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Grupo Wagner, milicias rusas en África

Fuentes: Rebelión

La ocupación de Ucrania ha abierto varios debates sobre cuestiones de política internacional. En este texto queremos tomar un sesgo poco conocido que es el Grupo Wagner. Milicianos estos altamente entrenados en insurgencia, contrainsurgencia, producción de noticias falsas y que actúan para estabilizar o desestabilizar gobiernos según sus intereses.

La guerra híbrida

Desde hace algunas décadas se discute sobre la composición social de las Fuerzas Armadas. En general, la jerarquía está compuesta por sectores medios o directamente burgueses. En la base social, es decir, los soldados y cabos provienen de sectores de la clase trabajadora que buscan en las FFAA un trabajo. Este sector es muy sensible a los problemas sociales, ya que sufren todas las consecuencias de los males del capitalismo. Así, algunos teóricos de la burguesía comenzaron a diseñar FFAA con pocos soldados y cabos, mucha tecnología de punta y operadas por mercenarios.

Hay varios ejemplos de cómo los grandes temas influyeron al interior del principal aparato de represión del Estado burgués. Las FFAA brasileñas sufrieron una gran conmoción en 1963 cuando los marineros se amotinaron contra sus superiores. En 2001, en el Ecuador, los mandos medios [suboficiales] se sumaron a los indígenas y sectores populares para ocupar el Palacio de Carandolet y destituir al presidente Jamil Mahuad. Estos ejemplos, y otros, sirven para explicar la opción de mercenarios para reemplazar a soldados y cabos. Estos, obviamente, no dejaron de existir, pero fueron perdiendo fuerza.

Grupo Wagner, neofascistas rusos al servicio de Putin

El llamado Grupo Wagner no puede ser visto como una empresa con sus ritos formales. Es una organización de contratistas militares privados que se articulan para una red de negocios de mercenarios con diversos fines. Entre estos negocios podemos mencionar: represión de protestas populares, estabilidad a gobiernos títeres, difusión de noticias falsas, etc. A cambio reciben autorización para extraer oro, diamantes y otros recursos naturales.

Sus comandantes, como Dmitry Outkine Utkin, son admiradores de Hitler y están de acuerdo con la ideología nazi. Por eso se ponen al servicio de Putin, que es un gobernante burgués de ultraderecha.

El Grupo Wagner es una empresa burguesa que defiende los intereses y las inversiones de los grandes magnates rusos y sus aliados, pero además están imbuidos de todo el prejuicio “gran ruso” denunciado por Lenin. Defensores de la tesis de que es necesario oprimir a las demás nacionalidades para mejor explorar y enriquecerse.

Yevgeny Prigozhin, el cocinero de Putin, dirige el Grupo Wagner

El articulador y principal financista del Grupo Wagner es Yevgeny Prigozhin, que no tiene origen militar. A finales de la década de 1990 abrió un restaurante que era frecuentado por el consejero del alcalde de San Petersburgo, Vladimir Putin. El consejero se convirtió en presidente del país y siguió frecuentando el restaurante de su amigo, quien pudo expandir sus negocios para proporcionar alimentos y comidas para abastecer el Kremlin, proporcionar meriendas escolares y un rancho para los militares. Prigozhin es conocido como el cocinero de Putin. Esta estrecha relación permitió que sus negocios siguieran expandiéndose y hoy es el principal articulador y financista del llamado Grupo Wagner.

Una mercadería llamada guerra

En 2011 estalló la Primavera Árabe, y enseguida las guerras civiles en Libia y Siria. En estos países, la burguesía rusa vio en riesgo sus inversiones. La intervención en estos procesos no podía ser a través de las fuerzas regulares rusas y la alternativa fue la introducción de los llamados conflictos de generación «híbridos» y para eso fueron creadas las Fuerzas de Operaciones Especiales Rusas (SOF – SpecialOperationalForces) y las primeras PMC (PrivateMilitary Company). En una entrevista, Putin dijo que “las empresas militares privadas son una herramienta única en manos del Estado, por lo que no pueden realizar tareas sin estar vinculadas a él”[1] .

