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Guaidó, el autoproclamado sionista

Fuentes: www.segundopaso.es

Como si no bastara la comedia, desatada en enero del año 2019, que lo sindicó como un presidente autoproclamado a dedo en una plaza caraqueña, Juan Guaidó señala ahora como una de sus medidas rimbombantes, que trasladará su espejismo de Embajada desde Tel Aviv a Jerusalén.

Guaidó, on esta idea, cual perrito faldero, obedece la línea de apoyo al sionismo planteado por Washington. Sumándose así, a esa caterva de políticos cuya moral, soberanía y dignidad es inexistente. Un político sacudido por los hilos del titiritero mayor, que le dictamina lo que debe o no debe hacer, la manera de moverse en el ámbito internacional, so pena de quitarlo del camino con la misma velocidad con que lo sacaron de las catacumbas de una diputación como parlamentario suplente y elevarlo a una categoría más cercana al de traidor, que el de supuesto luchador por la democracia, que ocuparía el palacio de Miraflores, alguna vez.

El autoproclamado Juan Guaidó es de esos personajes que lo mismo baila  al compás de la música del poder imperial en los salones de la Casa Blanca, que los vallenatos en las mansiones opulentas  de los políticos, narcotraficantes y paramilitares colombianos, que le han dado apoyo en su función de desestabilizar al gobierno venezolano, como mandaderos de quien propicia la intensificación de las políticas de máxima presión económica, sanitaria, tecnológica, financiera, que suele afectar, en forma mayoritaria, a la misma población que Guaidó, el obtuso, dice defender.

Siguiendo los pasos agresivos, violatorios del derecho internacional y con desprecio por los derechos del pueblo palestino por parte de Washington, Guaidó ha decidido establecer “su” embajada en Al Quds (Jerusalén) pasando por encima, no sólo de lo fantasioso de una medida así, sino que infringiendo todas las disposiciones, que existen desde el año 1947 a la fecha, respecto al carácter internacional del que goza Jerusalén.

Con referencia a esta noticia el rabino polaco-venezolano, Pynchas Brenner, que estuvo a cargo como clérigo jefe de la comunidad askenazi de Caracas desde el año 1967 y nombrado por Guaidó para viajar a los territorios de la Palestina histórica el año 2019 y ejercer la labor de embajador, tan ficticio como la propia condición de mandatario, señaló al medio Jerusalén Post que, “Nuestro deseo es establecer la embajada en Jerusalén, al igual que lo ha hecho Estados Unidos. ¿por qué no? Estamos apuntando a eso”, sostuvo este rabino, que fue uno de los artífices para que el gobierno israelí a fines de enero del año 2019 – a pocos días que el autoproclamado se auto invistiera presidente – reconociera este gobierno espúrio.

Brenner ejerció como Rabino durante 44 años y forma parte de un grupo de parlamentarios coordinados a nivel mundial, aliados del sionismo, llamada Israel Allies Foundation. En el seno de los parlamentarios venezolanos el lobby de Brener ha dado como resultado tener a un grupo aliado del sionismo en la asamblea nacional en desacato desde el año 2016. La idea de Guaidó es parte de la estrategia llevada a cabo por Washington de apoyar a la entidad israelí, cuestionada desde diversas organizaciones internacionales como la ONU, el Consejo de derechos Humanos de esta organización, UNICEF, cancillerías europeas, agrupaciones defensoras d derechos humanos, que denuncian la política de colonización y ocupación del territorio palestino, violando con ello los derechos humanos de la población palestina.

Un área de trabajo opositor al gobierno venezolano, que desde el año el año 2009 tiene cortada sus relaciones diplomáticas con el régimen sionista, por decisión del fallecido presidente Hugo Chávez frías, como expresión de solidaridad ante los ataques del ejército invasor israelí contra la Franja de Gaza. Medida que se complementó con la apertura de la embajada del estado palestino en Caracas. Una relación que ha seguido con sus pasos de apoyo y solidaridad bajo el mandato del presidente Nicolás Maduro, que se ha concretado con amplios convenios en materia energética, educación, economía entre otros y una defensa irrestricta de los derechos del pueblo palestino, como también la condena al régimen sionista en todos los foros internacionales.

