En su editorial de este lunes The Washington Post afirma estar de acuerdo con la comparación hecha por la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, entre la situación actual de México con el narcotráfico y la de Colombia hace 20 años. El rotativo también cita un estudio que señala la alarmante cantidad de armamento que recibe los carteles de la droga mexicanos de EE.UU.
El rotativo estadounidense, The Washington Post aseguró en un editorial este lunes que Estados Unidos es el vergonzoso suministrador de armas de los traficantes de droga mexicanos.
Los narcotraficantes mexicanos «tienen una fuente externa de financiación y armamento: vergonzosamente, esa es Estados Unidos», dice el periódico en su editorial.
El rotativo también hizo mención de las palabras de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, quien comparó la situación de violencia de México con la que experimentó Colombia hace 20 años
Sobre esto, el periódico afirma estar de acuerdo con la diplomática en el sentido de que los carteles de la droga se han apoderado de partes de la nación.
«Está en lo cierto (Hillary Clinton) en el sentido de que los carteles de la droga han llegado a tener el control de partes de ese país», dice el texto.
El pasado 8 de agosto la secretaria de estado de EE.UU. manifestó durante un discurso sobre la política exterior de su país ante el Consejo de Relaciones Exteriores en Washington que México «se está pareciendo cada vez más a Colombia hace 20 años, cuando los narcotraficantes controlaban ciertas partes del país».
Añadió también que los carteles de la droga mostraban «señales de insurgencia» en el país de América del Norte.
The Washington Post también respaldó lo dicho por el presidente mexicano, Felipe Calderón, el mes pasado que estos grupos delictivos tratan de sustituir al Estado en las regiones que controlan.
Sumado a esto, el medio de comunicación norteamericano citó un estudio que detalla la cantidad impresionante de armamento estadounidense que está en poder de los narcotraficantes y de los esfuerzos insuficientes de Washington para solventar esta situación.
En el análisis se indica que de las 80 mil armas de fuego que confiscaron las autoridades mexicanas entre diciembre de 2006 y febrero de 2010, por lo menos 62 mil 800 provienen de EE.UU.
«Los traficantes usaron estas armas para infligir bajas terribles a la policía y otras fuerzas de seguridad mexicanas», dice el texto.
Adicionalmente, el rotativo señala que unas siete mil armerías estadounidenses operan en la zona fronteriza con México.
«A la mayoría de estos negocios de armas no se les exige notificar a las autoridades ni siquiera si un individuo compra decenas de fusiles de asalto en poco tiempo», acota.
Explica que luego de ser compradas, las armas circulan fácilmente por la frontera.
«Pese al elocuente llamado de Calderón en su intervención ante el Congreso la pasada primavera, ni los líderes demócratas ni el presidente (Barack) Obama se han atrevido a presionar por una reinstauración de la prohibición de vender armas de asalto», sostiene el diario.
Al final, el periódico mencionó, nuevamente, las palabras de Clinton sobre que en México se libra «una desesperada batalla para preservar su orden civil y su democracia liberal».
Contradicciones
El pasado 9 de agosto, el presidente estadounidense, Barack Obama, rechazó las comparaciones que hiciera Clinton entre Colombia y México, país que considera tiene una economía en desarrollo.
«México es democracia amplia y progresiva, con una economía creciente y como consecuencia no puedes comparar lo que está pasando en México con lo que ocurrió en Colombia hace 20 años», dijo el mandatario.
En esta oportunidad, el secretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Latinoamérica, Arturo Valenzuela, también indico que no se debía «malinterpretar el comentario» de Clinton.
«Lo que nos preocupa es que uno ve el desarrollo de fenómenos como coches bomba que pueden afectar a personas inocentes, que son actos de terrorismo, pero el término insurgencia (en México) no es lo mismo que insurgencia en Colombia», matizó.
Ante estas afirmaciones, el portavoz de la presidencia mexicana en seguridad nacional, Alejandro Poiré, aseguró recientemente que «hay diferencias muy importantes entre lo que enfrentó Colombia y lo que enfrenta México» y añadió que no compartía las afirmaciones de la canciller norteamericana.
En una visita a México en marzo pasado, la jefa de la diplomacia estadounidense aceptó la responsabilidad de su país en el problema del narcotráfico en México.
Ante el recrudecimiento de la violencia en México esta iniciativa de Estados Unidos no ha sido exitosa para solucionar el problema.