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Fuentes contaminantes y medio ambiente

Fuentes: www.corplab.net

Los temas ambientales comienzan a ser una preocupación permanente a nivel mundial desde la década de los 90′, tanto para los Estados como para las Empresas. Es a partir de esta fecha que la variable ambiental será relevante al momento de formular estrategias de desarrollo económico por parte de las naciones y estrategias corporativas de […]

Los temas ambientales comienzan a ser una preocupación permanente a nivel mundial desde la década de los 90′, tanto para los Estados como para las Empresas. Es a partir de esta fecha que la variable ambiental será relevante al momento de formular estrategias de desarrollo económico por parte de las naciones y estrategias corporativas de las empresas. En muchos casos, las grandes empresas privadas inician la preocupación ambiental antes que los Estados, incorporando en los proyectos de inversión, la gestión y la seguridad ambiental .

  • Las nuevas tendencias indican que en un futuro las emisiones contaminantes a la atmósfera y el uso derrochador de la energía se verán disminuidos tanto por la presión de conferencias, protocolos y reuniones ambientales, como por una nueva performance de la industria.
  • En la última reunión del grupo G8 se evaluaron los niveles de Clorofluorocarbonos (CFCs) con índices menores a los del ano 2003 y se comprometieron a continuar utilizando tecnologías limpias que minimicen los efectos adversos.
  • Las refinerías y destilerías modernas están utilizando tecnologías limpias que aseguran la calidad de los productos derivados del petróleo mediante métodos de compresión y a través de poliductos que transportan gas-oil, naftas para uso petroquímico, motonaftas para uso automotriz, etc. minimizando el uso del espacio y por ende el impacto ambiental.

En el siglo 21, la creciente tendencia internacional enfatiza la necesidad de controlar y regular las emisiones a la atmósfera , las que son transables en el mercado, reglamentando el uso de energía y sus niveles a la atmósfera, fijación de estándares de calidad de aguas y suelo, que deben vigilar los mínimos de emisiones acorde a las normativas vigentes a nivel mundial.

El uso de energía constituye la clave del desarrollo industrial, en especial en los del grupo G8, a quienes se responsabiliza de la producción de Clorofluorocarbonos (CFCs), cuyo compromiso a partir del Protocolo de Montreal (1987), es disminuir su concentración a la atmósfera, lo que le permitiría a la Capa de Ozono, comenzar a repararse naturalmente y así evitar la radiación ultra violeta (UV). En la última reunión de los países más industrializados del mundo, G8, realizada recientemente en Londres, se evaluaron los niveles de CFCs en forma favorable ya que los índices son menores que en el año 2003 y se comprometieron a continuar progresivamente en la utilización de tecnologías limpias que minimicen los efectos adversos hacia la calidad de vida del planeta.

Para ampliar lo establecido en el Protocolo de Montreal, la Industria mundial tendrá que vencer muchos obstáculos y destinar fuertes sumas de inversión en investigación científica, que conduzcan a buscar reemplazantes energéticos inocuos para la capa protectora de ozono.

Sin duda, el petróleo y los hidrocarburos son los recursos de energía más utilizados en el mundo, adquiriendo importancia ilimitada, no sólo económica, sino estratégica y política. Este recurso alimenta al 80% de la industria mundial , él y sus derivados, formados por una mezcla compleja de hidrocarburos alifáticos, alicílicos y aromáticos; el problema ambiental se profundiza con el refinamiento del petróleo, del cual se obtienen una serie de hidrocarburos: ejemplo de ello son las bencinas, que se obtienen a 70 y 150º C, a las cuales se les adicionan productos oxigenados (método reforming) para mejorar las cualidades combustibles. Las refinerías o destilerías modernas están utilizando tecnologías limpias que aseguran la calidad de los productos derivados del petróleo mediante métodos de compresión y a través de poliductos que transportan gas oil, naftas para uso petroquímico, motonaftas para uso automotriz, kerosene, gas licuado, butano y propano, minimizando el uso del espacio y por ende el impacto ambiental hacia las comunidades aledañas, no sólo modernizando su tecnología sino los sistemas de distribución. Ejemplo de ellas en la Argentina es REFINOR, con una Estación Compresora en la propia Planta de Campo Durán en el Noroeste (Provincia de Salta), con un recorrido de 1.112 Km. de extensión, hasta la ciudad de Córdoba, asegurando con estos sistemas operativos el máximo de eficiencia y seguridad ambiental y minimizando los impactos ambientales que se puedan producir, con una constante revisión de las estaciones recompresoras y de los ductos.

