El catedrático de Historia de América, Alfredo Jiménez Núñez, considera que la ley estadounidense que autoriza la construcción de una doble valla en varios tramos de la frontera de EEUU con México es «una medida inútil», ya que asegura que mexicanos e hispanoamericanos seguirán abriéndose paso para escapar de la pobreza.El catedrático de Historia de […]
El catedrático de Historia de América, Alfredo Jiménez Núñez, considera que la ley estadounidense que autoriza la construcción de una doble valla en varios tramos de la frontera de EEUU con México es «una medida inútil», ya que asegura que mexicanos e hispanoamericanos seguirán abriéndose paso para escapar de la pobreza.
El catedrático de Historia de América, Alfredo Jiménez Núñez, declaró que la ley estadounidense que autoriza la construcción de una doble valla en varios tramos de la frontera de EEUU con México es una medida »muy perjudicial para la imagen de los Estados Unidos; por ello es doblemente torpe».
»Es una medida inútil», aseguró el autor del libro «El Gran Norte de México. Una frontera imperial en la Nueva España (1540-1820)», de reciente publicación.
En opinión del historiador, »los mexicanos y otros hispanoamericanos seguirán saltándose todos los muros, aunque el intento de escapar de la pobreza costará más esfuerzo y más vidas».
Añadió que »el muro de la frontera México-Estados Unidos trata de cerrar el paso no a un ejército armado sino a una legión de desesperados que ponen su esperanza en un país que siempre estuvo abierto a Europa pero no a sus vecinos del sur».
Subrayó el hecho »curioso, y no menos punzante, que el muro entre Estados Unidos y México separa a millones de personas que desde hace muchas generaciones tienen parientes en el otro lado».
Recordó que la primera frontera artificial entre las dos naciones se levantó cuando las antiguas provincias españolas de Texas, Nuevo México, Arizona y California fueron desgajadas en 1848 de la república mexicana »por una guerra no menos artificial».
No obstante, señaló que »hay algo que permanece y crece de manera espectacular como es el hecho de que la tercera parte de la población de Texas y California y la mitad de los habitantes de Nuevo México son hispanos».
En su libro, Alfredo Jiménez analiza históricamente una frontera de algo más de tres mil kilómetros, a un lado y a otro de los cuales »conviven millones de personas que representan dos culturas, dos lenguas».
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