleo de hoy reflejan el hecho de que nuestra economía está en recesión. Mi administración está comprometida en asegurar que nuestra economía tenga éxito, y sé que la próxima administración comparte este compromiso».
El mandatario instó a los congresistas a «actuar la semana próxima» sobre la ayuda propuesta a los fabricantes de automotores en crisis, pero advirtió a las compañías de que deben tomar «decisiones difíciles» y probar que pueden sobrevivir.