Traducción para Rebelión Horacio Garetto [email protected]
Soy un periodista independiente que se dedicó a investigar los acontecimientos del 11-S, aquel terrible día en el que nuestras vidas y la política nacional cambiaron drásticamente.
Mi investigación y mis artículos incluyen descubrimientos que son decisivos para comprender que fue lo que realmente aconteció ese día en el World Trade Center, en el Pentágono y en Pensilvania.
Ahora bien, como mis descubrimientos no confirman la versión conspirativa oficial del gobierno fui cargado con el estigma de ser un teórico «conspirativo» antigubernamental por todos los que se rehúsan a considerar cualquier evidencia que desafíe la versión oficial.
El 15 de agosto de 2006 una banda de tres policías de civil entró en mi casa, me detuvo y me metió en una prisión. Me hicieron descargas eléctricas con una pistola Taser mientras me sujetaban y me quebraron el codo derecho enfrente de mi esposa y de mi niña de 8 años. Mis escritos se convirtieron en un objetivo para todos los que están interesados en continuar promoviendo las mentiras del 11-S.
Obviamente que esta barbarie me afectó severamente. Me encerraron en una celda sin agua y se me dijo que si quería agua «que tomara la del inodoro». Cuando pregunté porqué me rondaban toda la contestación fue «estábamos vigilándolo».
Me inventaron dos contravenciones, arrancó una bien coordinada campaña internacional de descrédito de mi persona, de mi trabajo y de mis investigaciones.
Ahora estoy enjuiciado. Enfrento un jurado el 31 de mayo de 2007 en el Juzgado de Circuito de «County Cook». Valoraría que Ud. pudiese contactarse con el intendente y el jefe de policía y le expresase su preocupación por cuánto ha sucedido y pudiese suceder. En la Norteamérica de hoy lo que me ha sucedido a mí le puede suceder a cualquiera. Se precisa de gente con sentido de la responsabilidad.
La información para contactarse está disponible en la página www.bollyn.com/index/?id=10451
¿Porqué son perseguidos los investigadores del 11-S?
Tres semanas después de haberme tocado a mí haber sido asaltado y arrestado, el profesor Steven Jones, de la Brigham Young University, mientras hablaba por la radio fue atacado como «antisemita» y posteriormente removido de su cargo docente en esa prestigiosa escuela mormona. Steven Jones era, también, como yo, investigador del 11-S.
En la primavera del año 2006 colaboramos en la investigación respecto de los restos del metal fundido encontrado en los restos del World Trade Center. Se trataba de algo de lo que yo ya había informado por el 2002 y que había suscitado la curiosidad y el interés del profesor Jones. Su curiosidad y sus análisis desembocaron en un trabajo de tesis según la cual cargas de corte tipo termita (Thermite-type) fueron utilizados para demoler las dos torres gemelas y los 47 pisos del World Trade Center 7.
Asimismo con el profesor Jones nos fuimos juntos a visitar al profesor Thomas Cahill, de la Universidad de California. Cahill viene recolectando datos y analizando el fenómeno de la naturaleza de la extraordinaria abundancia de nano partículas de metal fundido en el polvo (the smoke en el original inglés, N. del T.) que se levantó desde la demolición de las torres desde octubre hasta la navidad de 2001. Esos análisis los realiza con un aparato denominado DRUM: (Davis Rotating Uniform, un monitor de partículas). Esta es la clase de análisis que aborrecen los defensores de la versión oficial.
Campaña de miedo y difamación
¿Será que los ataques que hemos padecido junto con el profesor Jones están relacionados? ¿Será que hemos indagado demasiado sobre el 11-S? En un artículo reciente titulado «Guerra y Estado Policial: complicidad del pueblo norteamericano», publicado en Global Research, Donna Thorne escribió:
«Hay tentativas de silenciar a los disidentes. Cuando el Movimiento por la Verdad gana fuerza y acumula credibilidad sus enemigos comienzan a agitar el fantasma de las amenazas a la «seguridad nacional». Los zares de la propaganda oficial saben que tienen que desacreditar sí o sí a los investigadores. Corresponde prepararse para una intensificación de esas campañas. Cualquiera que cuestione la historia oficial del 11-S tiene que prepararse para ser tachado de «antiamericano, antipatriota, anti lo que sea».
¿Lo permitiremos? ¿Nos movilizamos todos por la verdad o nos sometemos a las mentiras?
[1] DRUM: Davis Rotating Uniform, un monitor de partículas. El grupo Delta, de Davis, para la detección y evaluación de transporte de aerosoles a grandes distancias, efectúa demostraciones por medio de aparatos (ver fotos ). Ver también http://delta.ucdavis.edu/WTC.htm
[*] Periodista investigador. Su sitio web: http://www.bollyn.com/.