En primer lugar, se crearon las Fuerzas de Operaciones Especiales (SOF) subordinadas al Estado Mayor. Una fuerza capaz de realizar “acciones de reconocimiento, sabotaje, subversión, contraterrorismo, contrasabotaje, contrainteligencia, guerrilla, antipartidarias y otras”[2] . Cada 27 de febrero se celebra el día Nacional de las SOF (Fuerzas de Operaciones Especiales). Esta fecha fue instituida por el Presidente de la Federación Rusa. “La fecha de la festividad no fue elegida por casualidad. El 27 de febrero de 2014, hombres armados con camuflaje, no identificadas, tomaron el control del edificio del Consejo Supremo y del Gobierno de la República Autónoma de Crimea, entonces parte de Ucrania, y en los días siguientes sobre el aeropuerto de Simferopol y otras instalaciones estratégicas de la península. Además, ayudaron a garantizar el orden y la seguridad durante el referendo del 16 de marzo de 2014 sobre la anexión de Crimea a Rusia”[3].

El segundo paso fue la creación de la primera empresa militar privada (PMC), la Slavonic Corps Limited y el objetivo era comercializar guerras mediante el uso de ejércitos privados de facto. Nuevamente, según Putin: “La creación del PMC se ha convertido en un paso importante en el desarrollo cualitativo de las Fuerzas Armadas rusas, aumentando su movilidad y prontitud para el combate. El país cuenta con otra poderosa y eficaz herramienta para proteger los intereses nacionales”[4]. Los intereses nacionales a los que se refiere Putin, como veremos más adelante, serán los recursos minerales y naturales, especialmente en África.

Wagner en Ucrania en 2014 al servicio de la contrarrevolución

El comienzo del uso de las PMC y y las SOF fue en la Primavera Árabe. Cuando estalló la crisis en Ucrania, el país se convirtió en un verdadero campo de entrenamiento para estas empresas rusas. Aprovechando los impactos de las luchas de la plaza Maidán, la división interburguesa y el debilitamiento del ejército ucraniano tras la anexión de Crimea, las PMC rusas demostraron ser eficaces en la realización de operaciones (para)militares, incluidos ataques frontales, guerra de guerrillas y antiguerrilla, así como sabotaje. Por lo tanto, Ucrania indiscutiblemente se convirtió en un «campo de pruebas» para una misión más rentable, Siria, donde la experiencia adquirida en Ucrania se revelaría de importancia crucial.

Las operaciones en la Crimea ucraniana y en el Donbass, la anexión de Crimea (enero-marzo de 2014) con el uso intensivo de las PMC y las SOF crearon las condiciones necesarias para futuras operaciones en Siria. Sin esta preparación en Ucrania, esto hubiera sido imposible. En este proceso de preparación y selección se destacó como una de las más preparadas PMCs el llamado Grupo Wagner.

Los carteles dicen: Rusia = esperanza para Malí. Putin = solución; Parar a interferencia francesa en Malí; Contra las intervenciones militares. Autodeterminación.

Neofascitas rusos al servicio de la opresión nacional

Una de las justificaciones que trató de dar Putin para la ocupación de Ucrania fue que esta estaba relacionada con la presencia de fuerzas fascistas en esos países y que la ocupación del país era para liberar a los ucranianos de estos fascistas. Es cierto que el Batallón Azov opera en Ucrania bajo la complacencia del gobierno, sin embargo el comando del Grupo Wagner tiene la misma ideología y está mejor preparado y equipado para combatir los procesos revolucionarios allí donde se presenten. Demostremos esto:

Janjaweed y el Grupo Wagner: la milicia sudanesa Janjaweed es una de las más violetas del mundo. En las grandes movilizaciones por el derrocamiento del ex dictador al Bashir, la Janjaweed, ahora conocida como Rapid SupportForce [Fuerza de Apoyo Rápido] , mató a más de 100 jóvenes en una manifestación. La Janjaweed está estrechamente vinculada al Grupo Wagner.

AssumoiGoita, golpista en el Mali, cerró el Congreso y decidió perpetuarse en el poder. Presionado por el imperialismo francés, buscó y obtuvo el apoyo del Grupo Wagner para estabilizarse.

