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Más de 50 heridos en las calles de Barcelona

Fuertes cargas policiales contra los estudiantes catalanes anti-Bolonia

Fuentes: Gara

El desalojo de 53 estudiantes que ocupaban el edificio central de la Universitat de Barcelona y las cargas han agravado la fractura entre las autoridades universitarias y el movimiento estudiantil opuesto al Plan Bolonia. La Policía también cargó contra la manifestación de la noche. Hacía cuatro meses que un centenar de estudiantes ocupaba el edificio […]

El desalojo de 53 estudiantes que ocupaban el edificio central de la Universitat de Barcelona y las cargas han agravado la fractura entre las autoridades universitarias y el movimiento estudiantil opuesto al Plan Bolonia. La Policía también cargó contra la manifestación de la noche.

Hacía cuatro meses que un centenar de estudiantes ocupaba el edificio central de la Universitat de Barcelona (UB). El encierro comenzó el 20 de noviembre, al término de una manifestación estudiantil contra la implantación del nuevo Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), conocido como Plan Bolonia. Ayer por la mañana, les despertaron sin previo aviso varias decenas de antidisturbios de los Mossos d’Esquadra para poner fin a la ocupación de un espacio universitario referencial en la ciudad de Barcelona. Al desalojo le siguieron cargas policiales durante toda la mañana, que terminaron con seis estudiantes detenidos y varios heridos.

Para el portavoz del Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (mayoritario en las universidades por capacidad de movilización y en las elecciones), Arnau Mallol, el desalojo y posteriores cargas policiales «han roto todos los puentes de diálogo entre los estudiantes y las autoridades académicas». Mallol situó esta actuación policial dentro de una estrategia conjunta de los rectores catalanes de aumentar la represión contra el movimiento estudiantil y como una muestra de su nula voluntad de diálogo. El portavoz del SEPC añadió, a preguntas de GARA, que «si no dimiten los responsables de estos desalojos de las universidades y de la Generalitat no volveremos a sentarnos en la mesa de negociación». En el momento del desalojo había 53 personas durmiendo en el vestíbulo de la universidad. Julià Mestieri, de la comisión de comunicación de la CAE (Coordinadora de Asambleas de Estudiantes), explicó a GARA que la entrada de los Mossos fue inesperada: «El rector había dado su palabra de que no llamaría a la Policía si no había destrozos en el patrimonio y no los ha habido».

Una vez en la calle, los expulsados del edificio cortaron el tránsito de la céntrica Gran Vía. Los Mossos los echaron de ahí a porrazos. Los estudiantes denunciaron que una vez en la acera, continuaron las cargas, tal y como registraron numerosas cámaras de vídeo. A lo largo de la mañana, se sucedieron las persecuciones y porrazos. Mestieri aseguró que «los Mossos iban en furgonetas buscando grupos de estudiantes y cuando los encontraban cargaban contra ellos y contra quien estuviera a su lado». Hasta cuatro fotógrafos denunciaron haber sido agredidos por los agentes. Para protestar por estas agresiones, miles de estudiantes, junto con profesores y militantes de movimientos sociales, secundaron una manifestación realizada por la noche en el centro de Barcelona. Al cierre de esta edición, la Policía acaba de cargar contra los manifestantes.

El Servicio de Emergencias Médicas (SEM) atendió anoche a 24 estudiantes y 32 mossos, tras las cargas policiales. Al menos una persona fue detenida en el transcurso de la manifestación, a la que asisistieron 2.500 personas, según la Guardia Urbana, y 5.000 según el Sindicat d’Estudiants dels Països Catalans (SEPC).

La concentración se había convocado a las 20.00 horas contra el desalojo esta mañana de una cincuentena de estudiantes de la Universitat de Barcelona (UB), en el que se produjeron varias cargas policiales.

Alegato del Rectorado

En un comunicado hecho público al poco del desalojo, el Rectorado de la UB justificaba la entrada de la Policía por «el aumento de la tensión y de la violencia hacia miembros de la comunidad universitaria por parte de personas integradas en los colectivos encerrados» en la UB. Pero a la vez aseguraba que «la vía del diálogo con los estudiantes impulsada por el Rectorado continúa abierta».

El consejero catalán de Universidades, Josep Huguet (ERC), manifestó su respeto por la decisión del rector.

El de ayer es el segundo desalojo de un encierro estudiantil en una semana en Barcelona: el sábado, los Mossos ya desalojaron a otro grupo en la UPF. El movimiento estudiantil en los Països Catalans se ha movilizado los últimos meses y mantiene ocupadas distintas facultades contra el Plan Bolonia porque considera que supone privatización de la universidad pública. Los estudiantes han organizado consultas en varias universidades y el alumnado ha respondido masivamente contra el Plan Bolonia.

Frente a los desalojos, el SEPC y el resto del movimiento estudiantil opuesto al plan aseguran que se mantendrán las ocupaciones de facultades en las universidades de Barcelona, Autónoma de Barcelona, Mallorca, Girona y Alacant.