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Frustración estalla en Gaza

Fuentes: IPS

La volátil franja de Gaza se tornó en foco de estallidos de frustración palestina, ante la incapacidad del gobierno del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) para pagar los sueldos a los empleados públicos. Muchos se quejan porque no han recibido su salario desde marzo. En las últimas semanas, policías molestos por la demora tomaron control […]

La volátil franja de Gaza se tornó en foco de estallidos de frustración palestina, ante la incapacidad del gobierno del Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) para pagar los sueldos a los empleados públicos.

Muchos se quejan porque no han recibido su salario desde marzo. En las últimas semanas, policías molestos por la demora tomaron control brevemente de varios edificios públicos y amenazaron con futuros ataques.

Estos acontecimientos contrastaron con las declaraciones recientes del primer ministro palestino Ismail Haniyeh, quien indicó en abril al periódico israelí The Jerusalem Post que el pueblo palestino estaría dispuesto a sobrevivir a «aceitunas y sal».

Ante este telón de fondo está el creciente enfrentamiento entre Hamas y su predecesor en el gobierno, el secular partido Al Fatah, cuya conducción pasó desde el fallecimiento del líder histórico Yasser Arafat al presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) Mahmoud Abbas.

Aun después del arrasador triunfo electoral de Hamas en enero, ese movimiento y Al Fatah mantienen la lucha por el poder y la popularidad.

Abbas, todavía en control de ciertos asuntos de gobierno, prometió que no habría una guerra civil en Gaza y Cisjordania.

Pero la semana pasada se registró uno de los peores incidentes entre Al Fatah y Hamas, cuando integrantes de ambos partidos se intercambiaron disparos, piedras y bombas molotov.

Mientras, células de la red terrorista Al Qaeda que operan en Gaza amenazaron con matar a altos dirigentes de Al Fatah, según informes de prensa israelíes.

Estos incidentes demostraron cómo la ANP, además de enfrentarse a la realidad diaria de los ataques militares israelíes, también se tambalea por la lucha interna.

«Algunas personas esperan que estos actos aumenten, pero la mayoría de la opinión pública palestina está en contra de esto», dijo a IPS el analista Naseef Muallem, director del Centro Palestino para la Paz y la Democracia, en la central ciudad cisjordana de Ramalá.

En la raíz del problema presupuestario palestino está la negativa de Israel a transferir entre 50 y 55 millones de dólares en impuestos mensuales que recolecta en nombre de la ANP.

Por otra parte, países y organizaciones donantes suspendieron su ayuda financiera a Palestina hasta tanto Hamas renuncie a las armas. Estados Unidos y la Unión Europea proveían en total 1.000 millones de dólares anuales a la ANP.

Muchos gobiernos occidentales prometieron apoyar proyectos humanitarios sólo a través de organizaciones locales, pues cortaron la ayuda directa al gobierno a causa de la negativa de Hamas a reconocer la existencia del estado de Israel y a abandonar la lucha armada.

Toda esta situación ha perjudicado a unos 150.000 maestros, trabajadores de la salud, miembros de las fuerzas de seguridad y sus familias.

Arabia Saudita, Irán, Qatar, Rusia y la Liga Árabe prometieron este mes donar unos 200 millones de dólares para ayudar a aliviar el déficit fiscal, pero el gobierno pide desesperadamente más recursos.

Las autoridades dijeron a los empleados públicos que la suspensión de la ayuda internacional es un obstáculo mayor incluso que los impuestos por Estados Unidos, país que amenazó con adoptar sanciones o presentar demandas legales contra los bancos que tengan negocios con Hamas.

Haniyeh considera una propuesta del presidente francés Jacques Chirac para crear un fondo en el Banco Mundial destinado a pagar los salarios pendientes.

Los palestinos en cierto grado responsabilizan a Hamas por la inseguridad y la inestabilidad financiera, pero «la mayor pesadilla sobre nuestra cabeza son los israelíes», dijo Muallem.

Los israelíes demuelen casas palestinas, instalan un sinnúmero de puestos de seguridad que hacen viajes cortos innecesariamente largos, y matan a civiles inocentes en sus represalias contra los militantes de Gaza y Cisjordania, sólo justificando aun más la posición radical de Hamas, sostuvo.

A pesar del creciente malestar en la sociedad palestina, es poco probable que la oposición pueda ganar puntos en los territorios, ya que la visión general es que Al Fatah está confabulado con la comunidad internacional para socavar a Hamas, dijo a IPS Ghassim Khatib, director del Centro de Comunicaciones y Medios de Jerusalén y coeditor del boletín Bitter Lemons.

Todo esto, en cambio, impulsará la popularidad de Hamas en el largo plazo, afirmó.

La creciente tensión entre Al Fatah y Hamas será resuelta, según Khatib, través de medios legales, constitucionales y políticos, y no necesariamente derivará en una guerra civil, como algunos predicen. (FIN/2006)

http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=37337.