La Operación Wagner está directamente relacionada con el asesinato de tres periodistas rusos que acudieron a la República Centroafricana a investigar el tráfico de armas en la guerra civil. Lo mismo ocurrió con el periodista sirio, crítico de la Wagner y que murió al caer, en una situación muy sospechosa, en la zona del apartamento donde vivía.

Los jóvenes nazis y la Wagner [5]. Los hermanos Vladislav y ArtemKrasnolutsky no niegan a nadie su adoración por el Tercer Reich y el nazismo. Vladislav murió cobatiendo en Siria y trabajando para la Wagner. Artem fue sentenciado a once años de prisión, acusado de secuestro, y escapó de la cárcel y se unió a la Wagner.

Los hermanos Vladislav y Artem Krasnolutsky, miembros del Grupo Wagner

Fundador del Grupo Wagner y nazi: DmitryOutkineUtkin, es reconocido como uno de los fundadores de la Wagner y condecorado por Putin. A Dmitry le gusta aparecer con cara de malo y sin camisa. En las fotos podemos ver los tatuajes nazis en su cuerpo.

Admirador del Tercer Reich, Dmitry se tatuó en el hombro dos blasones. Uno de la Schutzstaffel, más conocida como SS; y otra con la Reichsadler, el águila nazi y emblema del Tercer Reich.

La increíble historia de la tablet abandonada en una batalla perdida [6]. El Grupo Wagner actuó en Libia defendiendo a Gal. Khalifa Aftar y las instalaciones petroleras de las que se había apropiado durante el conflicto en ese país. En una de las batallas, un soldado de la Wagner dejó una tablet con manuales de minas antipersonales, artefactos explosivos improvisados, imágenes de reconocimiento captadas por drones y algunos libros, como Mi lucha, de Adolf Hitler.

Todos los elementos antes mencionados prueban que la Wagner y otros ejércitos privados rusos no son libertarios, ya que todo grupo paramilitar lleva dentro de sí las ideas y los métodos nazis.

Ejércitos privados al servicio de dictadores, transnacionales y ladrones de recursos minerales

En el pasado, la extinta Unión Soviética envió sus soldados a Angola, Mozambique y otros países para apoyar, a su manera, a gobiernos nacionalistas burgueses o que habían pasado por procesos de independencia. Hoy, luego de la reconstrucción del capitalismo en Rusia, subordinando el país al sistema capitalista mundial en su fase imperialista, los soldados rusos, a través de ejércitos privados como el Grupo Wagner y otros, salen en defensa de dictadores, empresas transnacionales, y aprovechan para participar del robo y el saqueo de los recursos naturales. Veamos algunos ejemplos:

Wagner en Siria

La acción rusa en Siria fue llevada a cabo por fuerzas regulares y por las PMC, en particular el Grupo Wagner. En ese período de seis años, aproximadamente 7.000 civiles murieron como resultado de los ataques aéreos llevados a cabo por las Fuerzas Aeroespaciales Rusas. Según el informe de la Red Siria para los Derechos Humanos (SNHR), publicado en setiembre de 2021, los bombardeos mataron a 6.910 personas, de las cuales 2.030 eran niños.

Además de las fuerzas regulares, también participaron varias PMCs. El transporte inicial de mercenarios de la PMC Wagner se realizó con aviones de la 76° División Aerotransportada, proporcionados por el Ministerio de Defensa de Rusia. Hoy utilizan el transporte aéreo civil perteneciente a la aerolínea siria Cham Wings.

La agencia de noticias AP informó que había recibido una copia del contrato entre la Euro Polis, una empresa asociada con Prigozhin, y la empresa estatal siria General Petroleum Corp. El contrato estipula que Euro Polis recibirá “25% de las ganancias de la extracción de petróleo y gas de los campos que sus contratados capturaron y protegieron de los militantes del Estado Islámico”[7].

