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Retorna la esperanza

Ganó Kerry el primer debate

Fuentes: Rebelión

Las encuestas son concluyentes: Kerry ganó el primer debate presidencial. Gallup le concede el 45% contra el 36% a Bush. La ABC también da ganador a Kerry con un 45/36. Igual de concluyentes han sido las demás encuestas: la CNN 46/37 y la CBS 43/38. Desde luego, falta por ver si esa victoria se traduce […]

Las encuestas son concluyentes: Kerry ganó el primer debate presidencial. Gallup le concede el 45% contra el 36% a Bush. La ABC también da ganador a Kerry con un 45/36. Igual de concluyentes han sido las demás encuestas: la CNN 46/37 y la CBS 43/38. Desde luego, falta por ver si esa victoria se traduce en una voluntad de voto ante las urnas.

Durante el debate Kerry presentó una imagen más distendida y fresca; a Bush se le vio tenso, contrariado, frunciendo los labios, pestañeando nerviosamente todo el tiempo. Kerry se mostraba sonriente y escéptico, sereno siempre; Bush, con una expresión de villano castigado, no pudo evitar grotescas muecas que la cámara de televisión intentaba ocultar, apartando el lente piadosamente del rostro desfigurado.

No faltaron las flores mutuas y al final hubo un encuentro de esposas, hijas, apretones de mano: el teatro político. Laura Bush subió al escenario con sus hijas, como muñecas de cera, ni un cabello fuera de lugar. Teresa Heinz, despeinada y espontánea fue menos almidonada. A veces parecía que Kerry esta interpretando la leal «oposición al rey».

Bush insistió en su argumento principal: Estados Unidos ha sido un país más seguro gracias a él. Kerry atacó la decisión de invadir Irak como «un error colosal». Las tres cuartas partes del encuentro estuvieron dedicadas a Irak. Kerry subrayó su decisión de evacuar las tropas de allí en seis meses en caso de ser electo. Bush dijo que esa evacuación se produciría cuando esté listo el ejército de cipayos nativos, al servicio del imperio, que harán la tarea represiva de embestir la insurrección patriótica.

Para justificar su agresividad invasora Bush argumentó que el enemigo (Sadam) los había atacado, lo cual fue rápidamente respondido por Kerry de que no hubo ataque alguno de Irak a Estados Unidos y los investigadores nunca hallaron prueba de que existiesen armas de destrucción masiva.

Bush mencionó varias veces al títere Allawi como si fuese en realidad un gobernante democrático que cuenta con la anuencia de los iraquíes. Kerry mencionó el fracaso de Bush en lograr una alianza efectiva de naciones y solamente alcanzó un acuerdo ficticio, mientras Estados Unidos carga con el 90% d las bajas y el 90% del costo de la guerra.

Bush siguió con su cantinela de que sus acciones tenían como fin proteger al pueblo. Kerry contraatacó afirmando que Sadam no había atacado a Estados Unidos y Bush no había logrado capturar al verdadero enemigo, Osama Bin Laden.

Kerry pidió una oportunidad para efectuar una nueva arrancada, buscar soluciones frescas y recuperar el crédito de Estados Unidos en las relaciones internacionales. Bush trató infructuosamente de ofrecer la imagen de un mandatario enérgico, decidido, emprendedor pero sus ademanes inseguros le traicionaban.

Kerry manifestó que el principal peligro que amenaza hoy a su país es el de la posesión de fisión nuclear por parte de fuerzas marginales. En esto concordó Bush pero difirieron sobre la estrategia a seguir Kerry a favor de negociaciones directas, por ejemplo con Corea del Norte y con Rusia. Bush por el diálogo de naciones interpósitas, como China, para lograr el control nuclear.

En ambos contendientes hubo respeto mutuo, muy diferente a la forma sucia en que se ha desarrollado la campaña. Kerry, con su imperturbabilidad, dio la impresión de que podía ser un comandante en jefe confiable.

En las conclusiones Kerry fue más elocuente y persuasivo que su oponente, con unas palabras imbuidas de dignidad de estadista. Bush pronunció unas esquemáticas líneas, como si dictara un telegrama, con todo el esquematismo simplista de que es capaz.

Habrá que esperar unos días para que las consultas de opinión digan si este debate televisivo tendrá un resultado apreciable en la voluntad de voto. Faltan aún dos debates más entre los candidatos presidenciales y un debate entre los pretendientes vicepresidenciales.

La legión de indecisos aguarda aún, expectante, para efectuar un giro hacia una u otra parte y con ello decidir si Estados Unidos renueva su mandato a un presidente agresivo e incapaz, que pondrá en peligro la paz mundial, o si opta por una remota posibilidad, con Kerry, de eludir su aislamiento internacional y encaminar por nuevas vías de concordia las relaciones internacionales.

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