HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Entro en el aula, empiezo a hablar a un cientode caras mal despiertas: por un ratosobre sus vidas, rígido, desato,cumpliendo mi deber, el frío viento del Ser y de la Nada, de la Ideay la Cosa; la horrible perspectivade vértigo que se ha hecho inofensiva,espectáculo gris, vieja tarea. Si alguno, […]
Entro en el aula, empiezo a hablar a un ciento
de caras mal despiertas: por un rato
sobre sus vidas, rígido, desato,
cumpliendo mi deber, el frío viento
del Ser y de la Nada, de la Idea
y la Cosa; la horrible perspectiva
de vértigo que se ha hecho inofensiva,
espectáculo gris, vieja tarea.
Si alguno, casi inquieto, se remueve,
los más sueñan, o apuntan, o hacer ruido.
Pero basta: es la hora ya. De nueve
a diez, vieron el Ser, ese aguafiestas;
prosigan su vivir interrumpido