Wagner en Mozambique

Mozambique es uno de los países más pobres del mundo. Cabo Delgado, en el extremo norte, es la provincia más pobre del país. Allí se descubrió GNL y hoy es uno de los mayores proyectos de inversión en África. Los inversores son las empresas Total (francesa), ENI (italiana), Chevron (EE. UU.) y Rosneft (rusa). La población soñaba con una nueva vida de empleo y dignidad. El sueño no se hizo realidad sino que se tornó una pesadilla en forma de grupos armados islámicos, que degüellan hombres, violan mujeres, secuestran niños para la lucha armada y niñas para esclavas sexuales. ¿Quién financia estos grupos tan bien armados y el pago de salarios de tantos soldados?

Así, el aeropuerto de Nacala, en setiembre de 2019 vio llegar un avión de transporte ruso, Antonov 124, y entregar equipos militares que fueron enviados a Cabo Delgado. Hay registros fotográficos del Antonov 12, descargas en camiones y helicóptero de transporte Mi-17.

Con la declaración de guerra al supuesto grupo islámico, se instaló un clima de terror. Como resultado, más de un millón de personas han sido desplazadas a otras regiones. Así, los rusos en guerra con los islamistas, comenzaron a limpiar el terreno para las empresas francesa, italiana, norteamericana y rusa.

En su entrevista anual de 2018, el 20 de diciembre, el presidente ruso Vladimir Putin afirmó: “ Si este ‘grupo Wagner’ viola algo, la Oficina de Fiscalía General de la República debe hacer una evaluación legal. Sobre su presencia en cualquier lugar del extranjero, repito una vez más: no violan la ley rusa, tienen derecho a trabajar, a promover nuestros intereses comerciales en cualquier parte del mundo” [8].

En uno de los países más pobres del mundo, en su región más pobre, Cabo Delgado, el Grupo Wagner actuó para que las empresas TOTAL, ENI, CHEVRON, francesa, italiana y norteamericana, respectivamente, saquearan el GNL [gas natural líquido] de ese país. Se enfrentan en la ocupación de Ucrania, pero forman una alianza con estas multinacionales imperialistas con la condición de que la Rosneft (rusa) participe en este robo.

Wagner en Sudán

Tras la división del país en 2011, Sudán tuvo que reorganizar su economía sin el petróleo, que le quedó a Sudán del Sur. La estructura del gobierno del dictador al-Bashir se basaba en el complejo militar (Ejército, policía y agencias de inteligencia), pero esto era insuficiente y se necesitaba más. Durante este período, la represión fue tercerizada a través del servicio sucio prestado por un grupo de milicianos. Estas milicias impusieron el control sobre los humedales, sabanas y desiertos secos que albergaban en su subsuelo petróleo y exploración aurífera. Cuando los precios internacionales del petróleo cayeron, Sudán comenzó a aumentar la producción agrícola y ganadera para controlar la balanza comercial. Las milicias organizaron patrullas para garantizar las zafras, compraron un banco (Banco Pecuario) y pudieron crear su propio banco (Gulf Bank) en asociación con capitalistas de los Emiratos Árabes.

Janjaweed fue la milicia que más se desarrolló y se fue unificando e incorporando a otras pequeñas milicias locales. Janjaweed se transformó en una fuerza regular llamada Rapid Support Forces. Janjaweed se hizo dominante, ya que contó con la unificación de varios grupos y bandas, equipamiento superior, principalmente vehículos todoterreno equipados con ametralladoras, pero sobre todo con el apoyo material y logístico del Estado controlado por la dictadura de al-Bashir.

En 2019, cuando las Janjaweed ya se habían transformado en Fuerza de Apoyo Rápido, fueron responsables del asesinato en masa de más de un centenar de manifestantes contra la dictadura de al-Bashir.

Con la caída de al-Bashir y la asunción del gobierno de transición, el teniente general Mohamed Hamdan ‘Hemeti’, comandante de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), fue nombrado vicepresidente del Consejo Soberano.

Los vínculos del comandante Hemeti, de las Fuerzas de Apoyo Rápido, con la explotación y el contrabando de oro son permanentemente denunciados por la oposición sudanesa. Así como el vínculo entre Hemeti y el Grupo Wagner.

Desde el 25 de octubre de 2021, el pueblo sudanés ha vuelto a las calles exigiendo el fin del gobierno militar de Burhan (aliado de al-Bashir), con gigantescas manifestaciones semanales, y más de 100 muertos. La represión ha sido llevada a cabo por las Rapid Support Forces, antiguas milicias Janjaweed.

