Recientemente llegó hasta nosotros la noticia de que EEUU ya no contaba con el apoyo del Consejo de Seguridad para seguir reclamando ante la Corte Penal Internacional (CPI) inmunidad para sus ciudadanos. ¿Nos encontramos ante un avance de los Derechos Humanos y de la Justicia Internacional? Analizamos el alcance de esta noticia con el abogado y economista Alejandro Teitelbaum, representante de la Asociación Americana de Juristas ante Naciones Unidas en Ginebra
-Hace unas fechas todos nos alegrábamos al conocer la noticia de que a EEUU se le había terminado la inmunidad ante la CPI. ¿Qué alcance real tiene esta noticia?
-La inmunidad de los nacionales de Estados Unidos ante la CPI se mantiene íntegra y cada vez se refuerza más. En efecto, no siendo EEUU parte del Estatuto de la Corte, sólo el Consejo de Seguridad puede denunciar ante la CPI crímenes cometidos por estadounidenses. Y en el Consejo de Seguridad EEUU puede vetar cualquier resolución en ese sentido. Además, para evitar cualquier brecha a dicha impunidad, EEUU ya ha celebrado más de 50 tratados bilaterales de inmunidad para sus nacionales.
-Han sido en este caso los Estados Miembros del Consejo de Seguridad quienes han retirado su apoyo incondicional a EEUU. ¿Es que todo lo ocurrido en la invasión de Irak les ha abierto los ojos?
-Los Estados Miembros del Consejo de Seguridad no son ingenuas criaturas que necesitan de hechos muy evidentes para «abrir los ojos». Los Gobiernos disponen siempre de toda la información y la usan o no según la política que adopten.
Si este año no renovaron la Resolución que en los dos años anteriores (en términos apenas velados) otorgó la inmunidad a los estadounidenses en Irak es por tres razones. Primera: Las recientes revelaciones de las torturas practicadas en Irak (que manifiestamente no son hechos aislados sino una política decidida en el más alto nivel) chocaron a la opinión pública mundial. Segunda: En esas condiciones, los Estados Miembros del Consejo de Seguridad, que suscriben servilmente a posteriori -salvo raras excepciones-, todas las decisiones que adopta el Gobierno estadounidense sin consultarlos, no podían esta vez renovar la inmunidad sin desprestigiarse gravemente ante sus respectivas opiniones públicas. Y la tercera razón es que la no renovación de la mencionada Resolución no afecta para nada la inmunidad de que gozan los nacionales estadounidenses, en general, como lo hemos explicado en la primera respuesta y en particular con respecto a Irak, como luego explicaremos.
-Cuando aún están recientes en nuestras retinas las imágenes de las torturas de Abu Ghraib, la ONG Human Rights First publica en un informe que Washington cuenta con al menos trece centros secretos de detención en el mundo al margen de «cualquier control», donde «los abusos son inevitables». ¿Cómo acabar con esta «inmunidad de facto» de la que goza EEUU?
-No veo cómo por ahora se puede evitar esta situación, visto el comportamiento rastrero de casi todos los Estados del planeta frente a Estados Unidos y la actitud misma de la Administración de dicho país, que se burla abiertamente del derecho internacional, desprecia a la opinión pública mundial y humilla a los otros Gobiernos. Incluso ahora, para esquivar la decisión de su propia Corte Suprema, que ordenó dar acceso a los presos de Guantánamo a los tribunales estadounidenses, ha decidido crear un tribunal militar que decidirá quiénes de dichos presos podrán recurrir a los tribunales y quiénes no podrán hacerlo.
-Bush ha amenazado con no participar más en misiones de paz de la ONU; e incluso, vetar una por una las que están en marcha en estos momentos. ¿Qué supondría esta medida?
-Cuando Bush utilizó ese chantaje para obtener la primera resolución del Consejo de Seguridad otorgando la inmunidad a sus tropas en Irak, el Consejo, para adoptarla, invocó de manera arbitraria, como suele hacerlo, el capítulo VII de la Carta de la ONU (amenazas para la paz).
En realidad la «amenaza para la paz» es el chantaje de Bush. El veto de Estados Unidos en esos casos supondría la no realización de las misiones de paz. Esta situación no tiene remedio en tanto no se democratice la ONU, en particular suprimiendo el derecho de veto de las cinco potencias en el Consejo de Seguridad.
-¿Tiene alguna opción Irak de denunciar ante algún organismo los crímenes cometidos por EEUU durante la ocupación?
-Los miembros del Ejército de ocupación seguirán gozando de inmunidad de jurisdicción en el territorio de Irak, como lo establece uno de los «actos legislativos» dictados para Irak por el Administrador estadounidense Paul Bremer, la «Coalition Order» Nº 17 y, por consiguiente, también ante la Corte Penal Internacional, aunque el Consejo de Seguridad no haya renovado las resoluciones 1422 y 1487 adoptadas en 2002 y en 2003.
Esta inmunidad ante la CPI por los crímenes cometidos en Irak persiste porque, como hemos explicado al responder a la primera pregunta, no siendo Estados Unidos parte del Estatuto de la CPI, además del mismo Consejo de Seguridad (donde Estados Unidos puede oponer su veto) sólo el Gobierno de Irak, podría, aceptando la jurisdicción de la Corte, denunciar ante la misma a ciudadanos de Estados Unidos por crímenes cometidos en su territorio, de conformidad con el artículo 12 del Estatuto de la Corte. Y está impedido de hacerlo por la «Coalition Order» Nº 17.
Además, es inimaginable que un Gobierno títere como el que existe ahora en Irak, estrechamente controlado por el «procónsul» Negroponte (con nefastos antecedentes en América Central) y por un poderoso ejército de ocupación, tome iniciativa alguna contra Estados Unidos. Mucho más probable es que celebre un tratado bilateral de inmunidad con Estados Unidos, como lo han hecho más de 50 países, entre ellos el Gobierno títere de Kabul.