Las Certificaciones de Calidad o ISOs , obligan a las industrias a invertir cifras considerables en reingeniería, equipos de medición y calibración y a disminuir los costes energéticos de combustible, que en general ascienden al 30% de los costes de elaboración de cualquier producto; ello ha servido para que el mundo industrial que se somete a certificación ambiental, desarrolle nuevas formas de optimizar la energía , sea ésta de hidrocarburos, eléctrica u otras, logrando disminuir los consumos de energía global que a la larga es factor clave en la competitividad del mercado mundial.

Las Normas ISO tienen el mérito de otorgar una base sustentable sobre la cual las industrias que se validan o certifican, pueden avanzar hacia la calidad total de su producción, adicionando instrumentos de gestión industrial y ambiental que les permitan mejorar en eficiencia y en sistemas de calidad; pero es indudable que estos estándares de calidad conducen a un control exhaustivo de la variable ambiental, generando una mejora continua de los procesos productivos, en el marco de un desarrollo sustentable que implica utilizar racionalmente los recursos energéticos y las materias primas en el presente, sin comprometer los que les corresponden a las generaciones futuras. Ello supone una responsabilidad ambiental respecto también de las emisiones que se entregan a la atmósfera y por tanto las industrias que se suscriben a ISOs deben vigilar las variables productivas y las ambientales conjuntamente en forma sistémica e integrada , ya que se encuentran indisolublemente relacionadas e interdependientes.

En una visión de futuro , las emisiones contaminantes a la atmósfera se verán disminuídas, así como también el uso derrochador de la energía en el planeta, no sólo por la presión de conferencias, protocolos o reuniones ambientales globales o locales , sino más bien por una nueva performance de la Industria cuyas metas de rendimiento, eficiencia y competitividad, la conducirán a mejorar el rendimiento energético en forma sostenida y la modernización sistemática de sus instalaciones a través de la reingeniería, lo que nos permite enfrentar un futuro ambiental sustentable para la vida de los que habitamos en la Tierra.

Bibliografía:

1. Arenas, F.,Negrete J. y otros:»Sistemas de gestión ambiental».
Texto La Hora de las Regiones, Sección III, Stgo.1996

2. CERE : «Asuntos Eticos presentes en Río».
Conferencia Organizada por Herat Othies.
Research Group. Enero, 1990.

3. UNESCO : «Notas sobre medio ambiente y desarrollo».
México, 1998.

4. WMO/UNEP/UNESCO/ : «Climate change: science, impacts and FAO/ICSU policy».
Cambridge University Press, 2001

5. TOKIO : «Metropolitan Research Institute for Environmmental Protection».
Resumen de Informaciones anuales para la protección del medio ambiente de Tokio. Tokio, 1993

  • ADNUMA-CHILE , Asociación para la Difusión de los Programas de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente, tiene como Objetivo básico, difundir los temas ambientales hacia la comunidad científica y no científica con el espíritu de educar y sensibilizar a la población sobre tópicos de interés común.

Ana María Cabello Quiñones
Dc. en Gestión Ambiental, Geografía y Paisaje. Universidad de Barcelona (UB), España. Presidente ADNUMA-CHILE. Coordinadora Unidad Gestión Ambiental Univ. Autónoma del Sur