Poco después de la invasión de Ucrania, Mohamed Hamdan ‘Hemeti’ realizó una visita oficial a Rusia, organizada por los mercenarios rusos Wagner “para encontrar una salida para su aliado en Sudán y asegurar su permanencia en el poder para que puedan seguir saqueando los recursos del país”[9]

Wagner en la República Centroafricana

La inestabilidad política en RCA se traduce en una guerra civil que dura casi una década. Las fuerzas gubernamentales controlan solo alrededor de una quinta parte del territorio de la RCA, con alrededor de una docena de facciones rebeldes activas en gran parte del país.

A principios de 2018, Rusia recibió la autorización del Consejo de Seguridad de la ONU para suministrar armas al gobierno del país. Junto con las armas envió a 170 instructores militares vinculados a las PMCs, en particular la Wagner.

El presidente de la RCA, Faustin-Archange Touadera, fue invitado al Foro Económico Internacional de San Petersburgo en 2017, donde se reunió con el presidente Putin. Después de algunas semanas, comenzaron a llegar instructores militares rusos. Touadera nombró a un ruso, Valery Zakharov, como su consejero especial de seguridad.

Zakharov está relacionado con la empresa M-Finans, una de varias empresas rusas activas en la República Centroafricana. M-Finans estuvo dirigida por Yevgeny Khodotov hasta junio del año pasado, cuando se la vendió a su esposa. Los documentos de la empresa describen su actividad principal como “extracción de piedras preciosas”. El vínculo con las operaciones de la Wagner es claro, en la medida en que la dirección de correo electrónico de M-Finans tiene el mismo dominio de la Concord Catering, parte del imperio Prigozhin, que, como dijimos, es el hombre fuerte de la Wagner.

Poco después del inicio de las operaciones de entrenamiento rusas, varias empresas reiniciaron operaciones en minas de diamantes que habían sido cerradas debido a la guerra civil. Algunas de estas minas están en territorio controlado por rebeldes, pero las autoridades rusas han establecido relaciones con varios de los grupos incluso mientras entrenaban a las fuerzas de seguridad del gobierno.

El panel de especialistas de las Naciones Unidas acusa a los instructores rusos que operan en coordinación con las fuerzas armadas de la República Centroafricana de asesinatos indiscriminados, saqueos y desapariciones forzadas en el país. Aunque el informe del Consejo de Seguridad de la ONU no acuse formalmente a los miembros de la Wagner, el grupo de trabajo lo reconoce informalmente.

Poderosas empresas gigantes de diamantes como De Beers y Signet han podido recuperar su red de proveedores en el país desde que el Grupo Wagner comenzó a apoyar al gobierno y a negociar con las milicias. Al mismo tiempo, una de las empresas de Prigozhin, LobayeInvest, recibió varias concesiones para extraer diamantes y oro.

Obviamente, no fue en el convencimiento sino a costa de muchos asesinatos, incluidos los de ciudadanos rusos.

Wagner y el último golpe de Estado en Malí

Desde el golpe de Estado en agosto de 2020, que derrocó al gobierno de Ibrahim Boubacar Keïta, aliado incondicional de Francia, Malí vive una gran inestabilidad. El nuevo gobierno, autodenominado Comité Nacional para la Salvación del Pueblo, es encabezado por el coronel Assimi Goïta. Assimi recibió entrenamiento en los Estados Unidos, Francia y Alemania, y tiene experiencia trabajando con las Fuerzas Especiales del Ejército de los Estados Unidos.

Assimi Goita, que inicialmente proponía un gobierno provisional y elecciones en 18 meses, dio marcha atrás y decidió ampliar su mandato a seis años. La discusión fundamental no es sobre la extensión del mandato, sino sobre la relación con el Estado francés que ha mantenido el país ocupado durante años por las tropas de la Operación Barkhane y que provocó más violencia e indignación y resistencia de la población. Assimi tiene que controlar la ira de la población y la crisis dentro de las FFAA de Malí a raíz de las sucesivas derrotas militares con los grupos islámicos.