La idea dada a Guaidó por el lobby sionista es tan surrealista como idiota. Es una perogrullada afirmar que el control gubernamental, el estado, no lo administra Guaidó y su camarilla, aunque hayan robado depósitos en dinero oro y empresas del pueblo venezolano, gracias a la gestión de Washington y aliados como el gobierno británico o el de Corea del Sur, por ejemplo. Y hablo de surrealismo pues la caterva de políticos golpistas que rodea a Guaidó han señalado que en los próximos días a la par de la creación de un comité de amigos parlamentarios venezolanos (de la Asamblea nacional en rebeldía) saldrá a la luz una página web que servirá como embajada virtual.  Más allá de servir para alojar algunas fotografías y sus esperanzas respecto a derrocar al gobierno legítimo de Venezuela, la página web sólo servirá para que nos enteremos más adelante que ha servido para llenar los bolsillos de algún web master, un consultor comunicacional experto en redes sociales.

Cuando se trata de Israel, el mundo de ensueño que han tejido los enemigos de Venezuela, teniendo a Guaidó como estandarte, deja en evidencia los objetivos y la dirección en que se quieren utilizar los servicios del autoproclamado: al estrechar estos lazos se es parte del plan de desestabilización y ataques contra la república islámica de Irán. Así lo confesó el rabino Brenner, actual “embajador” del autoproclamado en la Palestina histórica ocupada. “El tener esta cercanía con Israel nos permite promover lazos en función del peligro común que representa Irán”

Resulta evidente que la decisión marca los objetivos del sionismo, no los del pueblo palestino cuando el citado rabino afirma: “para Israel, en este momento, la mayor amenaza es Irán… ellos son los que amenazan con borrar a Israel del mapa. Y tiene una gran presencia en Venezuela, suministrando gasolina (…) Quién sabe lo que están transportando además de la gasolina. Tenemos la esperanza que Israel nos ayude en materias de seguridad, como la lucha contra el terrorismo. Los venezolanos necesitan el aporte de la seguridad israelí sobre cómo manejar los grupos que están armados hasta los dientes en todo el país”. Una narrativa repetida hasta el hartazgo por los medios signados por el dominio estadounidense y de ese poder económico sionista, que se expresa en el control de múltiples medios gráficos, audiovisuales, industria cinematográfica, que les permite enquistar sus mitos falsarios y generar un marco político basado en la manipulación y la desinformación.

Los objetivos de esta medida de una agónico Guaidó, con pocas chances de seguir siendo la figura central de la escuálida oposición venezolana, se expresa en varios puntos. Intentar ganarse el favor y apoyo del pentecostalismo venezolano que fondos financieros los tiene en abundancia. Sumemos el hecho que Trump prácticamente no ha renovado el contrato de títere a Guaidó y en ese plano este personaje anda en busca de un nuevo jefe. Aparentemente, Netanyahu, le parece a Guaidó un buen patrón, sobre todo con características que conoce el autoproclamado del premier israelí,  en materia de abusos de confianza, fraude y corrupción. El silencio de Trump ensombrece el futuro de Guaidó pues obviamente navega en la incertidumbre de saber, si un eventual triunfo de Joe Biden, en las elecciones de noviembre en Estados Unidos, lo acogerá.

En todo caso, me atrevo a adelantar, que a pesar de la parafernalia comunicacional, dada a conocer por la oficina de prensa del autoproclamado, la supuesta embajada de su administración fantasma no tendrá el efecto esperado ni el apoyo por parte de un gobierno israelí, con problemas más serios que darle un punto de apoyo a Guaidó. Será, posiblemente una embajada de cartón, un armatoste que más allá de un par de fotografías para la galería, no cumplirá otra función.

Tal vez Guaidó debería pensar en atraer a sus aguas, ya del tipo servidas a estas alturas, a la Casa al Saud, que al menos le puede proporcionar algún recaudo  a la hora de tener que escapar de la necesaria justicia que a la cual Guaidó y su camarilla tendrán que responder, por su conducta golpista y su responsabilidad en la muerte de venezolanos, la incitación a la invasión por mercenarios y fuerzas extranjeras s y en la generación de graves dificultades a través de sus vínculos con Estados Unidos que ha ejercido una política de máxima presión contra el gobierno de Nicolás Maduro.