Esta tensa relación llevó a Francia a mover sus fichas junto a la Comunidad de Estados de África Occidental (CEDEAO), la Unión Económica y Monetaria de África Occidental (UEMOA) y la Unión Africana (AU), presionando por elecciones inmediatas.

Assimi Goita, sintiendo la presión, buscó nuevos aliados y encontró en los rusos del Grupo Wagner protección militar y control de las movilizaciones. Con el nuevo aliado, Goita expulsó al embajador francés; acto continuo, las tropas francesas se retiraron del país, asumiendo el control militar la PMC Wagner. La represión siguió igual para el pueblo maliense. En cuanto a la exploración de oro y el control de uranio en la frontera con Níger, ahora tienen nuevos y reales interesados.

Al mismo tiempo, los rusos participan en la ocupación de Ucrania y se enfrentan a los intereses del imperialismo europeo y norteamericano. En Malí, la relación es diferente. La Wagner está controlando el país y no ha tomado ninguna medida contra las empresas mineras de oro, fosfato y uranio de propiedad europea o estadounidense.

La derrota militar de Rusia solo se conseguirá con el apoyo de la clase obrera internacional a la resistencia ucraniana

Muchos activistas honestos repiten los argumentos de los defensores de la invasión de Ucrania. Según ellos, la invasión tiene que ver con los neonazis que actúan en ese país. Y en esta línea de razonamiento, los rusos serían los guardianes de la democracia universal e invadieron ese país para garantizar los derechos humanos de los ucranianos. Esta línea de razonamiento, en primer lugar no toma en cuenta la soberanía de un pueblo para resolver sus problemas internos. Otros dicen que la invasión rusa es una lucha antiimperialista, contra Estados Unidos y la OTAN. Estas dos líneas de razonamiento no tienen en cuenta que Rusia es un país capitalista atrasado y para equilibrarse en este sistema creó varias PMCs (empresas militares privadas), tal como los demás países imperialistas, con el objetivo de sostener o derrocar gobiernos (según sus intereses) y luego controlar las riquezas naturales de aquellos países controlados por las PMCs. En definitiva, es la misma relación de opresión y explotación que aplica el imperialismo norteamericano y el europeo.

Precisamente por eso, solo la clase trabajadora, independiente de las burguesías, sin confiar ni un segundo en el imperialismo norteamericano y europeo, que no tiene intención de ayudar a Ucrania en su lucha por la independencia; junto con los trabajadores rusos que se movilizan contra la invasión dentro de Rusia y los combatientes de la resistencia ucraniana, con su apoyo y su solidaridad podrá garantizar la victoria del pueblo ucraniano en esta guerra. Esta es la tarea que tenemos por delante.

Grupo Wagner: Milicias rusas en África - LIT-CI
Un manifestante sostiene banderas de Rusia y de Malí en una celebración del retiro de las tropas francesas en Bamako, el mes pasado (Paul Lorgerie para Washington Post).

Traducción: Natalia Estrada.

Notas:

[1] https://russian.rt.com/russia/article/473941-chvk-rossya-zakon – “Elevemos la imagen del país”, dice el fundador de la primera empresa militar privada rusa.

[2] Unleashing the PMCs and Irregulars in Ukraine: Crimea and Donbas – .https://www.academia.edu/40243363/Unleashing_the_PMCs_and_Irregulars_in_Ukraine_Crimea_and_Donbas

[3] https://ria.ru/20190227/1551334701.html – Día de las Fuerzas de Operaciones Especiales en Rusia.

[4] Ídem.

[5] https://informnapalm.org/43865-rossijskie-neofashisty-na-sluzhbe-rossii-pod-prikrytiem-chvk-vagnera/

[6] https://www.bbc.com/portuguese/internacional-58171393.amp

[7] http://informnapalm.rocks/pmc-rush-ru – El papel de las PMCs rusas en los conflictos armados.

[8] https://informnapalm.org/46262-putin-publichno-solgal-o-chvk/ –

[9] https://www.dabangasudan.org/en/all-news/article/coup-critics-condemn-sudan-deputy-s-visit-to-russia

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.